Pedro Villagra Delgado será quizás, después de Mauricio Macri, el funcionario argentino con mayor peso que habrá en la cumbre del G20 por una simple cuestión: es el sherpa o guía de este encuentro de líderes mundiales. Su figura no es menor ya que será el encargado de que la cumbre llegue a buen puerto y haya un documento final consensuado entre los jefes de Estado. Por eso mismo, este diplomático de carrera se entusiasma al expresar que "cualquier argentino debe darse cuenta que nuestro país está marcando hoy la agenda de discusión del mundo". O cuando sostiene sin vueltas: "Como presidencia de esta cumbre tenemos el enorme desafío de alcanzar un documento consensuado que fije las reglas de juego de la economía mundial".
Villagra Delgado lleva más de un año preparando esta cumbre del G20 y tiene una voluntad de acero en materia de búsqueda de consensos. Por ello, asegura que "en el 95% de los temas los presidentes están de acuerdo". Claro que en el cinco por ciento restante están los temas de mayor desacuerdo y más complejos de definir: la puja entre multilateralismo versus proteccionismo, el acuerdo por el cambio climático, los subsidios al acero y el tema de las migraciones.
En diálogo con Infobae el sherpa del G20 rechazó que esta cumbre vaya a ser un fracaso como fue la reunión del año pasado en Buenos Aires de la OMC donde no se logró arribar a un documento consensuado. En el peor de los casos, Villagra Delgado cree que "el documento final reflejará los debates que hoy existen en el mundo. No más que eso".
-¿Cuál es la expectativa que tiene el gobierno argentino al presidir la cumbre del G20?
-La expectativa es que nosotros podamos seguir apostando a que este pueda ser un mecanismo fundamental para la estabilidad y la gobernabilidad del estado financiero mundial. Y a partir de allí surgen temas sociales y políticos que empiezan a ser relevantes y fundamentales precisamente para esa estabilidad del sistema financiero mundial. Por ejemplo, temas como el futuro del empleo, el comercio, la educación, temas como la lucha contra la corrupción, el tema de género, cambio climático. Son temas que tienen peso pero el canal de finanzas es el que tiene centralidad en el G20. La expectativa nuestra es que en un mundo convulsionado por los conflictos y cambios o las guerras comerciales, algunos países no aceptan el acuerdo de cambio climático. En este contexto lo que debemos hacer es acercar posiciones y encontrar los consensos para lograr las bases comunes de todos. Hay que buscar un punto en común a todos que se base en la cooperación internacional, la necesidad de reducir las desigualdades en el mundo, evaluar la cantidad de gente que se está quedando fuera del sistema. Esto no solo se da en los en desarrollo sino en todo el mundo. Macri dice siempre que la agenda central del G20 se debe dar para satisfacer las necesidades de la gente y a eso estamos apuntando. Así, buscamos una declaración de líderes que sea consensuada y que tenga no sólo de lo que hay que hacer ante esta agenda, sino también que tenga específicamente instrumentos para saber cuáles son las medidas por adoptar.
-¿Qué pasa si en temas cruciales como el multilateralismo o el cambio climático se opone Estados Unidos abiertamente?
-Depende de los temas que se oponga. Por ejemplo en los grupos de trabajo que hubo hasta ahora en un tema como el cambio climático, Estados Unidos ha decidido que no va a ser parte del Acuerdo de París. Nosotros, como la inmensa mayoría de los países, somos de la idea de implementar ese acuerdo y allí se define que nos separamos en este tema cada uno por su lado o utilizamos una fórmula que pueda ser que el Acuerdo de París es un tema importante pero que no obligue a ningún país a que lo quiera cumplir. Además, hay una realidad que es que nadie puede obligar a ello. Tenemos que encontrar los modos que permitan establecer que el Acuerdo de París siga vigente.
-¿Y cómo se abordará un tema central como el debate del multilateralismo o proteccionismo en la cumbre? ¿cómo se acordará?
-Estados Unidos no dice que promueve el proteccionismo. Ellos dicen que adoptan determinadas medidas porque hay otros países que adoptan medidas proteccionistas. El tema del multilateralismo tiene que estar en el documento final del G20 porque ya hay mecanismos multilaterales en el mundo de hoy. El G20 es multilateralista. Muchos países no entienden que el multilateralismo es un modo de facilitar la cooperación internacional. Esto es muy importante y es una de las tareas que tenemos para la cumbre de presidentes. Encontrar de qué manera lograr una fórmula que permita mencionar el multilateralismo o encontrar una discusión de líderes de cómo encontrar la forma de arribar a un esquema mundial de multilateralismo adecuado.
El G20 es multilateralista. Muchos países no entienden que el multilateralismo es un modo de facilitar la cooperación internacional.
-¿Esta discusión se puede dar sin que esté plasmada en el documento final?
-La discusión posiblemente pueda que no esté plasmada en el documento pero lo importante es buscar fórmulas que permitan que todos puedan convivir con lo que la inmensa mayoría entiende que es que el multilateralismo hace a la esencia de una relación cooperativa entre Estados. Sobretodo un multilateralismo basado en reglas claras. Porque en países como el nuestro por ejemplo necesitamos garantías de que países más fuertes que el nuestro no nos van a llevar por delante. Necesitamos un acuerdo mundial para ello.
-¿Pero si no aparece el tema del multilateralismo no se corre peligro de que sea un texto lavado o híbrido?
-Bueno, por eso. Vamos a ver. Eso es lo que estamos trabajando. Apuntamos a que sea un documento sustantivo y que tenga significado pero que permita a todos convivir bajo un mismo sistema. Ese es el desafío que tenemos. Hasta ahora se viene cumpliendo eso. En las reuniones de ministros que tuvimos hay consensos sobre estos temas.
-¿Está el riesgo de reiterar el fracaso de la cumbre de la OMC donde no hubo documento?
-Eso es distinto porque allí hay 160 países. Y además la agenda de la OMC es particularmente de la OMC. Acá la agenda es de cada uno de los 20 estados que conforman el G20. Es muy diferente. Existe el riesgo pero los intereses están más claros aquí. En el caso de la OMC no fue por la incapacidad de la presidencia argentina de lograr un acuerdo sino por las circunstancias que no se llegó a un acuerdo. Sin embargo, en la comisión de finanzas de la OMC había logrado a un acuerdo que luego no se plasmó en el documento final.
-¿Entonces no percibe que ahora vaya a existir un fracaso?
-No, no lo sé si va a haber un fracaso o no. Si por fracaso se entiende una falta de acuerdo…
-No por una falta de documento final…
-Bueno documento va a haber. En el G20 hay un montón de temas que habrá consenso. Vamos a tratar de que haya el mayor de los consensos en todos los temas. Pero en los temas globales en el 95 % de los temas hay acuerdos.
-Puede haber un acuerdo en el 95% de los temas pero si no hay acuerdo en temas centrales como multilateralismo o cambio climático se va a percibir como un fracaso.
-Mire, en la cumbre del G20 en Alemania no hubo consenso por el cambio climático y eso no fue visto como un fracaso de la cumbre. Es que más que esperar un fracaso se está trabajando para que haya consensos. Lo que hay que tener en claro es que si no se llega a un acuerdo esto será un reflejo de lo que ocurre a nivel mundial. Esto excede a la presidencia argentina. En la cumbre del G20 de Hamburgo había 20 temas acodados y sólo en uno no hubo acuerdo. Yo me saco el sombrero con Alemania por haber logrado ese nivel de consenso. Aquí el documento va a ser el reflejo de cómo está hoy el mundo. Nosotros no somos actores pasivos. Hay que buscar fórmulas para preservar acuerdos para que eventualmente un país que no está de acuerdo en un tema cuando sea el momento se pueda sumar. La tarea es la mayor nuestra es buscar consensos. No a cualquier costo. Es decir, no reflejar un documento que no tenga sustancia. En la reunión de finanzas de Mar del Plata se habló de modernizar el sistema de comercio y eso es muy bueno. La Argentina busca ser componedor y esto forma parte de un proceso.
Apuntamos a que sea un documento sustantivo y que tenga significado pero que permita a todos convivir bajo un mismo sistema.
-¿Hay intenciones de sumar opiniones de países de America latina que no están en el G20?
-Ya hicimos los contactos en su momento con países de América latina para recoger sus inquietudes al igual que de los países africanos para tener no solo nuestra visión sino también la del resto del mundo.
-¿Qué va a cambiar esta cumbre para el argentino común que va a tener una Buenos Aires sitiada?
-Este es el organismo mas importante del mundo en materia de coordinación política, de finanzas y economía. Lo importante es que no solo estemos adentro sino que podamos manejar esa agenda. Cualquier argentino, hasta el último que atiende un kiosco se dará cuenta de la relevancia que tiene el hecho de estar en la decisión de estar entre los países que fijan los precios de lo que se vende en ese kiosco. Es mejor que si se está afuera. No somos parte sino que también fijamos la agenda. Es un desafío muy grande, enorme, pero le da a la Argentina una relevancia fundamental.
-¿Qué temas la Argentina buscará imponer en la agenda del G20?
-La presidencia argentina tomó temas que ya venían del G20 y le sumó en la agenda temas como el futuro del empleo con inclusión que es fundamental para cada argentino y para el mundo. Las inversiones para infraestructura para el desarrollo, la cuestión de un futuro sustentable, la cuestión de género y la lucha contra la corrupción son temas que estamos incorporando. Desde el G20 tenemos la posibilidad de marcar la agenda. El hecho de que todos los países quieran estar en el G20 muestra lo bien posicionados que estamos.
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