¿Puede el mercado aportar alguna solución a la crisis ambiental que atraviesa el planeta? Esa es la respuesta que bancos, inversores y estados ensayan con una herramienta que no es nueva, pero que ha ganado fuerza en los últimos tres años: se trata de los bonos verdes. Empujados por su inclusión en el Acuerdo de París, en el que 197 países se comprometieron a luchar contra el cambio climático, los bancos, pero especialmente los estados han comenzado a emitir estas herramientas financieras que sólo pueden ser utilizadas para combatir el calentamiento global.
Es el caso de la ciudad de París, que en 2015 emitió un bono de 3 millones de euros y que, hoy, contagia a otras urbes del mundo como Los Ángeles, San Francisco, Beijing o incluso Buenos Aires que analizan este tipo de inversión.
Emmanuel Grégoire, vicealcalde de París, presente en Buenos Aires por el Urban 20, conversó con Infobae sobre esta herramienta financiera. "Los bonos verdes son una nueva herramienta para las ciudades; muy importante especialmente para los gobiernos que se han puesto como objetivo luchar contra el cambio climático. Es por eso que lanzamos nuestro primer bono verde en 2015 en París de tres millones de euros y se utilizó para poder financiar nuevas formas de movilidad y de construcción. Fue una experiencia muy interesante para nosotros porque hubo muchos inversores interesados. Esto representa más trabajo para la administración porque es un proceso más complejo pero creemos que vale la pena", sostuvo el funcionario que reemplazó a la alcaldesa socialista Anne Hidalgo, que no pudo viajar por problemas de agenda.
Los bonos verdes o emisiones verdes se diferencian de los bonos convencionales en el destino final de los fondos obtenidos. Los bonos del estado, por ejemplo, tienen como objetivo financiar el déficit público. En el caso de los bonos verdes, el destino final ha de ser algún proyecto de carácter sostenible como puede ser fomento de energías renovables, construcción sustentable o proyectos de movilidad bajos en carbono.
"No sólo se trata de dinero, es una herramienta que permite mejorar en transparencia y las discusiones con los ciudadanos sobre qué hacer con esos fondos. Cuando uno explica que ese dinero se invertirá en luchar contra el cambio climático, en transición energética o en renovables, la discusión se hace más sencilla", agregó.
Grégoire contó a Infobae que, dada la experiencia de París y de Francia, "ya existen discusiones con muchas ciudades y hay varias interesadas en emitir bonos verdes. San Francisco, Los Ángeles, Buenos Aires, Beijing, Seúl están pensando en esta herramienta y de hecho hay algunas que los emitirán próximamente".
El diálogo con el funcionario parisino se concretó luego del encuentro, organizado por el banco Crédit Agricole y la embajada francesa sobre el futuro de las Finanzas Verdes en el contexto del G20.
"Luchar contra el cambio climático depende de muchas cosas, especialmente en lo que respecta al comportamiento individual, pero el financiamiento es la clave para la mitigación. Nosotros tenemos que cambiar nuestros modelos de producción, de economía y es necesario demostrar que debe ser de una forma dinámica y sustentable. Tenemos que invertir mucho dinero en transporte, nuevas construcciones, pero no es suficiente. Si queremos tener éxito tenemos que cambiar nuestras costumbres, tiene una dimensión social. Y las ciudades son el sector más indicado para hacerlo, como dijimos hace dos días durante el Urban 20: la lucha es global y la acción es local", agregó Grégoire.
Ayer, durante la última jornada de la cumbre de alcaldes que se realizó en Buenos Aires, se entregó al presidente, Mauricio Macri, el comunicado final en el que la acción climática ocupa un lugar destacado entre las recomendaciones. De hecho, el segundo punto de ese documento recomienda a los líderes de las 20 economías más importantes del mundo a: "Apoyar la diversificación de los recursos financieros disponibles para soluciones de mitigación y adaptación a nivel local, dando a las ciudades la capacidad de emprender acciones climáticas ambiciosas que impulsen la implementación global del Acuerdo de París".
"El cambio climático es el componente más importante de nuestro comunicado y queremos demostrar que las grandes ciudades del G20 son responsables y están tratando de cambiar el modo en que funciona la producción. Es importante que Argentina organice este evento, así como la ciudad de Buenos Aires, porque creemos que tanto el jefe de gobierno [Horacio Rodríguez Larreta] como el presidente Macri encontrarán los argumentos para explicar a los líderes de que tenemos que encontrar el modo de luchar contra las inequidades, el desempleo y el cambio climático. Tenemos que combinar todos esos aspectos".
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