La idea de la unidad del peronismo sin Cristina Kirchner que se expuso en Tucumán durante el Día de la Lealtad no encontró una buena recepción entre los intendentes bonaerenses, quienes están completamente alineados a la ex presidenta y trabajan en bloque para fortalecer a Unidad Ciudadana en la provincia de Buenos Aires.
La mayoría de los dirigentes políticos que participaron del festejo tucumano impulsan un acuerdo de unidad amplio pero que no tenga a Cristina como candidata. Quieren que dé un paso al costado ya que, según estiman, ese movimiento puede generar las condiciones necesarias para que las diferentes vertientes se acerquen a un punto común.
Los dirigentes que estuvieron en el encuentro en Merlo tienen una postura diferente y una lógica de construcción de poder que marca la desigualdad de criterios que tienen con respecto al armado donde militan gobernadores y dirigentes del peronismo federal. "Los que estaban en el acto de la provincia de Buenos Aires suman más del doble de votos que todos los dirigentes que estaban en Tucumán. Es simple. El peronismo de Buenos Aires es el 40% del país", resumió un dirigente de trayectoria que forma parte de las filas kirchneristas.
"Nosotros negociamos la unidad pero con Cristina adentro. Mide 30 puntos en la provincia, es imposible prescindir de ella", le aseguró a Infobae uno de los intendentes más importantes del conurbano. Su pensamiento describe con sencillez el razonamiento que hacen los jefes comunales que gobiernan las localidades más humildes de la provincia. Los números son los que mandan.
No hay posibilidad de avanzar en un acuerdo de unidad si el peronismo quiere sacar del medio a Cristina. De eso están convencidos los intendentes, quienes no están dispuestos a dar el brazo a torcer frente a los gobernadores y legisladores que públicamente han dado señales claras de que se puede lograr la unidad pero que el ciclo de la ex presidenta está terminado.
Para los intendentes peronistas de Buenos Aires la ex jefa de Estado tiene que participar del armado definitivo que el peronismo tenga en el 2019, pero eso no implica que ella sea candidata. Ese reparo puede ser fundamental si con el pasar de los meses las posturas del peronismo y el kirchnerismo se ablandan y la negociación por la unidad avanza.
Hay un punto en el que coinciden los dirigentes del peronismo federal con los intendentes. En ambos sectores están seguros de que Cristina, llegado el caso, no participaría de una PASO. "No quiso enfrentar a (Florencio) Randazzo, menos se va a meter en una interna donde pueda haber tres o cuatro candidatos", reflexionó uno de los intendentes que se mueve en territorio kirchnerista.
Si las reglas del juego son las PASO, entonces que Cristina compita con su fuerza y las diferencias de todo el peronismo se diriman en una elección. Eso creen los gobernadores Juan Manzur (Tucumán), Domingo Peppo (Chaco) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego). También lo considera el líder de Cumplir, Florencio Randazzo, que forma parte del mismo espacio y sostiene desde el año pasado que el peronismo debe utilizar esa herramienta electoral para definir los candidatos. Sin excusas ni privilegios.
Las encuestas que consumen en las oficinas peronistas y kirchneristas siguen marcando que Cristina Kirchner tiene un techo en la cantidad de votos que puede obtener. Si hoy tuviera que enfrentar un ballotage con Mauricio Macri, no lo ganaría. Las elecciones del 2017, en las que la ex presidenta quedó en el segundo lugar, generaron un aprendizaje en los dirigentes K. Cristina es la dirigente opositora que mayor respaldo popular tiene pero con ese potencial no alcanza. Hace falta ampliar la base de sustentación para evitar que los votos se dispersen. Entonces, las negociaciones para converger son válidas y más temprano que tarden se multiplicarán.
Un intendente que gobierna una de las localidades más pobladas de Buenos Aires fue concreto al momento de poner en palabras las limitaciones que la ex jefa de Estado genera en la reorganización del peronismo. "Cristina tiene que tomar una decisión entre diciembre y febrero. Si llega a ese momento con las encuestas que la posicionan perdiendo y sin poder ganar el ballotage, debería dar un paso al costado. Sería lo ideal", afirmó. Los intendentes son pragmáticos. No suelen morir con las botas puestas.