La Cámara de Senadores aprobó -con 57 votos a favor y 4 en contra- algunas modificaciones al proyecto de suba del Impuesto a los Bienes Personales para que este no incluya a los inmuebles usados como "casa habitación" si tienen una valuación de hasta $18 millones (unos USD 475.000). Ahora deberá volver a Diputados, donde el proyecto había sido aprobado junto con el Presupuesto 2019, para que los cambios sean refrendados.
Las modificaciones, impulsados por la bancada peronista que lidera Miguel Ángel Pichetto, son interpretados como un gesto hacia la clase media urbana. Especialmente si se tiene en cuenta que los inmuebles rurales ya habían sido eximidos del impuesto. Estos estaban incluidos en el dictamen original del proyecto pero el malestar manifestado por "el campo" forzó al oficialismo a dejarlos afuera.
El incremento del Impuesto a los Bienes Personales tiene como objetivo afianzar la recaudación y fue parte de las negociaciones para la aprobación del Presupuesto 2019. Debido a que parte de los fondos son coparticipables, los gobernadores lo habían pedido para compensar, al menos en parte, el esfuerzo fiscal que la Nación le trasladó a las provincias en el marco del ajuste fiscal acordado con el FMI.
A partir de 2019 la nueva ley llevará la base imponible del impuesto a $2.000.000 (hoy es $1.050.000). Además, elevará las alícuotas para quienes tienen mayor poder adquisitivo: los que declaren bienes entre $2.000.000 y $5.000.000 pagarán una tasa de 0,25%; de $5.000.000 a $10.000.000 tributarán 0,50%, y a partir de los $20.000.000, la tasa será de 0,75 por ciento.
Con esta modificación, aquellos sujetos que estén alcanzados por el impuesto podrán deducir hasta $18 millones de su vivienda, siempre y cuando sea única y para ocupación familiar. En el caso de que el inmueble esté alquilado sí tributará por el total de su valor. Por otra parte, cada familia podrá deducir del impuesto un solo inmueble. En el caso de tener más propiedades, las restantes pagarían con alícuota plena y sin posibilidad de aplicar aquellas deducciones.
Según los cálculos del oficialismo, dejar afuera las propiedades que funcionan como hogar de familia tendría un impacto en la recaudación de entre $3.000 millones y $4.000 millones.