Desde una cuenta bancaria abierta en febrero de 2015 en Bahamas, Martín Báez movió millones de dólares. Por ese motivo hoy quedó detenido en la causa llamada "Ruta del dinero k", en la que se juzga el presunto lavado de 40 millones de dólares. Para el Tribunal Oral Federal 4, Báez sustrajo parte del dinero que se podría recuperar y la única manera de evitar ese riesgo es con la detención del acusado.
Martín Báez está procesado, inhibido y embargado para hacer movimientos bancarios. Pero el 25 de febrero de 2015 suscribió desde Buenos Aires en representación de la firma KINSKI S.A. la apertura de una cuenta en el banco CBH LDT de Bahamas. El 20 de mayo de ese año, cerró la cuenta del Banco Safra J. Sarasin de Suiza correspondiente a la firma Foundation Kinski y transfirió 10.399.975 dólares a la cuenta en Bahamas. De la nueva cuenta, los beneficiarios finales son Martín y sus tres hermanos, Leandro, Luciana y Melina.
Los movimientos siguieron: en noviembre de 2015, se abrió otra cuenta en el Banco CBH LTD de Bahamas a nombre de la sociedad Eastern Shoreline Limites, que detrás tiene un entramado de empresas que termina en los cuatro hijos de Lázaro Báez. Apenas un mes después, la primera cuenta fue cerrada y sus fondos transferidos a la nueva.
La apertura de cuentas y subcuentas continuó hasta que de los casi 10 millones de dólares que había, se transfirieron 5.500.000 dólares.
Todo la información llegó a la Justicia argentina vía exhorto. El fiscal Abel Córdoba sostiene que las empresas vinculadas a las cuentas tienen relación con una de las maniobras que se analizan en el juicio: el lavado de dinero a través de bonos. Por eso, entendió el fiscal, se podría estar sustrayendo el dinero que la Justicia busca recuperar y pidió la detención de Martín Báez. Hoy los miembros del TOF4 coincidieron y ordenaron su arresto.
"Permite inferir la capacidad de Martín Antonio Báez de abrir cuentas y/o sociedades en el extranjero y así poder transferir y/u operar con fondos que podrían resultar el provecho del delito que se investiga y del que se desconoce su destino, sin la necesidad de cruzar las fronteras de nuestro país, con lo que queda claro que las medidas cautelares adoptadas a su respecto no resultaron suficientes para contener el riesgo procesal que este escenario implica", señalaron los jueces Adriana Palliotti, Néstor Guillermo Costabel y María López Iñíguez.
Y agregaron que: "En este contexto, cierto es que no puede soslayarse la posibilidad que, en caso de que el imputado Martín Antonio BÁEZ continúe en libertad, peligre el recupero de los bienes que fueron el producto de los ilícitos que se encuentran involucrados en el juicio oral y público que venimos desarrollando".
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