La denuncia penal contra el juez Luis Rodríguez por las declaraciones de dos arrepentidas anda dando vueltas, por estas horas, por los tribunales de Comodoro Py 2002.
Se trata de la causa que se inició cuando el juez Claudio Bonadio ordenó extraer testimonios para que otro juez investigue si existió un delito, a raíz de las revelaciones de Carolina Pochetti, viuda de Daniel Muñoz, y una de sus testaferros, Elizabeth Ortiz Municoy. Ellas aseguraron que Rodríguez habría recibido 10 millones de dólares, vía un abogado que las asesoraba y hoy está preso, para frenar una investigación en su contra por el lavado de dinero de 70 millones de dólares en Estados Unidos. Una de las arrepentidas también dijo que desde el juzgado les avisaron de un allanamiento y hasta las instruyeron para ir desprendiéndose de las 16 propiedades que habían comprado en Nueva York y Estados Unidos.
Con todo eso, Bonadio firmó el viernes los procesamientos de Pochetti, el ex secretario de Cristina Kirchner Isidro Bounine y el ex contador de los Kirchner Víctor Manzanares, entre otros, por lavado de dinero. Y dispuso extraer testimonios para que se investigaran los dichos de Pochetti y Municoy, que excedían el capítulo Muñoz: es decir, las alusiones a Rodríguez como un presunto delito independiente.
El caso fue a la Cámara Federal para ser sorteado: le tocó a Bonadio. Pero hoy el juez decidió desprenderse de esa investigación. Señaló que su intervención previa, en el caso Muñoz y la extracción de testimonios, implicaba "una toma de posición respecto de los sucesos que impiden poder decidir que se asuma la investigación con la objetividad que debería tenerse". Pidió así que el caso se sorteara nuevamente, pero excluyéndolo del bolillero, indicaron a Infobae fuentes judiciales.
Así se hizo y esta vez el sorteo eligió al juez Sebastián Casanello. Pero este juez también entendió que no le correspondía a él investigar el caso, sino a su antecesor. "La noticia del hecho presuntamente criminal durante un acto procesal ante mi colega no es causal de apartamiento ni puede generar de por sí sospechas de pérdida de imparcialidad", escribió Casanello.
El juez explicó que "si bien es de buenas prácticas, como lo hizo Bonadio, recurrir a la extracción de testimonios en un caso así, la institución del sorteo es lo que en este caso legitima su actuación, la garantía de imparcialidad que debe regir en los procesos penales se vio salvaguardada" y no implica "una pérdida de objetividad".
Incluso, Casanello citó argumentos del presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, en un caso parecido: el que se abrió para investigar los dichos del ex juez Norberto Oyarbide en torno a que lo habrían "agarrado del cogote" para apurar el cierre de la causa contra el matrimonio de Néstor y Cristina Kirchner por enriquecimiento ilícito.
Ahora, el juez Bonadio deberá decidir si acepta el planteo de Casanello y se queda con la investigación, o si se traba un conflicto entre ambos que deberá resolver el propio Irurzun.
Mientras tanto, otra denuncia ingresó a Comodoro Py: el abogado Ricardo Monner Sans denunció a Rodríguez por recibir dinero para favorecer al fallecido secretario presidencial de Néstor Kirchner. La causa quedó radicada, por sorteo, en el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi.