La investigación que busca determinar los vínculos entre el narcotráfico y la política en Paraná avanzó un poco más en las últimas horas. El juez federal Daniel Alonso allanó ayer la municipalidad de la capital de Entre Ríos, donde se secuestró los teléfonos celulares del sospechado intendente Sergio Varisco y su hija Lucía, presidenta de la Juventud Radical de Paraná.
Alonso tramita la causa que investiga las amenazas al juez Leandro Ríos y al director de la revista Análisis, Daniel Enz. Ríos lleva adelante el expediente madre, donde el intendente de Cambiemos y sus funcionarios están acusados de ser parte de una red de narcotráfico.
Según la denuncia, las amenazas se produjeron la mañana del jueves 16 de agosto. Los mensajes, que salieron desde el Poder Ejecutivo municipal, decían que les iba a poner una bomba al periodista Enz y el juez Ríos si avanzaban con las investigaciones.
El hecho intimidatorio coincidió días antes que la Cámara Federal, integrada por los jueces Mateo Busaniche, Cintia Gómez y Beatriz Aranguren, confirmara el procesamiento contra el intendente Varisco y el resto de los imputados, entre ellos, "Tavi" Celis.
¿Por qué la Justicia secuestró los celulares del jefe comunal radical y su Lucía? Entre uno y otro mensaje -fue en un lapso de 5 minutos-, desde el número donde salieron las amenazas se comunicaron, poco después, con los teléfonos de padre e hija.
Sin embargo, lo cierto es que el celular donde se emitieron las amenazas nunca apareció durante el allanamiento realizado este viernes por la Policía Federal, indicaron fuentes locales.
El fiscal de Paraná Francisco Avero señaló que el intendente Varisco se encontraba trabajando al momento del procedimiento y que inmediatamente "se puso a disposición de los efectivos".
La causa a cargo del juez Daniel Alonso está caratulada como "coacción agravada".
Varisco, de extracción radical, quedó involucrado en la causa que investiga el juez Ríos por un presunto "acuerdo político" con Celis, que se instrumentaba mediante la organización Movimiento Vecinal Oeste.
En su libro Cenizas del narco, el periodista Daniel Enz señala que "Tavi" se acercó a Varisco a través del actual concejal Pablo Hernández, de Cambiemos. Esa relación se remonta desde 2011 pero se estrechó mucho más en 2015, antes de las elecciones.
Ríos fundamenta sus sospechas contra el intendente de Paraná por un cuaderno que encontró en la casa de la mujer del jefe narco. En el cuaderno hay una anotación con fecha 28 de abril de 2018 de un viaje para abastecerse de cocaína y se "hace alusión a los 40.000 pesos que le entregaron a Lemos en una reunión que mantuvo en la Municipalidad de Paraná".
El material probatorio contra Varisco se complementa con unas escuchas telefónicas y mensajes de WhatsApp que consiguió la Policía Federal tras allanar la celda de Tavi en la Unidad Penal N°1 de Paraná. En una de esas conversaciones, el narco dice al concejal Hernández "su fastidio" por la falta de "ayuda" del intendente, entre otros mensajes comprometedores.
De confirmarse los vínculos entre Varisco y el crimen organizado, el caso se convertirá en un símbolo a escala nacional, ya que comprobaría los nexos de las redes del narcotráfico y el opaco financiamiento de la política.
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