El presidente Mauricio Macri confirmó que las finales de la Copa Libertadores entre Boca y River se jugarán con hinchas visitantes. La decisión se adoptó en una reunión de trabajo realizada esta mañana en el Ministerio de Seguridad, aseguró el jefe de Estado en diálogo con radio La Red.
Esta mañana, el mandatario había asegurado en redes sociales que iban a trabajar para garantizar la presencia de hinchas de los dos equipos. Apenas tres horas después, confirmó que los encuentros se jugarán con las dos parcialidades. La decisión sorprendió a los presidentes de los clubes e incluso al Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, que hasta este viernes decía que no estaban dadas las condiciones para organizar un espectáculo con estas características.
"Esta mañana cuando me levanté dije: vamos a hacer que esta final tenga realmente todos los condimentos que tuvieron otras finales en otro momento de la Argentina", contó el jefe de Estado cuando le consultaron sobre los motivos que lo llevaron a tomar esta decisión.
Y argumentó: "Esta final nunca se va a volver a repetir porque el año que viene la final se va a jugar en un solo partido y en un estadio neutral en otro país. Esta oportunidad histórica la tenemos que inmortalizar con un espectáculo completo y completo es que haya hinchada visitante".
Mañana los ministros Patricia Bullrich y Martín Ocampo anunciarán los detalles de los operativos de Seguridad. En principio, el primer encuentro decisivo para definir al campeón del torneo continental se jugará el sábado 10 de noviembre, a las 16, en La Bombonera. La revancha fue pautada para el 24 de noviembre.
Todavía está pendiente una resolución de la Conmebol sobre un planteo que realizó Gremio para que le quiten los puntos de la segunda semifinal al Millonario. Entre hoy y mañana se conocerá la decisión, pero se descuenta que el equipo que preside Rodolfo D'Onofrio estará en la finalísima, no así su técnico Marcelo Gallardo, que será sancionado por haber violado una sanción que le impedía ingresar al vestuario.
Al ser consultado sobre una eventual reacción del público de River en el Monumental si finalmente Boca se consagra campeón, Macri contestó: "Estamos preparados, la Argentina nos sorprende a nosotros mismos, a los argentinos. Miren cómo vivimos los Juegos Olímpicos en la Ciudad, no hubo un episodio de nada, eso demuestra que hay algo que está cambiando".
El jefe de Estado recordó una anécdota personal: "Mi hija me pidió ir a la final de la Champions entre Atlético y Real Madrid en Portugal y ver que ambos públicos llegaban a la cancha mezclados, con sus camisetas. En las tribunas estaban mezclados. Hacia ahí tenemos que ir. Ahí no había uno que no fuera fanático pero tenés que ser respetuoso del otro. No hay que limitarse, pero hay que comprometerse seriamente y respetar al otro".
El último Boca-River por torneos oficiales que se disputó con simpatizantes de las dos parcialidades se jugó este año en Mendoza por la Supercopa. Por campeonatos locales, fue en 2013, en La Boca. El partido terminó 1 a 1 y no hubo incidentes. También se disputaron varios clásicos con ambas hinchadas por torneos de verano.
En la Argentina, hace varios años que la mayoría de los encuentros de fútbol se juegan sin público visitante por una cuestión de seguridad. Hay casos en los que ni siquiera pudieron ir los locales. Ayer, por ejemplo, en un encuentro de Copa Argentina Newell’s y Rosario Central jugaron con las tribunas vacías.