Cuando la atención estaba puesta en la visita de Cristina Kirchner a los tribunales federales de Comodoro Py, otro nombre importante en la causa de los cuadernos de Oscar Centeno pasó por el juzgado de Claudio Bonadio.
Se trata de Carolina Pochetti, viuda del ex secretario de los Kirchner Daniel Muñoz, imputada y arrepentida en el expediente. Su declaración fue determinante para empezar a develar la ruta de parte del dinero que se recaudaba en bolsos y terminaba en complejas operaciones financieras e inmobiliarias en el exterior.
Pochetti, acompañada por sus abogados, estuvo en el cuarto piso de Comodoro Py para notificarse de su excarcelación. También fue liberado su primo, Carlos Gellert. No podrán ausentarse de su casa por más de 48 horas ni alejarse por más de 60 kilómetros. Además, deberán presentarse en el juzgado periódicamente, indicaron a Infobae fuentes judiciales.
Tanto Pochetti como Gellert quedaron procesados por lavado de dinero a raíz de los 70 millones de dólares que salieron de la recaudación de la banda de los cuadernos y que fueron a parar a manos de Daniel Muñoz, el ex secretario de Néstor Kirchner. A punto de morirse y con el escándalo de los Panamá Papers en la tapa de los diarios, la viuda, con el asesoramiento de su abogado, hoy preso, se apuraron a desprenderse de los departamentos en Estados Unidos y tratar de desviar la ruta del dinero con nuevas inversiones.
Pochetti había sido detenida el 24 de octubre del año pasado, cuando se entregó en Comodoro Py 2002 un par de días después de saber que la estaban buscando. En el allanamiento a su casa, encontraron computadoras y teléfonos rotos. Ese su indagatoria, la mujer lloró, dijo que el jefe de su marido era Néstor Kirchner y que cuando aparecían en la prensa las noticias que ponían en duda su actividad, su marido le decía: "No te metas, no preguntes, son cosas de la política para embarrarlo".
Sin embargo, el 23 de enero pasado, la viuda decidió cambiar de defensa y al día siguiente comenzó a declarar como arrepentida ante los fiscales. El juez homologó su acuerdo. La defensa no había pedido estratégicamente en ese momento la excarcelación porque esperaban que sus dichos se corroboraran. Algo similar sucedió con su primo Gellert. Había sido detenido 24 de noviembre en el aeropuerto de Ezeiza, cuando llego desde Estados Unidos, y pasó dos meses preso hasta que el 15 de enero resolvió pedir declarar como imputado colaborador.
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