"No solo el trauma físico, la amputación de un miembro o el estrés postraumático son las secuelas de la guerra. Diversas patologías desde cardiopatías hasta diabetes, se presentan con mayor frecuencia en ex combatientes de acuerdo a los muestreos comparativos realizados entre veteranos de guerra respecto del resto de los habitantes de una determinada región". Esa es la explicación que brindaron a Infobae miembros del programa de atención sanitaria para veteranos de la Guerra de Malvinas dependiente de PAMI.
Según pudo saber Infobae de fuentes del Ministerio de Defensa, luego de varias reuniones entre los directivos de la Confederación de Veteranos de Guerra y las máximas autoridades de la cartera a cargo de Oscar Aguad, se avanzó en el reconocimiento de enfermedades derivadas de la guerra a más de 500 ex combatientes.
El procedimiento consiste en la presentación de las constancias médicas exigidas por la cartera de Defensa para acreditar que la patología que afecte al ex combatiente guarde relación con las acciones bélicas de las que participó. A partir de allí se procede a la apertura de un expediente médico y a la posterior convocatoria del veterano para que se someta a las pruebas y estudios adicionales, en caso de que correspondan.
Aquellos veteranos que sean considerados portadores de dolencias o patologías originadas en su actividad militar gozarán de un beneficio económico adicional a la pensión de guerra básica que percibe cualquier ex combatiente. Los veteranos consultados por Infobae señalaron: "Tal como lo había prometido el Ministerio de Defensa, los primeros veteranos ya están cobrando y existe un compromiso de avanzar en los reconocimientos a un ritmo de 20 expedientes mensuales".
Durante 2018 se realizaron diversas reuniones entre ex soldados y autoridades ministeriales que estuvieron encabezadas por el secretario de Estrategia y Asuntos Militares del Ministerio, Horacio Chighizola. La concreción de este acuerdo se suma a otros gestos que la actual administración nacional ha tenido para con los veteranos, como la integración de estos a los dos desfiles militares realizados en 2016 y 2017 y la recomposición de la Comisión Nacional de Veteranos de Guerra.
Los agrupamientos de veteranos
Desde la finalización de la contienda bélica por la soberanía de las Islas Malvinas los ex combatientes comenzaron a organizarse ante la falta de atención que el Estado nacional les prodigó. "No solo hablamos del gobierno militar, durante los primeros diez años de democracia prácticamente nos ignoraron", aseguran desde las agrupaciones que nuclean a quienes fueron movilizados al Teatro de Operaciones Malvinas (TOM) y al Teatro de Operaciones Atlántico Sur (TOAS).
Así fueron naciendo centros de ex combatientes, municipales y provinciales, los que posteriormente se fueron agrupando en federaciones, desembocando en la actualidad en la Confederación Nacional de Veteranos de Guerra. Entre los centros con mayor índice de representatividad se encuentra la Asociación de Veteranos de Guerra (AVEGUEMA) que nuclea a civiles y militares sin distinción de fuerza o jerarquía. Asimismo el Centro de Ex Combatientes de las Islas Malvinas (CECIM) es el más politizado de todo el espectro malvinero.
En la actualidad, además de contar con un sistema de pensiones nacionales, provinciales y municipales, aquellos que pusieron en riesgo su vida en cumplimiento de lo ordenado por el gobierno de facto que encabezó Leopoldo Galtieri entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 gozan hoy de un sistema de atención médica diferencial a través de PAMI, cobertura de medicamentos al 100%, bonificación de impuestos y tasas municipales en varios municipios, exención de pago de peajes en rutas provinciales y beneficios salariales para aquellos ex combatientes que se desempeñan en la actualidad en la administración pública nacional.
En 2016 el Poder Ejecutivo promulgó la Ley 27.329 mediante la cual todo veterano inscripto en el padrón nacional puede acogerse a la jubilación ordinaria (correspondiente a su actividad laboral post Malvinas) con 10 años de aportes y 53 de edad (a diciembre de 2016). Este beneficio es compatible con la pensión de guerra y el monto del mismo es el correspondiente al cálculo ordinario que ANSES realiza para otorgar cualquier jubilación. El proyecto sancionado por el Congreso establecía un piso equivalente a dos jubilaciones mínimas, pero el PEN vetó el artículo de la norma que así lo disponía.