Ni afuera de Ferro ni adentro del nuevo microestadio se vieron banderas políticas, aun cuando la 8 Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales es un hecho eminentemente político. No es partidario. Y el debate de toda la semana que integra a varios de los líderes de la última década en la región tuvo en su primera oradora, la ex presidente de Brasil Dilma Roussef, un mensaje que atraviesa gran parte de lo que se oye arriba y abajo del escenario, y que en vísperas del 2019 en Argentina tiene un eco particular: "Tenemos que hacer todas las alianzas necesarias para combatir al neoliberalismo".
La convocatoria a "juntarnos todos" para armar "un frente democrático" la hizo no una sino varias veces durante una charla que llevó adelante el rector de la Umet, Nicolás Trotta. Claro, con Roussef no fue una conversación porque la ex mandataria brasileña apenas dejó que su entrevistador le hiciera tres o cuatro preguntas a las que respondió en dogma de discurso. En su análisis, Rousseff, que fue destituida por el Congreso de su país, se refirió a "un golpe de Estado"y una "dictadura".
Tenemos que hacer todas las alianzas necesarias para combatir al neoliberalismo
"Hasta las piedras sabían que no había pruebas para probar corrupción", aseguró sobre lo que sucedió con ella antes de apuntar que solo así se avanzó en Brasil con reformas como la laboral, "que después de medio siglo precarizó el trabajo".
Después cuestionó el proceso judicial contra Lula Da Silva. "No bastaba condenarlo, no bastaba detenerlo, también le sacaron todos sus derechos", denunció nuevamente y responsabilizó a "la extrema derecha".
En un marco donde se reconoce su liderazgo (fue ovacionada y se cantó de pie por "Lula Libre") Roussef mencionó una "operación" en Brasil y la búsqueda de la despolitización para allanarle el camino al presidente Jair Bolsonaro, a quien sin embargo no señaló por su nombre y apellido.
Describió un "componente claro de neofascismo en Brasil", un "alineamiento con Estados Unidos", "la destrucción del Estado" y "un neofascismo que no solo busca destrozar al Partido de los Trabajadores sino también todas las conquistas del movimiento social".
Sentada en un living blanco y en una puesta en escena para su difusión en TV, Internet y redes sociales, la ex presidente del Brasil convocó a "resistir" y estar "todos juntos", porque "hay una sola forma de enfrentar a los neoliberales. "Tenemos que hacer todas las alianzas necesarias para combatirlos, esa es nuestra solución".
"El rey está desnudo", metaforizó luego al referirse al juez del Lava Jato, Sergio Moro: "No es trivial ni banal que el juez que juzgó y condenó, el juez que prohibió y que estaba de vacaciones en Portugal para no cumplir una decisión del tribunal, se transformó en el ministro de Justicia" de Bolsonaro.
En las primeras filas escuchaban su disertación intelectuales, sociólogos, y muchos dirigentes políticos, en su mayoría cercanos al kirchnerismo como Oscar Parrilli, Leopoldo Moreau, Roberto Baradel, diputados de La Cámpora como Horacio Pietragalla y Gabriela Estevez; Jorge Taiana, entre otros. Cuando estaba terminando la primera exposición llegaron Agustín Rossi y Martin Sabbatella para escuchar a Cristina Kirchner, que habló a las 13 horas, 90 minutos después de lo que se había anunciado.
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