El último viaje que compartieron por Asia, la gira por China de mayo del 2017, Mauricio Macri y Emilio Monzó también lo habían aprovechado para recomponer la relación personal.
Un semestre atrás, el titular de la Cámara de Diputados había empezado a marcar serias diferencias con la estrategia política de la Casa Rosada, la más resonante durante la entrevista con el diario Perfil en la que cuestionó a Jaime Durán Barba, pidió ampliar la conformación de Cambiemos y puso en duda el futuro de la coalición de Gobierno, una afrenta pública a la conducción de Macri y de Marcos Peña, el decisivo jefe de Gabinete con el que Monzó nunca volvió a congeniar.
La campaña legislativa del 2017, posterior a la gira asiática, lo tuvo al diputado lejos de la mesa de decisiones. Dirigentes de la talla de Horacio Rodríguez Larreta, por caso, se ocuparon en que la relación entre Monzó y la Casa Rosada no terminara de la peor manera. Quebrado el vínculo político con Peña, una disputa que llegó a herir incluso el nexo entre Rogelio Frigerio y el jefe de Gabinete, el titular de la Cámara baja se refugió en su entorno, y se ocupó de preservar la amistad con Macri, edulcorada además por la vinculación entre sus mujeres.
Macri y Monzó tienen previsto volver a hablar a solas en el viaje por India y Vietnam que el Presidente iniciará esta noche en busca de inversiones, y que tendrá al diputado como parte de la comitiva oficial. "Vienen hablando bastante, pero veremos lo que hablen ahora en la India. Emilio va a hacer lo que Mauricio le pida. Quizá esa definición se da en el viaje", explicaron en el entorno del titular de Diputados que fue clave en el armado político de Macri del 2015 y que sabe que en la campaña presidencial de este año volverán a prescindir de sus servicios, como en el 2017.
La "definición" a la que aluden en su entorno y que podría consensuar con el jefe de Estado durante la gira está relacionada con el momento en que el diputado deje la presidencia de la Cámara baja, para la que fue reelecto en diciembre último por unanimidad en medio de un memorable discurso en el que reivindicó la "rosca política", un mensaje destinado al primer piso de la Casa Rosada. Frigerio y su viceministro, Sebastián García de Luca, aplaudían desde uno de los balcones del recinto mientras Peña festejaba en Olivos el cumpleaños de Jaime Durán Barba con los colaboradores más próximos del ecuatoriano.
En los últimos días empezó a trascender la posibilidad de que Monzó deje el país antes de diciembre. A mediados de año. Con destino a la embajada en Madrid que deja Ramón Puerta, otro caso similar al de su eventual sucesor: el misionero preserva su amistad con Macri, pero se desencantó hace rato de su estilo de conducción y liderazgo ejecutado por Peña.
El eventual apuro del titular de Diputados por dejar el Parlamento y el país, según incluso confirman sus principales colaboradores, se explica principalmente por la política. El dirigente reconoce que perdió la pulseada con el primer piso de la Casa Rosada. Acepta la derrota. Entendió a las pocas horas de que el Gobierno dejara trascender que ampliaba sus mesas de discusiones tras la crisis política y económica de septiembre del año pasado que se trataba solo de una señal al círculo rojo que no se materializaría en los hechos. Los radicales entendieron lo mismo.
El dirigente de Carlos Tejedor tampoco pudo recomponer el vínculo con Elisa Carrió, quebrado a mediados del año pasado, a pesar de la charla que mantuvieron en el Salón de Honor de Diputados hacia fines de diciembre. Monzó había sido fundamental para el acuerdo que "Lilita" y Macri sellaron en la campaña del 2015 que terminó con el triunfo de Cambiemos. Carrió y Peña forjaron desde hace meses una dupla letal.
El apuro del titular de la Cámara baja por embarcar rumbo a España, sin embargo, también se explica por el costado familiar. El ciclo lectivo en aquel país empieza en el segundo semestre.
Incluso los tiempos legislativos podrían acompañar su salida anticipada por el impacto de la campaña en la actividad del Parlamento. Es un hecho que a partir de mayo el Congreso ya no tendrá actividad. Antes de eso, el oficialismo intentará sacar la sanción definitiva del proyecto de financiamiento político, que primero deberá obtener media sanción del Senado. Fue parte de la charla que Monzó y Frigerio mantuvieron en el almuerzo del martes con Miguel Ángel Pichetto y senadores del PJ.
A pesar de los tiempos, Macri no contará con Monzó en el Parlamento en caso de ser reelecto. Su reemplazo, en ese caso, aún no está definido, a pesar de la danza de nombres que circulan por estos días.
Hay, de todos modos, cuestiones un tanto más sensibles. Si el Presidente consigue revalidar su gestión deberá enfocarse en alcanzar acuerdos de gobernabilidad ante, al menos, un Parlamento que en la ecuación volverá a ser desfavorable. Es en lo que piensan desde el ala política, más allá de la creciente preocupación electoral.