Si el amor pudiera medirse en números, el ejercicio de saber si Franco Macri tuvo o no amor sería fácil. ¿Es acaso la cantidad de parejas la cantidad de amor recibido? ¿Es también la cantidad de amor dado?
En el caso de Franco Macri el resumen sería así: dos matrimonios, cuatro hijos en uno (el presidente incluido), una hija más en el segundo. Ya no más libreta de casamiento. A partir de entonces cuatro parejas conocidas que fueron eso: parejas. Difícil que uno de los hombres más poderosos del país pudiera mantener sus romances en el anonimato, pero además no parecía preocuparle demasiado: varias de sus novias eran ya personajes públicos, como Flavia Palmiero (con quien no estuvo tanto tiempo como se piensa), o Evangelina Bomparola (actual amiga -y colega- de Juliana Awada).
Uno por uno, estos son los grandes amores (conocidos) de Franco Macri. ¿Quién puede asegurar que no haya un nombre secreto que solo él guardó? ¿Quién puede decir lo que fue grande en la vida del otro? Por lo pronto, aquí van las grandes relaciones que tuvo y de las que el mundo fue testigo.
Alicia Blanco Villegas (1958 – 1980)
Se sabe que llegó a la Argentina a los 18 años. Se sabe que vino desde Italia y que acá, con poco, construyó un imperio. Se sabe que a su primer hijo lo llamó Mauricio y sería, años después, presidente de la Argentina. Ese nacimiento fue el fruto de su primer matrimonio, el cual contrajo diez años después de haber llegado al país.
Fue con Alicia Blanco Villegas. No solo tuvieron a Mauricio sino también a Sandra (fallecida en 2014), Gianfranco y Mariano. ¿Fue Alicia el primer amor? Difícil decirlo siendo que se casó con ella a los 28 años, pero sí fue con ella que creó su familia. Hija de un empresario de la Provincia de Buenos Aires, tenía 15 años cuando se casó con Franco. Duraron 22 años. En 1980 se separaron con todas las de la ley (que por ese entonces ya lo permitía). Franco era por entonces un empresario de peso. Los bienes los dividieron, según se supo, quedaron mitad para cada uno.
Los secretos de esa pareja están narrados en un libro nunca publicado. Lo escribió la misma Alicia pero nunca se animó a mostrarlo. ¿Qué es lo que cuenta? Difícil saberlo. Tal vez los secretos incómodos de cada pareja. Mientras estuvieron casados, Franco tuvo una hija extramatrimonial a la que tuvo que reconocer en el 2005, luego de un juicio por filiación y ratificación por prueba genética. Se llama Alejandra de Menech, nació en 1964 y habría sido fruto de una relación con una ex empleada del empresario.
María Cristina Greffier (1982 – 1986)
Se casó con ella en 1982, dos años después de su primer divorcio. La boda tuvo lugar en Nueva York. Ella, psicóloga. Él, ya un empresario ultra reconocido. Juntos tuvieron a Florencia, la hija menor de Franco, que nació en el '83. "Yo admito que echaba chispas con ella", contó en algún momento Franco al diario La Nación, al tiempo que confesaba que no creía en el psicoanálisis (la profesión de ella). Más allá de lo breve del matrimonio, el nacimiento de Florencia, la menor de sus hijas, lo convirtió en una pareja clave.
Casi en simultáneo a esa separación conoció a Clara Bordeu. Estuvieron juntos hasta 1989. Lo más curioso es que Ivonne Bordeu, la prima de Clara, sería luego la primera esposa de Mauricio.
Evangelina Bomparola (1990 – 1998)
La frase que se recoge para recordar su tiempo con ella se la dijo Franco a la Revista Hola en el 2014: "Es una mujer espectacular". Fue un amor largo, de ocho años, que nunca pasó por el altar. Hoy ella está casada con el empresario Juan Pons y es madre de dos hijos. La relación con Franco, según contaron, terminó de manera armoniosa. Aunque no lo vio más, con el tiempo sí vio más a Mauricio. Es que Evangelina, diseñadora de prestigio, es muy amiga de Juliana Awada, la primera dama.
Flavia Palmiero (1998 – 2000)
Es sin dudas el amor más resonante, del que más se ha escrito. ¿Por qué? Sencillo: de todas las parejas de Franco, Flavia era la única verdaderamente popular, o famosa, o como quiera llamarlo. Sus edades eran casi simétricas: cuando se conocieron él tenía 68 y ella 32, es decir, poco más que el doble.
Se conocieron por medio de la mejor amiga de Flavia, Daniela, de quien Franco era el tío. Después de la separación se dijeron muchas cosas y se habló de dinero. Flavio dijo siempre que nunca recibió ni una mensualidad ni un aporte de Franco. Según confesó, se separaron porque él quería convivir y ella no estaba preparada porque sus dos hijos aún era muy chicos. "No me llevé nada en materia económica", aclaró más de una vez ella, pero siempre destacó que era un hombre muy generoso.
Nuria Quintela, el último ¿amor? conocido
El mismo Franco dijo que lo suyo era de "intimidad nula", que Nuria era más bien una asistente en quien confiaba plenamente. Cuán cercano fue el vínculo lo sabrá solo Nuria. Se conocieron en 1999 en una fiesta organizada por el empresario en Manantiales, complejo donde tiene su casa en Punta del Este.
Estuvieron juntos -de la forma que fuera- cerca de 10 años, tiempo en el que ella, economista, realizó especializaciones en el exterior y profundizó su formación. Franco le llevaba a Nuria cerca de cuarenta años. Muchos decían que la quería para ser su persona de confianza en los negocios. Otros hablaban de amor. Si hay lágrimas en su despedida, solo ella sabrá cómo definirlas. Solo cada una de ellas sabrá qué habría que escribir cuando se escribe de las grandes historias de amor de Franco Macri.
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