La oposición habló de un discurso "ofensivo", de "fantasía" y con referencias a "temas secundarios"

El senador Miguel Ángel Pichetto criticó el discurso de Mauricio Macri (Adrián Escandar)

Como todos los años, aunque esta vez con más crudeza por el inicio de la campaña presidencial, la oposición cargó en duros términos contra el discurso de casi una hora de Mauricio Macri en el inicio del año legislativo, en el que se cruzó en varios pasajes con la bancada K y en el que aseguró que el país está "mejor que en el 2015".

"Realmente una gran decepción. El último discurso del presidente Macri decepcionó a la mayoría de los argentinos que esperaban otra cosa. Un presidente que genera provocación en sus palabras, que genera más división todavía. Lo vi enojado como nunca, la mayoría de la gente con la que me crucé me dijo que lo vio irreconocible. Tiene que ver con que no encuentran el rumbo, no encuentran el camino", dijo a Infobae el diputado Fernando Espinoza, del bloque del Frente Para la Victoria.

Su colega Gabriela Cerruti fue, como de costumbre, mucho más dura con la figura presidencial. "Lo escucho hace muchos años a Macri, lo conozco mucho y es el discurso de un psicópata perverso. No hubo una autocrítica de por qué estamos como estamos. Cuando trata de explicar las cosas no las explica desde lo que hizo mal en su gobierno. No hay más paciencia. Yo creo que es su último discurso ante la asamblea. Y no es un deseo o una esperanza", resaltó la legisladora en el Salón de los Pasos Perdidos.

Durante varios tramos del discurso, Macri se cruzó con los diputados y senadores de la bancada K, que lo esperaron con carteles con el eslogan "hay otro camino". En uno de los pasajes, desde uno de los palcos superiores, un grupo de militantes entonó un tibio "no vuelven más" que enloqueció a Agustín Rossi, jefe del bloque del FPV.

Un rato después fue el propio jefe de Estado y los legisladores de Cambiemos los que quedaron descolocados y nerviosos por la irrupción en el recinto de Joanna Picetti, la diputada que no pudo asumir su banca en las elecciones del 2017 por problemas judiciales, por pedido del oficialismo. Picetti se saludó con un beso con el senador Miguel Ángel Pichetto, con quien se había reunido a solas hace algunas semanas.

Para el jefe del bloque del PJ en el Senado, más medido que el kirchnerismo, el mensaje presidencial dejó gusto a poco. "No dijo cuándo se termina este proceso de ajuste fenomenal a fuerza de aumentos constantes de tarifas que tanto están golpeando a la clase media, a todos los trabajadores y a las empresas que no pueden crecer y generar trabajo. Hubo muchas referencias a temas que son secundarios", remarcó a través de un comunicado.

El bloque K esperó a Macri con carteles con el eslogan “hay otro camino” (Adrián Escandar)

Desde el massismo también cargaron con dureza. Para el diputado José Ignacio de Mendiguren, ex titular de la Unión Industrial Argentina, el discurso fue kafkiano. "Era la expectativa que tenía, porque cuando ayer vi que en Olivos les decía a todos (N. de la R.: se refiere al encuentro de Macri con los legisladores de Cambiemos) que hay que seguir el rumbo y no hay que cambiar… Esperaba que la mitad de los asesores que estuvieran hoy no estuvieran, en mi empresa los hubiera echado a todos", cargó el industrial en diálogo con este medio en relación al mensaje del jefe de Estado del año pasado y el rumbo del programa económico.

"Estaban las mismas personas que el año pasado. Yo creo que le mienten. Mienten y él no lee bien las cifras. Ahora el INDEC mismo les da las cifras. No hay un número macro que cierre. ¿No nos damos cuenta?", se preguntó el diputado.

Su colega Graciela Camaño, que también levantó la voz en uno de los tramos del combativo mensaje del Presidente, tildó el discurso de "ofensivo" y abundó en que "habla de la enorme impotencia de Mauricio Macri y de su gobierno".

"Creo que no está parado sobre la realidad, el discurso es absolutamente demostrativo de un mundo mágico. No tiene grandes logros para mostrar. No queda paciencia, porque además no tiene caudal político. Es un presidente que está en la etapa en la que se denomina pato rengo, que es el final de su mandato. Yo no creo que vuelva a engañar con mentiras a los ciudadanos, no creo que pueda. El Presidente hace mucho tiempo habla como si no fuera el Presidente. Habla como si fuera el que relata el gobierno", criticó la diputada.

Mostró, en ese sentido, alguna coincidencia con Nicolás del Caño, de la izquierda. Para el diputado fue un discurso "de fantasía, totalmente impostado". "Ni el propio Macri se lo creía. Habló de un país de fantasía que no es en el que vive la mayoría del pueblo trabajador", resaltó ante este medio.

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