La Unión Europea dejó claro su mensaje en la cumbre de alcaldes que se celebra en Buenos Aires: el cambio climático es uno de los principales retos que el mundo debe afrontar y no hay tiempo para perder. Así lo manifestó Aude Maio-Coliche, embajadora de la UE en la Argentina durante la apertura del panel "Haciendo local el Acuerdo de París" y en el diálogo que mantuvo, a solas, con Infobae.
"Abordar la problemática del cambio climático es fundamental. El movimiento para luchar contra el cambio climático tiene muchos años: el Protocolo de Kyoto fue el primer compromiso en los 90 y la Unión Europea ha estado muy comprometida con la baja de emisiones de gases contaminantes desde el principio. Luego, el Acuerdo de París logró que haya un compromiso de todos los países del mundo. En la UE nos habíamos comprometido a bajar las emisiones de gases en un 20% tomando como base los niveles de 1990. Eso lo hicimos y a la vez tuvimos un crecimiento de la economía. Ahora vamos por más. Es posible luchar contra el cambio climático y crecer económicamente, no es contradictorio", sostuvo.
-¿Y en esa discusión cómo entran las ciudades?
-Las ciudades son probablemente la entidad más cercana a la ciudadanía con herramientas para actuar directamente sobre la baja de emisiones. Aquí en este evento uno de los temas que se están tocando es cómo puede funcionar esa gobernanza multinivel que involucra a los gobiernos nacionales, regionales y municipales.
-El problema es que, según el último reporte internacional, no tenemos mucho tiempo
-Es una suerte de nueva revolución, como tuvimos la Revolución Industrial y ahora estamos hablando de la revolución digital, esta nueva se trata de cómo nos transportamos, cómo consumimos energía de otra forma. Ese es el salto que todos debemos dar. Todavía estamos en negociaciones de cómo se hace el monitoreo de estos compromisos [según lo que cada país firmó en el Acuerdo de París] y es el objeto de la próxima COP 24, en Polonia. El problema es que no tenemos más tiempo para hablar y para negociar; es necesario ese proceso obviamente pero a la vez es necesario actuar y ahí entran las ciudades.
-Uno de los grandes problemas para las ciudades es el financiamiento
-La UE también asumió el compromiso en el Acuerdo de París de que los países desarrollados contribuyeran con fondos para apoyar la baja de emisiones en los países menos desarrollados. Cumpliendo con este compromiso, aporta su porcentaje a través de varias iniciativas. Con América Latina tiene el programa Euroclima +, que permite el intercambio de experiencias en materia de políticas de cambio climático y asistencia técnica. También damos un apoyo muy fuerte a las ciudades a través del apoyo al Pacto Global de Alcaldes, que comenzó en Europa y se extendió al mundo entero. El apoyo se da a ciudades que se comprometen a bajar sus emisiones en tres etapas primero la medición, luego el compromiso y luego la acción.
-¿De qué forma el cambio climático puede incluirse en estos debates del G20?
-El cambio climático es uno de los grandes temas del mundo de hoy. El G20 surgió con la primera función de resolver la crisis financiera, después se decidió que se incluyeran las grandes temáticas que deben trabajarse a nivel mundial. En el G20 es esencial que todos los países que se han comprometido a bajar sus emisiones sigan reafirmando su compromiso porque el G20 muestra la tendencia hacia el futuro.
Compromiso insuficiente
Según informes de organismos internacionales, los compromisos (NDCs) que los países han realizado voluntariamente tras la firma del Acuerdo de París, continúan siendo insuficientes para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1.5ºC para 2050, meta contemplada en el Acuerdo de París.
Para lograr el objetivo, más de 9.000 ciudades en todo el mundo están involucradas en la lucha frente al cambio climático en el marco del Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía, la mayor alianza global de ciudades y gobiernos locales comprometidos voluntariamente por frenar el calentamiento global, y 70 de ellas ya se encuentran desarrollando estrategias a largo plazo para reducir las emisiones para el año 2050.
Un ejemplo del compromiso por el cumplimiento de los acuerdos es el de las ciudades de Buenos Aires y Quito, que han llamado recientemente a la realización de esfuerzos adicionales por parte de las naciones, con apoyo de los actores locales y regionales, que permitan luchar de forma más efectiva contra el cambio climático.
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