Al borde de una nueva condena, esta vez por lavado de dinero, Ibar Pérez Corradi está dispuesto a confesar en un juicio para tratar de aliviar la situación judicial de su ex mujer, Liliana Raquel Aurehhuliu, acusada del mismo delito. La negociación -hasta ahora en secreto y de manera informal- fue confirmada a Infobae por fuentes judiciales y allegados al empresario. Las conversaciones incluyen al fiscal del juicio, Abel Córdoba, y a los representantes de la Unidad de Información Financiera (UIF). Si se avanza, Pérez Corradi confesaría el delito y podría entregar bienes o dinero en efectivo.
El empresario está acusado de haber facilitado su cuenta bancaria para blanquear $312.677,79 de empresas y obras sociales vinculadas a la mafia de los medicamentos. En concreto, depositó en su cuenta seis cheques de la droguería Multipharma y otros seis de la Obra Social Bancaria (OSBA) que tenían como beneficiarios a la droguería San Javier, de Néstor Lorenzo, y que luego fueron retirados en efectivo.
Esa causa, investigada en su momento por el juez Sebastián Casanello, se reactivó cuando Pérez Corradi fue capturado en Paraguay, en junio de 2016.
En cambio, su ex mujer está acusada de lavar dinero ilícito a través de la compra de un inmueble en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. La operación se hizo por USD 900.000, cerca de 4 millones de pesos según la cotización de ese momento. "Intentó hacer pasar el inmueble por un blanqueo fiscal y luego lo vendió a un empresario brasileño", precisó una fuente de la investigación.
El juicio oral contra Pérez Corradi y su ex mujer arrancó en diciembre y tiene previsto al menos tres meses de audiencias. En la próxima jornada, dentro de dos semanas, se espera la declaración del empresario, que hasta ahora solo pidió hablar para quejarse de sus condiciones de detención, como lo viene haciendo desde que fue capturado.
La defensa del empresario y su ex mujer, a cargo de Carlos Broitman, ya pidió una probation ante el Tribunal Federal 5, pero el planteo fue rechazado por la Fiscalía y las querellas. Ahora, buscan un acuerdo que pueda aliviar la situación de Aurehhuliu, que no tiene condenas previas y sigue con custodia de la Gendarmería.
"Pérez Corradi ya fue condenado (por la efedrina), un acuerdo en este juicio no mejoraría demasiado su situación. Si confiesa, va a ser condenado. El acuerdo es para ayudar a su ex mujer", explicó un investigador.
En noviembre, el empresario fue condenado a la pena de siete años de prisión por el desvío ilegal de efedrina entre los años 2004 y 2008. Luego sumó una condena a 2 años y 3 meses por el envío a Estados Unidos de 80 dosis de oxicodona, un analgésico derivado del opio. Y sigue siendo investigado por el Triple Crimen de General Rodríguez.
Pese a ese panorama, sus abogados buscan incluir dentro del acuerdo algún beneficio para salir de la cárcel. Como sigue en el Programa de Protección de Testigos, aspiran a que tarde o temprano vaya a una "casa segura", una suerte de prisión domiciliaria con estrictas medidas de seguridad. Por ahora, la propuesta tiene pocas chances de prosperar.