Ayer no se hizo el almuerzo que cada quince días viene realizando la mesa política de diez patas en la sede del PRO que integran Marcos Peña y Fernando de Andreis, Rogelio Frigerio y Sebastián García de Luca, Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, María Eugenia Vidal y Federico Salvai, Humberto Schiavoni y Francisco Quintana. Pero el exigente cronograma electoral en el país, con la mayoría de las provincias con elecciones desdobladas de la nacional, tiene en alerta al oficialismo. Es que en menos de un mes, el 17 de febrero, se realizarán las PASO en la provincia de La Pampa, donde se votará a gobernador el 19 de mayo.
Hay quienes incluyen el todavía vigente plebiscito en La Rioja para habilitar la reelección de Sergio Casas como el verdadero inicio de las disputas electorales. Está convocado para el próximo domingo 27 de enero, pero se está a la espera de un dictamen final de la Corte Suprema de la Nación que tiene que opinar si es o no constitucional ese llamado.
Por eso Infobae consultó a tres fuentes del Gobierno para conocer cuáles son los pronósticos en torno a los resultados provinciales, que irán configurando la plataforma hacia las elecciones donde Mauricio Macri competirá por la reelección, una situación inédita en la Argentina para un candidato que no es peronista.
En líneas generales podría decirse que Cambiemos está convencido de que ganará las cinco provincias que ya gobierna, es decir, Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Corrientes (donde ya se votó y ganó), Mendoza y Jujuy. Aquí, la discusión es si habrá o no adelantamiento de elecciones en los distritos gobernados por la coalición gobernante. Macri le pidió a Alfredo Cornejo, Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales que lo acompañen en la partida, pero es bastante probable que fijen fechas independientes, como ya sucedió en el pasado. La duda es qué pasará en la provincia de Buenos Aires.
La duda que existe en el mundo político es si Cambiemos está en condiciones de aumentar la cantidad de distritos que gobierna, de modo de evitar una avalancha de derrotas antes de la elección nacional. Cambiemos piensa que sí. En concreto, las fuentes consultadas creen que hay condiciones de ganar en "por lo menos, y siendo conservadores", cinco provincias más. Ese sería el objetivo. Y dividen los distritos en lotes de "imposibles", "dudosos", "posibles".
Entre los últimos incluyen a Santa Cruz, donde consideran que la victoria de Eduardo Costa tiene altas posibilidades, porque el gobierno nacional hizo un notable esfuerzo de respaldo al gobierno provincial que conduce Alicia Kirchner que, suponen, debería derramar en el candidato propio.
También a Chubut, donde el diputado radical Gustavo Menna tiene altas chances por su buena imagen y una construcción política que cruza toda la provincia, frente a lo que se juzga como una debilidad estructural del actual gobernador, Mariano Arcioni.
Un caso similar es el de Salta, donde el candidato de Cambiemos será el intendente de la ciudad capital, el peronista Gustavo Sáenz, con el respaldo del peronismo de Juan Carlos Romero, además del PRO y la UCR locales.
Y los mismos buenos pronósticos tienen con relación a La Rioja, donde la alianza entre el radical Julio Martínez y el peronista e intendente de la ciudad capital, Alberto Paredes Urquiza, puede llevar a la derrota al peronismo gobernante. Lo mismo en el caso de Neuquén, donde el intendente de la capital, Horacio "Pechi" Quiroga, está muy bien posicionado frente al oficialismo del MPN que postula de nuevo a Omar Gutiérrez.
En otras provincias también piensan que tienen posibilidades. En Tucumán, porque el peronismo está dividido entre el gobernador Juan Manzur y el ex gobernador José Alperovich. Tienen el problema de que no hay todavía un buen candidato, y están buscando una opción nueva, tal vez la senadora Silvia Elías de Pérez.
En San Luis, donde tienen buenos candidatos, el senador Claudio Poggi y el intendente de San Luis, Enrique Ponce, pero allí el oficialismo de los Rodríguez Saá demostró capacidad de resiliencia a pesar de que están muy divididos los hermanos Alberto y Adolfo. Y en Entre Ríos, donde si Gustavo Bordet no acuerda con Sergio Uribarri, también tiene buenas chances Cambiemos.
Una incógnita son provincias que más de una vez estuvieron a tiro del triunfo como Santa Fe, donde hay ganas de -finalmente- alcanzar la gobernación, y Córdoba, donde hay buenos candidatos pero también una buena gestión del peronista Juan Schiaretti. En cambio, creen que en San Juan, donde competirá el intendente de Santa Lucía, Marcelo Orrego, podrán tener una oferta competitiva para disputar contra el actual gobernador, Sergio Uñac.
Otros distritos, en cambio, se ven definitivamente muy difíciles, empezando por La Pampa, donde el gobernador Carlos Verna apuró las elecciones para impedir el posicionamiento de los candidatos de Cambiemos, siguiendo por Misiones, donde el senador Humberto Schiavoni tendrá dificultades para descontar diferencias contra el actual vicegobernador. Tampoco parece posible ganar en Catamarca y Tierra del Fuego. En Santiago del Estero ya se votó y se perdió.
Por cierto, el peso nacional de la mayoría de las provincias es prácticamente nulo en términos porcentuales, pero el Gobierno pretende evitar una sucesión de derrotas que genere un clima negativo hacia las elecciones nacionales, donde Cambiemos se juega la Presidencia.
Por eso la fecha de las elecciones en la provincia de Buenos Aires se transformó en una cuestión de Estado. La imagen del Presidente carga por estos tiempos con altos porcentajes negativos y son muchos los dirigentes del PRO que vienen proponiendo desdoblar los comicios locales para apoyarse en los mejores guarismos de María Eugenia Vidal y asegurarse intendencias que hoy están en manos del peronismo.
Sobre todo porque los peronistas carecen de un candidato a gobernador competitivo y, en cambio, tienen en Cristina Fernández de Kirchner una candidata presidencial con gran capacidad de traccionar dirigentes municipales con pocas chances propias.
¿Habrá entonces fumata para que la provincia de Buenos Aires adelante los comicios? En principio, parece que no. Vidal no tiene garantizado que podrá realizar la complicada trama de modificaciones legislativas para legalizar esa posibilidad y, peor, puede quedar complicada queriendo impulsar medidas para mejorar su perfomance electoral.
En especial, un funcionario le dijo a Infobae que "lo que no hizo María Eugenia en tres años por los Sin Tierra (los jóvenes dirigentes de Cambiemos que quieren desplazar al peronismo en distritos claves del conurbano) no lo puede hacer ahora. Lo correcto es acompañarlo a Mauricio a suerte y verdad, mostrar que estamos juntos en el mismo desafío, porque en un equipo nadie se salva solo".