Desde el Movimiento Popular Neuquino (MPN), el industrial Jorge Sobisch lideró durante 12 años (en el '91 y luego del '99 a 2007) los destinos de la provincia de mayor riqueza hidrocarburífera y, ahora, a los 72 años, vuelve a postularse por fuera de ese partido con la bandera de la democracia cristiana.
Sobisch dice no sentirse identificado con la conducción actual de un "MPN transfigurado", al que le atribuye negociados en connivencia con el kirchnerismo y el silencio de Cambiemos. Puntualmente denuncia la cesión por 35 años de una explotación gasífera en Cutral Có sin licitación previa, como fue el caso del yacimiento El Mangrullo, otorgado al Grupo Pampa Energía de Marcelo Mindlin.
Cuarta en intención de voto, la candidatura de Sobisch cobra especial relevancia por análisis preelectorales que indican que, con un gran crecimiento en las últimas semanas pero aún sin mayores chances para acceder a la gobernación, sus votantes siempre antikirchneristas podrían escindirse de forma pareja entre el candidato de Cambiemos, Pechi Quiroga, y el oficialista Omar Gutiérrez (MPN), que va por su reelección.
La pregunta que muchos se hacen es si ese eventual desvío le alcanza a Quiroga para romper el monopolio político del MPN. Por lo bajo, desde el gobierno nacional opinan aunque continuará in crescendo el respaldo visible en los medios al candidato de Cambiemos.
Se sabe que la elección en la quinta provincia más rica del país es estratégica. El futuro de Vaca Muerta está atado a esos comicios que además son un ensayo sobre el grado de adhesión que ostentan Cambiemos y el kirchnerismo, representado por Ramón Rioseco. Aunque en rigor, Neuquén siempre fue una rara avis dentro de la política nacional, poco permeable a las expresiones extra provinciales. Algo así como un universo aparte en el régimen federal donde el MPN, una escisión del peronismo pero con identidad netamente local, reinó a sus anchas a lo largo de su historia, acicateado por fluidos vasos comunicantes con el poder nacional de turno.
Sobisch es categórico, adelanta que no cederá ni un voto y confía, como el resto de los candidatos, en sus chances electorales. Y sólo a regañadientes en su capacidad para sumar diputados como oposición.
Pero como prueba de una franqueza política inusual en la última semana de campaña, reconoce que antes de lanzarse a la gobernación, tres meses atrás, intentó fraguar una alianza electoral con Quiroga. "Sí, es verdad que hubo varias reuniones con Pechi, con quien me une una larga amistad personal y compartimos algunas visiones políticas, pero las negociaciones no prosperaron. En parte, porque yo nunca apoyaría al presidente Mauricio Macri", soltó.
-Las encuestas muestran que no le alcanza para ganar. ¿Negociará sus votos?
-De ninguna manera. Sé que hay un voto oculto en la sociedad neuquina que me va a apoyar votar y que no se ve reflejado en las encuestas. Los policías, los empleados públicos, los docentes están todos apretados. En los gobiernos nacionales y provinciales reconocen que estoy creciendo muchísimo y ellos también saben que ese voto oculto me va a apoyar y va ser la gran revelación, con lo cual tengo serias expectativas de ganar.
-Pero ante una derrota, ¿dónde preferiría que fueran sus votos?
-Yo he sido un ferviente opositor al kirchnerismo. Rioseco en la provincia es la imagen y el reflejo de Cristina. Su mayor operador es Oscar Parrili, que antes era menemista, cuando perdió la elección frente a mí en el 91. A partir de allí, se dedicó a perseguirme y a obstaculizarme en todas las acciones de gobierno. En mi ultimo mandato, yo tenía la solución para no cortar las exportaciones de gas a Chile, me reuní con el canciller Rafael Bielsa, y él se puso en el medio para que no le siguiéramos vendiendo gas a Chile porque eso beneficiaba a mi gobierno. Además, como jefe de Inteligencia espió a un montón de dirigentes políticos y periodistas. Y el único dirigente neuquino que fue espiado con escuchas ilegales, que luego salieron a la luz, fui yo. A mí siempre me persiguió el kirchnerismo y él fue el principal responsable.
-¿Hubo o no una intención de formar tres meses atrás una alianza electoral con Pechi Quiroga, intendente municipal, que hoy es su adversario en representación de Cambiemos?
-Es cierto, hubo varias reuniones, pero no se llegó a un acuerdo. En parte, él tenía sus compromisos con Cambiemos que yo nunca iba a apoyar. No voy a disimular la amistad personal de hace 30 años que me une a él. Siempre tuvimos una visión política parecida y muchas cosas él me copió. Pero yo nunca iba a apoyar la política de Cambiemos. Ni bien asumió Macri hice mis observaciones respecto a la política energética. Jamás estaré dispuesto que esa política vaya en contra de los intereses neuquinos, como vino sucediendo con Macri, Gutiérrez y también con Rioseco. Y aunque es amigo, hay que decir que Quiroga ya no sabe cómo esconder al presidente Macri, que le resta votos. Por algo, compartía con los tres primeros contrincantes un tercio del electorado y tras mi ingreso en la elección, hoy ese electorado está divido en cuatro.
– ¿Por qué rompió con el MPN?
-Porque ya no representa los intereses de la provincia. El MPN ya no es el mismo. Es un partido que privilegia a los negocios, los dirigentes y los gobernantes, que que hace caso omiso a la cultura política que teníamos de privilegiar a Neuquén. Hay que decirlo: el MPN se devaluó y hoy sólo privilegia los negocios en Vaca Muerta. Antes se arrodillaron durante 12 años ante el kirchnerismo y ahora lo hacen ante el macrismo. Por decir esto pasé a ser un paria dentro del MPN. Y tuve que construir una herramienta política [inscribir al partido de la Democracia Cristiana en las listas] para ir directamente a las elecciones. Tome esa decisión pero sin desafiliarme del MPN, justamente para recuperar el ideario que todos conocimos.
-¿A qué negocios particularmente se refiere?
-A la entrega del yacimiento El Mangrullo, en la localidad de Cutral Co y Plaza Huincul por 35 años al socio de Macri, Mindlin, sin licitación, y por los próximos 35 años. ¿Quiénes se pusieron de acuerdo para entregar este yacimiento? El intendente de Cutral Có y actual candidato a gobernador por el kirchnerismo, Ramón Rioseco, y Omar Gutiérrez, gobernador por el MPN. Pero lo mas interesante de esto, es que el candidato a gobernador por Cambiemos, Horacio Quiroga, tenía una buena oportunidad para decir que esto no se debía hacer y no dijo nada porque se lo entregaron al amigo del Presidente, Marcelo Midlin, de Pampa Energía. De manera que el MPN es cómplice del macrismo y del kirchnerismo. Y yo eso no lo quiero.
– ¿Está sugiriendo que hubo poco transparencia o algún tipo de comisión?
-Eso es muy difícil de comprobar. Pero yo hago una reflexión política y práctica que me brinda el sentido común. ¿Por qué motivo se le entrega a Pampa Energía un yacimiento valioso por 35 años sin licitación? Esta es la pregunta. Obviamente algo hay. O hay ignorancia en lo que vale el yacimiento, o hay plata de por medio. Yo no lo puedo comprobar, pero sí puedo políticamente decir que eso es incorrecto y que solamente un tonto podría hacer esto sin darse cuenta. Y no creo que Rioseco y Gutierrez sean tontos.
-¿Cuestiona otros negocios?
-Uno de los temas que más cuestionamos es que en Vaca Muerta se habla de inversiones y no de desarrollo. Si le preguntáramos a los neuquinos han tenido algún efecto de derrame por inversiones en Vaca Muerta, la respuesta es cero sobre cero. Las inversiones que hubo las capitalizó mediante subsidios a las exportaciones al gas Tecpetrol, de Techint, y hoy la discusión entre los analistas del negocio petrolero es si toda esa inversión no es en realidad una lucha entre Midlin y Rocca para ver quién se queda con subsidios. [Los subsidios fueron limitados el mes pasado por la Secretaría de Energía y ese conflicto se dirime en la Justicia]. El corolario es ahora el riesgo a las fuentes de trabajo de Vaca Muerta. Cuando se piensa en los negocios y no en el desarrollo y en las fuentes laborales, eso se convierte en una suerte de corrupción. Porque si usted piensa nada más que en los negocios, y el Estado no encuentra el punto de equilibrio para que la empresa deje algo en la provincia, está algo muy mal.
– ¿Qué participación tiene el gremialismo petrolero en esos negocios que usted sindica?
-Mire, yo no puedo determinar si es parte o no, pero ¿los sindicalistas no saben lo que está pasando? Yo creo que sí, que lo saben y son cómplices. Creo que dejar hacer muestra una faceta que tiene que ver con cierta complicidad porque están todos cómodos, nadie protesta, nadie dice nada y finalmente los que terminan perjudicándose son los habitantes de la provincia.
-¿Cómo evalúa la pelea del kirchnerismo versus el MPN duro en Neuquén?
-No, el MPN duro es el que nosotros conocimos. Este MPN fue kirchnerista los 8 años en que gobernó Jorge Sapag y los 3 años primeros años del mandato de Omar Gutiérrez, que ahora es macrista. Todos se han ido acomodando a las circunstancias simplemente para mantener el statu quo con el gobierno nacional. La dialéctica combativa entre Gutiérrez y Rioseco responde a un posicionamiento en la campaña electoral que habla del escenario nacional cuando aquí se juega principalmente el futuro provincial.
-¿Qué hay de cierto en relación a que Omar Gutierrez responde, en realidad, a Jorge Sapag?
-Todo. Él responde a Jorge Sapag. Eso está fuera de discusión.
-¿Cómo puede ser entonces que Gutiérrez sea un representante del macrismo?
–Por una razón muy simple. Ya los números están diciendo que el representante de Cambiemos está perdiendo terreno, y obviamente la gente de Cambiemos a nivel Nacional dice: "Bueno, si pierde terreno Quiroga, apostemos por Omar Gutiérrez". Por eso me quisieron bajar a mí ofreciéndome cosas. Veían que Quiroga se quedaba sin posibilidad. Por eso digo que esto es una discusión entre el macrismo de Gutiérrez y el kirchnerismo de Rioseco. ¿Y quién les hace ruido en esta discusión? Jorge Sobisch. Porque Jorge Sapag y los intereses que él representa se van a acomodar siempre para tratar de conservar la gobernación de Neuquén. Si hay que ser kirchnerista, son kirchneristas; y si hay que ser macristas, van a ser macristas. Algo que yo nunca hice como fiel representante del Movimiento Popular Neuquino auténtico.
– ¿Por qué piensa usted que el macrismo atenta contra el desarrollo de Vaca Muerta y los intereses de Neuquén?
– Yo no digo que atente. Yo lo que digo es que hasta ahora no tienen un plan de desarrollo sustentable, ni para Argentina, ni para la provincia de Neuquén. Hablan de inversiones solamente y no hablan de qué van a hacer con las inversiones en beneficio de generar fuentes de trabajo en la provincia de Neuquén. Nada dicen sobre cómo llegar el gas a los distintos puntos del país. Simplemente se está promocionando la la inversión de las empresas en su propio beneficio. El gran ejemplo es Añelo. Los gobiernos nacional y gobierno provincial no ha sido capaz, como mínimo, de llevarle gas a sus habitantes. Entonces, ¿de qué desarrollo estamos hablando?
-¿Puede explicar por qué eso no lo hizo el MPN histórico que hace 58 años, salvo en la dictadura, gobierna una de las provincias más ricas del país ?
–Hay que tomar los últimos 11 años, durante el boom petrolero. Porque yo fui el gobernador que más puentes construyó entre Río Negro y Neuquén y más rutas hizo en suelo Neuquén. Batí todos los récords en la construcción de hospitales. Y estoy hablando de 12 años de gestión contra 50 del MPN.
-Por eso mismo le pregunto.
-Ya se lo dije, desde el 2007 que el MPN viene transfigurándose. Libra su propia lucha de superviviencia, justamente, porque se alejó de los ideales con los que fue instaurado el partido.