A ocho días de que Neuquén inaugure el calendario electoral, distintas encuestas y sondeos pronostican que Omar Gutiérrez, del Movimiento Popular Neuquino (MPN), retendría la gobernación de esa provincia patagónica clave, corazón energético del país.
Desde 1962, cuando surgió ese partido neoperonista provincial, se viene imponiendo en los comicios. La excepción fue el período de interrupción democrática y la historia muestra que destronar del poder al MPN, émulo en longevidad al PRI mexicano, es tarea de titanes por el peso del aparato, la pauta oficial y los recursos volcados en la campaña.
Contador de 51 años, Gutiérrez supo tejer una fluida relación con la Casa Rosada y va por su reelección en la Lista Azul acompañado por el presidente del directorio del Banco Provincia del Neuquén, Marcos Gabriel Koopmann, de 44 años.
Ex ministro de Economía y Obras Públicas, despuntó en la política neuquina bajo el ala protectora de su antecesor, el todopoderoso Jorge Sapag, a quien muchos le atribuyen ser "el poder detrás del poder". Aliado, además, del líder del gremio de petroleros, el senador Guillermo Pereyra, Gutiérrez tiene asegurado de base un caudal de 20.000 votos de los trabajadores del rubro hidrocarburos.
Pero esas férreas alianzas no han logrado esmerilar una sintonía fina en materia de desarrollo energético con el presidente Mauricio Macri, Cambiemos apoya para la gobernación al intendente capitalino, Horacio Pechi Quiroga, ubicado tercero en las encuestas que llegan al gobierno.
Las especulaciones sobre la buena relación entre el macrismo y Gutiérrez tuvo su contrapeso esta semana: quizás para evitar reproches en Cambiemos, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, salió raudo a respaldar a Quiroga.
"Pechi Quiroga ha interpretado muy bien las políticas nacionales", soltó Frigerio en una radio neuquina y subrayó que es "un gran intendente que ha cuidado las cuentas públicas como lo hace el presidente, Mauricio Macri". En la recta final, otro apoyo explícito fuel el de Horacio Rodríguez Larreta, quien ayer viajó a Neuquén para dar una señal clara del apoyo de Cambiemos al candidato.
"Pechi tiene la experiencia y la capacidad política de poder transformar la provincia como lo hizo en la ciudad como intendente", dijo Rodríguez Larreta mientras recorría obras con el intendente y arengó: "Tengo fe en que Pechi será elegido gobernador".
El futuro de Vaca Muerta
La de Neuquén es una elección estratégica, ya que en Vaca Muerta está cifrada la autonomía, el potencial energético del país, además de la generación de divisas por la ansiada exportación de hidrocarburos.
Los números que monitorea el gobierno nacional ubican primero a Gutiérrez, con un 31 % de intención de voto, unos cuatro puntos por encima del candidato kirchnerista Ramón Rioseco y otros cuatro más arriba de Quiroga.
Aunque cerca de Gutiérrez aseguran que la diferencia con el candidato K, intendente de Cutral Co, es en realidad de siete puntos y la brecha se ensancharía unos puntos más frente a Quiroga.
Claro que los números son relativos y todo depende de qué encuesta se mire en esta primera elección desdoblada que consagra al ganador apenas con a la diferencia de un voto: en Neuquén no hay balotaje.
Celosos de esos números, ninguno los exhibe abiertamente. Y menos en la cuenta regresiva. En el entorno del ex piquetero Rioseco, quien lleva como vice al diputado K Darío Martínez y a la hija de Oscar Parilli, Lorena, en el tercer puesto de la lista a diputados, dicen que hay un virtual empate con el MPN. En las últimas horas, apostaron a potenciar los votos con la foto de este jueves junto a Cristina Kirchner en el Instituto Patria y otro tanto en una recorrida provincial junto a Axel Kicillof. Así ambos acentuaron la artillería fina ubicando a Gutiérrez como apéndice del macrismo y a la elección de Neuquén como el preámbulo de la vuelta del kirchnerismo.
Desde las huestes de Quiroga, también insisten en que las mediciones hechas en Buenos Aires no logran explicar la complejidad de la realidad neuquina y hablan de "un empate técnico entre las tres fuerzas", pero sin exhibir los números.
Desde el gobierno hacen un segundo análisis. Sostienen que si bien el MPN y el peronismo reagrupado con el kirchnerismo mantendrían la pole position, observan que una cuarta fuerza, la social democracia liderada por el tres veces gobernador Jorge Sobisch quien va por fuera del MPN aunque continúa afiliado a ese partido, podría a último momento dar un vuelco en la elección.
"Los votos de Sobisch, de entre siete y ocho puntos, al ver que no tiene chances, se podrían repartir, según las proyecciones, de forma pareja entre Cambiemos y el MPN, ya que su electorado es antikirchnerista", analizan fuentes del gobierno nacional.
Pero Sobisch no piensa ceder ningún voto. Tampoco está en su intención negociar. En los últimos diez días incrementó su adhesión y continuará batallando aunque, según los números, no le alcance.
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