Roberto Urquía, uno de los dueños de un emporio de los agronegocios de la Argentina, tendrá que declarar en indagatoria ante el juez Claudio Bonadio por una derivación de la causa iniciada a partir de las anotaciones del chofer Oscar Centeno.
El ex senador nacional por el Frente para la Victoria de Córdoba y propietario de Aceitera General Deheza (AGD), una de las empresas más importantes del país, fue citado a declarar debido a la sospecha del pago de coimas en el área de los negocios ferroviarios que regenteó entre 2003 y 2009 Ricardo Jaime, quien fuera secretario de Transporte de Néstor y Cristina Kirchner.
El conglomerado liderado por Urquía es uno de los principales actores del sector agroindustrial y uno de los grandes exportadores del país. Aceitera General Deheza exporta trigo, maíz, sorgo granífero, también aceites envasados y maní. Además fabrica muchas marcas de ketchup, mayonesa, salsa golf y aceite consumidas a diario por los argentinos. Produce biodiesel y harina de soja.
La empresa posee la concesión del ferrocarril de carga Nuevo Central Argentino (NCA), cuyos 4757 kilómetros de vías atraviesan las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán. Además de ese ferrocarril imprescindible para el despliegue logístico de la compañía, AGD es dueña del primer puerto privado del país -Terminal 6 en la localidad de Puerto General San Martín en Santa Fe- y posee –junto a Bunge Argentina- Guide S.A en el puerto de Rosario.
La empresa NCA se asoció con Ferrovías, del Grupo Emepa y formaron la empresa Ferrocentral. En 2005, cuando Jaime decidía sobre el negocio ferroviario, esa compañía se quedó con la explotación del ferrocarril de pasajeros que une Retiro con Córdoba. Y también el ferrocarril que comunica la capital de la provincia mediterránea con Cruz del Eje llamado Tren de las Sierras. Aquel negocio asoció al empresario Urquía con Gabriel Romero, de Emepa, que explotaba el Belgrano Norte en Buenos Aires.
Urquía fue electo senador en 2003 y tejió una buena relación con la entonces senadora Cristina Kirchner. Fue un hombre respetado por el kirchnerismo hasta el año 2008, cuando irrumpió la discusión por la 125 y las retenciones móviles a la exportaciones. En aquella ocasión fue criticado por figuras como Luis D'Elía, quien había dicho: "Hoy Urquía es enemigo de los Kirchner, un tipo que creíamos que era un burgués nacional y terminó siendo un chanta".
Urquía y Romero explotaron juntos los ferrocarriles hasta que en 2013 fueron estatizados durante la gestión de Florencio Randazzo en el Ministerio de Interior y Transporte.
Romero fue uno de los empresarios que declaró como arrepentido en el caso de los cuadernos de las coimas ante los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo. En su confesión admitió haberle entregado millones de pesos a Jaime, quien era el secretario de Transporte y tomaba decisiones sobre las obras ferroviarias y los subsidios.
En octubre pasado, Infobae publicó la declaración completa de Romero como arrepentido. Allí habló del dinero que les entregó a los ex funcionarios kirchneristas por el negocio del ferrocarril y el del cobro de peaje en la hidrovía del Río Paraná.
Romero había dicho: "A Ricardo Jaime si se le daba dinero, venía y le daba yo. No era un monto fijo. Le di dinero en varias oportunidades, no recuerdo el monto del dinero. La relación con Jaime empezó en el año 2003, 2004 o 2005, no recuerdo con precisión. Néstor Otero me hizo un vínculo con Jaime, nos encontramos y quedamos que yo tenía que darle un monto de dinero que no era fijo. Creo que era mensualmente, o cada tres meses, no puedo precisar, lo que sí recuerdo es que él decía 'esto es para arriba y esto es para los gastos de acá'. Esto era en concepto de los Ferrocarriles. No tienen vinculación con la hidrovía, estos pagos eran por los Ferrocarriles, el de Belgrano Norte. Esto se cortó cuando el Estado empezó a no pagarnos porque decían que no había plata para los ferrocarriles. Estos pagos los realicé desde el 2004-2005 aproximadamente hasta alrededor del año 2009. Después nadie más me pidió plata. Puede ser que para alguna campaña me hayan pedido que refuerce, alrededor de 50.000 dólares en cada campaña, no recuerdo bien, cada dos años, cuando había campaña. Yo era una persona que no se permitían mucho a pedirme".
Luego amplió su declaración y se refirió a Aldo Roggio, otro empresario relacionado con el transporte que también se transformó en arrepentido. "Yo vi en los medios -dijo Romero- que Roggio manifestó en el marco de un acuerdo de colaboración que su empresa debía pagar a los funcionarios del gobierno anterior el 5% de los subsidios que cobraba. Esto es así. Esto es cierto, lo puedo confirmar. Son dos temas importantes los que quiero ampliar. Con relación a los Ferrocarriles, yo le daba a Ricardo Jaime el 5% de los subsidios que cobraba. También yo personalmente le daba a Jaime por año de la hidrovía USD 500.000 (quinientos mis dólares), esto fue durante el periodo comprendido entre los años 2004 a 2009; las dos últimas cuotas las entregó Poblete y las recibió Baratta porque Jaime no estaba más. Deseo precisar que el contacto con Ricardo Jaime me lo hizo Néstor Otero".
Y agregó: "Por otra parte deseo aclarar que mis conversaciones con Jaime comenzaron porque nos habían dejado de pagar. Se manejan con el terror. Y en ese contexto Jaime me dijo que si no pagaba el 5% no me iban a entregar el subsidio. Jaime era medio ostentoso, pero la relación podría decirse que era cordial, él me decía que los pagos eran para arriba pero no me consta cuál era su destino. Los pagos eran normalmente mensuales, él venía a mi casa o yo iba a las oficinas de él, las entregas las percibía Jaime personalmente. Si el Estado me pagaba mensualmente, los pagos a Jaime eran mensuales, porque a veces no pagaban a término para crear terror".
A partir de las confesiones sobre pagos de coimas en el área de Transporte del kirchnerismo se abrió una causa paralela. En ese expediente Romero ya fue indagado por Bonadio en diciembre pasado debido a que había admitido haber pagado coimas por los subsidios que entregaba Jaime. Se remitió a sus dichos como arrepentido.
Ahora Romero debe volver a declarar porque los investigadores quieren saber si también pagó coimas por el ferrocarril que explotaban en Córdoba-donde Jaime fue el jefe político del Frente para la Victoria- asociado con la empresa del ex senador cordobés y megaempresario del sector agrícola. Romero y Urquía tienen que presentarse en Comodoro Py la primera semana de febrero.
A partir de la causa judicial que se inició por los escritos de Centeno se siguen abriendo capítulos. La historia que comenzó con los bolsos que recolectaba Roberto Baratta ha quedado lejos en el tiempo.