La Sala I de la Cámara Federal confirmó el procesamiento del ex ministro de Planificación durante el kirchnerismo, Julio De Vido, por los delitos de administración fraudulenta y cobro de sobornos (cohecho) en la ampliación de gasoductos que realizó la empresa sueca Skanska.
Los camaristas Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens confirmaron los procesamientos que había dictado hace un año el juez Sebastián Casanello contra De Vido, el ex secretario de Obras Públicas, José López, y el ex gerente de Fideicomisos del Banco Nación, Néstor Ulloa, ex directivos de la compañía constructora sueca y representantes de las empresas que permitieron la facturación falsa utilizada para pagar los retornos.
Casanello había señalado que el procedimiento de contratación (de licitación pública a concurso privado) fue un "punto significativo" a partir del cual se dio lugar "a los sobreprecios de las obras". Así, la diferencia entre los precios presupuestados para las obras y lo pagado por todas las obras del Proyecto se estima que ascendió a 185 millones de pesos. Los sobornos detectados, en tanto, se calcularon en 14 millones de pesos.
Las coimas se instrumentaron a través de cheques librados entre noviembre de 2004 y abril de 2006. Y el origen de esos cheques eran facturas apócrifas que recibían de empresas que imputaban falsamente costos (por bienes y servicios no prestados) a las obras del Proyecto de Ampliación de Gas 2005.
Los camaristas federales señalaron sobre la responsabilidad de De Vido: "En este contexto, el criterio de adjudicación volcado en el auto de procesamiento luce correcto. Existen suficientes elementos de juicio para concluir que intervino en el diseño e implementación de la estructura normativa sobre la cual se apoyaron los trámites examinados, y que, a pesar de haber delegado funciones administrativas en cabeza de la Secretaría de Energía y el ENARGAS, desde su posición como titular de la cartera nunca se desentendió de los detalles y pormenores de las negociaciones comisionadas, conociendo que las obras resultarían adjudicadas de manera irregular, con la aplicación de la modalidad de concurso privado en lugar de licitación pública, en perjuicio del Fondo Fiduciario. Con respecto a esto último, es preciso subrayar la importancia que tuvo para el desenlace de las contrataciones que se haya evitado realizar una licitación pública, a pesar del tipo y magnitud de las obras que debían desarrollarse. En este sentido, es cierto que la invitación a un grupo reducido de oferentes impidió que la administración seleccionara, entre un espectro amplio de alternativas, aquella que mejores condiciones presentara para sus intereses. Pero acierta el juez cuando afirma que en este caso en particular la modalidad escogida fue la herramienta para privilegiar de manera directa a la empresa elegida".
El caso Skanska estuvo virtualmente parado durante años debido a diversas maniobras judiciales llevadas adelante por el kirchnerismo en los Tribunales. Fue el fiscal Carlos Stornelli quien pidió la reapertura de la causa judicial que fue conocida como el primer caso de corrupción del gobierno de Néstor Kirchner.
Durante el kirchnerismo se había anulado como prueba una grabación entre un auditor interno de Skanska y uno de los ejecutivos involucrados en la maniobra. En esa grabación se hablaba de valijas que les llevaban "al pingüino de acá cerca". Skanska tenía sus oficinas a pocas cuadras de la Casa Rosada.
Los camaristas hicieron referencia a aquella grabación: "De ella surge información clave que permite considerar verosímil la hipótesis sobre el pago de sobornos en beneficio de los funcionarios que, con su intervención ilícita, coadyuvaron al direccionamiento de la contratación en favor de Skanska. En el audio, el Gerente Comercial de la firma sueca no sólo reconoce el egreso de sumas de dinero destinadas al pago de sobornos en dirección a ENARGAS y Nación Fideicomisos; además admite que el monto de esa retribución había sido calculado desde la génesis del proyecto, cuando se entablaron las negociaciones que asegurarían la adjudicación de las obras".
La Cámara también confirmó los procesamientos de los ejecutivos de Skanska, Mario Alberto Piantoni, Gustavo Angel Vago, Ignacio de Uribelarrea, Eduardo Pedro Varni, Héctor Osvaldo Obregón, Javier Azcárate, Alejandro Gerlero, Roberto Zareba y Juan Carlos Bos. Sobre los ejecutivos de la firma sueca los camaristas dijeron que "en suma, el análisis integral y conglobado de los elementos de convicción reunidos en el expediente no sólo demuestra que este grupo de imputados, todos ellos dependientes de Skanska, tuvieron una intervención jurídicamente reprochable en las etapas de negociación de los contratos y de aprobación de los pagos por operaciones comerciales simuladas, también permite concluir que los imputados desplegaron sus conductas conociendo efectivamente que con ellas estaban contribuyendo a la maniobra ilícita objeto de investigación, y que eran funcionales al acuerdo espurio sellado entre la empresa y los funcionarios públicos".
También quedó confirmado el procesamiento de los dueños de las empresas que emitieron facturas truchas para que a través de los pagos no realizados se pudiera canalizar el dinero para las coimas.