No habrá más roaming telefónico, los trámites de exportaciones e importaciones serán mucho más simples, se impondrá una mayor circulación comercial de un lado y otro de la Cordillera de los Andes y se potenciará el comercio argentino dirigido a Asia con muchas más facilidades. Estas son apenas algunas muestras de lo que implicará a partir de ahora la instrumentación del ambicioso acuerdo de libre comercio que sellaron la Argentina y Chile.
La semana pasada el Senado de Chile aprobó finalmente ese acuerdo que fue ratificado así por ambos Congresos. Dentro de los próximos 90 días los presidentes Mauricio Macri y Sebastián Piñera serán los encargados de poner en marcha todo este nuevo andamiaje legal que será sumamente revolucionario para ambos países en términos de comercio y economía regional.
"Este es un gran paso adelante con elementos de última generación en materia de compromisos comerciales y económicos que Chile y la Argentina lo van a potenciar al máximo", expresó a Infobae el embajador argentino en Chile, José Octavio Bordón, quien a partir de hoy reunirá a todo el equipo de la embajada para ponerse a trabajar en el seguimiento de la puesta a punto del acuerdo.
En términos prácticos este ambicioso acuerdo elevará sustancialmente el ingreso y egreso de productos de ambos países, potenciará las exportaciones de gas argentino a Chile y sobre todo será la puerta de entrada más directa de la Argentina al mercado asiático. Se prevé como una segunda etapa el avance en la articulación de un mayor acuerdo entre la Alianza del Pacífico que integran Chile, Perú, Colombia y México con el Mercosur.
Cuando el 30 de noviembre del año pasado el presidente Piñera visitó a Macri en la Argentina, el mandatario argentino lanzó desde el Museo Bicentenario de la Casa Rosada un categórico mensaje en el que sostuvo que "el enorme afecto que une a argentinos y chilenos se tiene que transformar en hechos concretos, que nos mejoren la vida a todos y permitan que alcancemos el desarrollo y derrotemos definitivamente a la pobreza".
El acuerdo de libre comercio sellado finalmente por ambos Congresos y que ahora será instrumentado por los presidentes forma parte de ese plan de transformación en hechos concretos para potenciar las relaciones bilaterales.
Entre los puntos centrales que contempla este acuerdo está prevista una mayor facilidad y la agilización del intercambio de productos, la desburocratización de las aduanas en las fronteras y el aumento del flujo comercial que hoy es de unos USD 3.900 millones anuales. En esta balanza la Argentina es la más favorecida por la exportación de unos USD 3.000 millones anuales a Chile.
El acuerdo comercial que había sido firmado el 2 de noviembre de 2017 por Argentina y Chile sostiene que en adelante se agilizarán las inversiones recíprocas, creando nuevas oportunidades en distintos sectores proveedores de servicios, así como para el comercio electrónico y la promoción de la agenda medioambiental, laboral y de género en el comercio bilateral, pilares del desarrollo sostenible e incluyente.
También se prevé la cooperación recíproca en materia de ciberseguridad y ciberdefensa en el ámbito del ciberespacio común y la posibilidad de liberar definitivamente el sistema de roaming en las telecomunicaciones.
Habrá además nuevas disposiciones en materia de servicios, compras públicas y comercio electrónico así como capítulos novedosos en términos de medio ambiente, trabajo, género y mayores facilidades para las pymes de ambos países.
Además, aquellos productos que están en puertos de Chile podrán tener una mayor agilidad en los trámites aduaneros para la exportación principalmente hacia China. De esta manera, en adelante correrá con mayor énfasis la necesidad de darle mayor celeridad al famoso proyecto del corredor bioceánico que une Brasil, Argentina y Chile para potenciar el tránsito comercial a países de Asia.
El embajador Bordón recordó que esta fue una de las metas centrales que se había impuesto Macri cuando llegó al poder y ahora se empezarán a ver sus resultados concretos.
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