Jorge Faurie vinculó a Nicolás Maduro con Hezbollah y el dictador lo acusó de "falso y temerario"

El canciller argentino dijo que la organización terrorista está brindando "capacitación militar" en el país caribeño

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Jorge Faurie, canciller argentino
Jorge Faurie, canciller argentino

Durante una audiencia en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Jorge Faurie aseguró que la organización terrorista Hezbollah opera en Venezuela con la autorización del gobierno de Nicolás Maduro. Hezbollah está acusada de participar en el ataque a la AMIA y de haber montado un sistema celular en la Triple Frontera para traficar drogas y lavar dinero destinado a financiar atentados terroristas en Medio Oriente.

"En Venezuela están actuando ahora fuerzas foráneas a la nación. Hezbollah está dando capacitación militar en la región vecina a Guyana. Son los informes de seguridad que existen", sostuvo el canciller argentino.

Las afirmaciones de Faurie iniciaron un nuevo conflicto bilateral con el régimen de Maduro que rechaza todos los intentos diplomáticos destinados a resolver la crisis social, económica y humanitaria que sufre Venezuela. El Encargado de Negocios de la Argentina en Caracas, Eduardo Porretti, fue ayer convocado de urgencia por la cancillería venezolana para protestar formalmente por los comentarios de Faurie en la Cámara baja. Porretti recibió un escrito oficial de dos carillas, adonde se califican de "falsas y temerarias" las declaraciones del canciller argentino ante la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados.

Mauricio Macri lideró los cuestionamientos regionales al gobierno populista de Venezuela, pero nunca avanzó en vincular a Maduro con el régimen fundamentalista de Irán. Hezbollah es una organización terrorista financiada por Teherán que pretende eliminar al estado de Israel y que ejecuta negocios ilícitos en la Triple Frontera para financiar ataques en Medio Oriente.

El dictador venezolano Nicolás Maduro (Reuters)
El dictador venezolano Nicolás Maduro (Reuters)

Por informes de inteligencia de Estados Unidos y la Comunidad Europea ya está comprobado que asesores cubanos prestan colaboración logística al gobierno de Maduro, y ahora Faurie agregó que también Hezbollah opera en Venezuela con el objetivo de entrenar a tropas que responden al régimen populista.

En la protesta formal entregada al diplomático argentino Porretti, la cancillería de Venezuela exige que Faurie respete los conceptos de soberanía, la no injerencia en los asuntos internos y la autodeterminación de los pueblos. Y califica sus declaraciones sobre la presencia de Hezbollah en Venezuela como "verdaderamente peligrosas e irresponsables".

La protesta escrita de Maduro encierra una paradoja: considera que Faurie violó la norma de no injerencia en los asuntos internos de Venezuela y a continuación sostiene que el canciller hizo referencia al grupo terrorista pro iraní con "el propósito de distraer a su opinión pública interna de la grave situación económica que aqueja al hermano pueblo argentino".

La crisis institucional del régimen de Maduro implica que miles refugiados venezolanos se encuentren a la deriva en distintas ciudades de América Latina. El Grupo Lima y la Unión Europea han planteado distintas alternativas para iniciar una hoja de ruta que permita una transición democrática en Venezuela. Sin embargo, esas alternativas diplomáticas fueron boicoteadas por Maduro y su régimen, que se aferran al poder y niegan una crisis social que aún no se sabe cómo terminará.

Donald Trump ya comenzó a buscar una salida alternativa a la crisis de Venezuela, y no descarta una ofensiva militar para terminar con el gobierno de Maduro. Jair Bolsonaro, presidente electo de Brasil, tiene una mirada más agresiva que el Grupo Lima respecto a la situación en Venezuela. Y la denuncia de Faurie sobre células de Hezbollah operando en territorio venezolano es un argumento ideal para los halcones de la Casa Blanca.

Irán es un enemigo declarado de Trump y la supuesta presencia de Hezbollah entrenando tropas de Maduro puede terminar de convencer al presidente americano acerca de enterrar los métodos pacíficos para resolver la crisis de Venezuela. No sería la primera vez que Estados Unidos declara una guerra apoyado en informes de seguridad e inteligencia que solo eran prosa y humo.

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