La primera gran convocatoria para protestar por la cumbre del G20, que en 72 horas concentrará en nuestro país a las principales potencias del mundo, será esta tarde, en el estadio de Atlanta, bajo la consigna "No al G20, fuera el FMI".
Una veintena de organizaciones sociales como el Movimiento Evita, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa, Unidad Popular, el Partido Comunista Revolucionario, Seamos Libres, Martín Fierro y Barrios Peronistas, entre otras, tratarán de mostrar una masiva concentración en el estadio de la esquina de Humboldt y Murillo. Felipe Solá, diputados del interbloque conformado junto a dirigentes como Victoria Donda y Leo Grosso, y sindicalistas, podrían ser de la partida.
Será, sin embargo, solo la primera convocatoria, en un amplio abanico de movimientos sociales y los grupos internacionales antiglobalización que desde hace meses planean las manifestaciones contra la cumbre de este viernes y sábado, y cuyo cronograma de protestas callejeras aún no está definido. Para hoy, está convocada una segunda reunión con autoridades oficiales. Para avanzar en un acuerdo que garantice que no haya violencia.
Hace tres semanas hubo, en ese sentido, una cumbre en la oficina de Marcos Peña, que hasta ahora se mantuvo en reserva.
Según pudo reconstruir Infobae de fuentes oficiales y del entorno de algunos funcionarios, participaron, además del jefe de Gabinete, las ministras Patricia Bullrich, Carolina Stanley y Rogelio Frigerio; los secretarios Eugenio Burzaco y Carlos Pedrini, de los ministerios de Seguridad y Desarrollo Social, respectivamente, y Hernán Lombardi.
La discusión, por momentos, fue acalorada. Hubo un contrapunto entre Stanley y Bullrich por la interacción con los movimientos sociales, los supuestos lugares de concentración en la calle. La convocatoria al acto de esta tarde en la cancha del club Atlanta, por caso, había sido consensuada hacía un par de meses por los organizadores y el Ministerio de Desarrollo Social en conversaciones informales, según confiaron.
Durante esa reunión, en el primer piso de Casa Rosada, se analizaron los interlocutores, los posibles cortes de calles y los eventuales lugares de manifestación. Hubo tironeos, por ejemplo, por la posibilidad de cortar o no el Puente Pueyrredón, uno de los principales accesos a la Ciudad que la une con el sur del Conurbano bonaerense. Aunque lejos de las zonas de cortes previstos para la cumbre, la postura de Bullrich es, por estas horas, intransigente.
A fines de la semana, funcionarios del Ministerio de Seguridad se reunieron con Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de La Paz, y referentes de organizaciones sociales. No llegaron a un acuerdo. Quedaron en volver a reunirse hoy.
Los grupos anticumbre -agrupados como Confluencia fuera G20 FMI- que se mostrarán en estos días en protestas callejeras están compuestos, además de las tradicionales organizaciones sociales, por la Asociación por la Tasación de la Transacciones Financieras y por la Acción Ciudadana (ATTAC), Anticapitalistas en Red, Action for Argentina UK y casi dos docenas de grupos extranjeros.
En las últimas semanas, de hecho, según fuentes del Ministerio del Interior, fueron retenidos en la frontera varios activistas que querían ingresar al país y que tenían prohibición de hacerlo. Juan Grabois, líder de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), de buena relación con un sector del Gobierno y enrolado desde hace algunos meses detrás de la figura de Cristina Kirchner, mantuvo conversaciones con manifestantes antiglobalización. Grabois viajó el año pasado a la cumbre del G20 en Hamburgo.
ATE, CTA y las organizaciones sindicales tampoco definieron aún los lugares de protesta de cara a la cumbre del viernes. Los puntos de encuentro, los recorridos de marcha aún son materia de negociación con el Gobierno, que quiere correr lo más posible las manifestaciones de los vallados de seguridad.
Desde todos los sectores explicaron que no hay ánimos violentos, más allá de las consignas anti cumbre. Y que los costos de la logística complican las movilizaciones. Varios de los movimientos sociales gastarán en ese sentido buena parte del presupuesto en el acto de esta tarde.
Entre el jueves, hay pautados actos en Congreso y en las inmediaciones de Plaza de Mayo. Pero dependen de las restricciones peatonales y vehiculares.
La intersección de las avenidas 9 de Julio y Belgrano, en inmediaciones del Ministerio de Desarrollo Social, iba a ser, en un principio, uno de los puntos de confluencia de la manifestación del viernes. Pero estará restringida la zona.
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