El gobierno porteño ratificó en su puesto a Martín Ocampo, el ministro de Seguridad a cargo del operativo que falló y permitió las graves agresiones al micro que trasladaba al plantel de Boca Juniors hacia el estadio Monumental para disputar la Superfinal de la Copa Libertadores ante River Plate.
"Hicimos un operativo importante; había muchos efectivos de la Ciudad y de fuerzas federales. Había tres anillos de operación, pero algo no funcionó bien. El ministro (Ocampo) está en su cargo y estamos investigando todo lo sucedido el sábado", aseguró el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, en declaraciones a radio La Red.
El funcionario, además, volvió a vincular los incidentes con la barra brava de River y con el allanamiento policial que se realizó el pasado viernes, que desarticuló un circuito paralelo de ventas de entradas. "Estamos trabajando, mirando todos los videos, las imágenes, queremos ver la participación de los barras, quiénes son y por qué la gente llegó a ese punto", amplió Santilli en declaraciones a radio Mitre.
"Vamos a tomar medidas en estos días y vamos a avanzar a fondo para detener a los responsables. El ministro de Seguridad nos tiene que informar exactamente quiénes estaban al frente del operativo", detalló.
Ayer, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anunció la orden para realizar un sumario interno dentro del Ministerio de Seguridad para determinar las responsabilidades del operativo fallido. "La responsabilidad del operativo es de la policía de la ciudad donde colaboran fuerzas federales, en el caso del G-20 será al revés, pero en este caso es así", expresó en conferencia de prensa.
El titular del Ejecutivo porteño habló luego de la confirmación de la suspensión del partido por parte del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez. "Hay algo con lo que es muy difícil luchar, que es la estupidez humana. Cuando vemos esas imágenes de una madre poniéndole unas bengalas a una chiquita que tendría cinco o seis años, o cuando vemos a energúmenos que solo fueron a tirar piedras, muestran que la estupidez humana que está muy presente alrededor del fútbol muchas veces no tiene límites".
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