(Enviado especial a Brasilia) Mauricio Macri no se atrevió a pegar un salto de alegría, pero su sentido del humor era elocuente cuando concluyó su reunión con Jair Bolsonaro en el Palacio del Planalto.
Bolsonaro se mostró cálido en su encuentro con Macri y no dudó en reivindicar la importancia institucional del Mercosur y las relaciones bilaterales entre Argentina y Brasil.
Hasta ese momento, Macri y su círculo íntimo de poder estaban incrédulos con Bolsonaro: anunciaban la muerte política del Mercosur, el enfriamiento de las relaciones bilaterales y una estrategia cuasi bélica para terminar con el ciclo de Nicolás Maduro.
Sin embargo, Bolsonaro sorprendió a Macri con su mirada sobre la agenda global y su propuesta de utilizar al Mercosur como plataforma de acciones diplomáticas comunes alrededor del planeta.
Antes de subirse al avión de regreso a la Argentina, el Presidente hizo un breve balance de la gira ante Infobae. "Tenemos muchas coincidencias con Bolsonaro. Vamos a impulsar nuestras economías, a mejorar al Mercosur y a abrirnos al mundo. Y estamos de acuerdo respecto a la crisis de Venezuela. No hay dudas respecto a que Maduro es un dictador", dijo Macri.
El presidente confirmó que invitó a Bolsonaro a visitar la Argentina y anticipó que vendrá en abril. "La relación con Bolsonaro mejorará las relaciones históricas entre Argentina y Brasil", cerró Macri.
Estaba tan contento por la predisposición política de Bolsonaro que no dudó en saltarse el protocolo presidencial cuando abandonaba el Palacio de Itamaraty rumbo al aeropuerto de Brasilia:
—¡Macri! ¡Macri! Macri: ¿Messi o Neymar…? —le gritó un periodista brasileño.
El Presidente lo miraba y sonreía.
El periodista no se achicó e insistió en la pregunta: "Macri: ¿Messi o Neymar…?".
Finalmente, Macri aceptó el desafío. Se paró en seco, levantó los brazos, y remató con su mejor sonrisa de campaña:
—¿Me estás hablando en serio…? ¡Messi!, por favor…
Agenda bilateral
Antes de su chicana futbolera al cronista local, Macri había almorzado con Bolsonaro como última actividad de su gira relámpago a Brasilia. A las cuatro de la tarde (hora de Brasil) partió hacia el Chaco, donde tiene previsto recorrer la localidad de Barranqueras, acosada por las inundaciones que no dan tregua en la Argentina.
Durante el almuerzo de honor servido para las dos delegaciones que participaron de las conversaciones oficiales, Macri y Bolsonaro retomaron la agenda que habían desplegado en la reunión privada que mantuvieron en el Palacio del Planalto. Bolsonaro hizo hincapié en su agenda de seguridad, lucha contra el narcotráfico y cooperación judicial en casos de corrupción, mientras que Macri insistió en la estrategia de modernizar el Mercosur, fortalecer la relación bilateral y en la necesidad de encontrar una salida institucional a la crisis de Venezuela.
La visita a Brasil tenía como objetivo político que Macri y Bolsonaro se explicaran mutuamente cómo observan la agenda global y qué piensan sobre la situación política y económica en la región. Ese objetivo debía complementarse con diseñar una estrategia común frente al Mercosur, la situación en Venezuela y la propia relación bilateral entre Argentina y Brasil.
Ambos presidentes congeniaron y los dos tienen ideas similares para mejorar la posición geopolítica del Cono Sur. Bolsonaro viajará en los próximos meses a Buenos Aires para ratificar y profundizar esta compleja agenda de trabajo.