El empresario Carlos Wagner, pieza clave del sistema de las coimas, declaró bienes por más de 1.300 millones de pesos

Fue quien describió las reuniones en la sede de la Cámara Argentina de Empresas Viales, donde se arreglaban las licitaciones públicas

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Carlos Wagner, junto a la ex presidente Cristina Kirchner (NA)
Carlos Wagner, junto a la ex presidente Cristina Kirchner (NA)

Carlos Wagner fue una pieza clave del sistema de coimas instrumentado durante las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner. El dueño de ESUCO se encargó de "bajar los requerimientos" de los organizadores de la asociación ilícita a los integrantes de la Cámara de la Construcción. Pero también pagó coimas para recibir obras. Según las anotaciones del chofer Oscar Centeno, los recaudadores K, liderados por Roberto Baratta, fueron al menos siete veces a las oficinas de Wagner, en San José 151.

Wagner generó uno de los primeros cimbronazos en la causa judicial cuando describió las reuniones en la sede de la Cámara Argentina de Empresas Viales, donde se arreglaban las licitaciones públicas.

El empresario cercano a los Kirchner y amigo personal de Julio De Vido también fue uno de los primeros que dieron cifras concretas: dijo que los empresarios pagaban casi todo el anticipo, que rondaba entre el 10% y el 20% del monto total de la obra. Luego José López afirmó que era la mitad del anticipo, y en aquellos casos que no había anticipo, la coima se reducía a un 3%.

Wagner aparece mencionado 79 veces en la resolución del juez Claudio Bonadio, que lo procesó como miembro de la asociación ilícita.

Aunque ya había sido investigado en otras causas judiciales, la causa de los cuadernos aportó detalles hasta ahora desconocidos sobre la fortuna personal del empresario que presidió la Cámara de la Construcción entre 2004 y 2012.

Al cierre de 2017, Wagner declaró bienes por más de $1.344 millones. Su patrimonio, en blanco, se integra con 13 bienes en el país, valuados en $162.157.969, 9 bienes en el exterior ($39.255.302), y otros 40 bienes exentos de impuestos por $1.143.157.252. Los datos surgen de la última declaración jurada de bienes personales presentada ante la AFIP.

Las declaraciones juradas fueron aportadas por la defensa de Wagner para intentar probar que las obras de arte secuestradas en uno de sus departamentos, en Juana Manso 451, estaban declaradas. En ese lugar, la Policía Federal secuestró 102 cuadros y 12 esculturas. Los peritos del Banco Ciudad determinaron que esa colección tiene un valor de $16.942.800.

"Las obras de arte deberían figurar dentro de los bienes en el país. Generalmente se declara el valor de compra y se confunde el rubro donde se deben anotar", explicó un contador ante una consulta de Infobae.

Los documentos oficiales también arrojan datos sobre los activos de Wagner a fines de 2016. En ese momento, había declarado 18 bienes en el país, 12 en el exterior, y 33 bienes exentos de impuestos. La cifra total supera los $1.075 millones. 

La declaración ante la AFIP utiliza los valores fiscales y está lejos de reflejar el verdadero patrimonio. Otro empresario cercano a los Kirchner, Lázaro Báez, declaró en 2013 tener bienes por 66 millones de pesos. Pero el Tribunal de Tasación de la Nación (TTN) le adjudicó el año pasado un patrimonio de $3.058.871.300, sumando más de 1.400 inmuebles y vehículos.

Pese a ser el nexo entre los empresarios y el Gobierno, Wagner también pagó coimas. El dinero lo retiraban Baratta y su secretario privado, Nelson Lazarte, en la sede de ESUCO, en el hotel NH y en el café "La Puerto Rico", entre otros lugares. Las fechas registradas son: 2 de junio de 2010, 14 de mayo de 2013 y el 25 de julio de 2013, 7 de agosto de 2013, 6 de septiembre de 2013, y 27 de julio de 2015. En una ocasión, el empresario fue a pagar a bordo de su auto, matrícula ELL 129. Fue el 22 de septiembre de 2010. Según consta en la causa, ese día le entregó USD 1.000.000 a Baratta.

El sistema de recaudación ideado por los Kirchner habría comenzado en 2004, tras una reunión entre Wagner y De Vido, quien le transmitió una decisión "política" del entonces presidente. "El arquitecto De Vido me citó en su despacho y me dijo que por orden del presidente debía garantizar en forma personal el éxito acorde a los intereses del gobierno de las licitaciones públicas que se llamaron a partir de ese momento, fundamentalmente en el rubro vial, que tiene mayores montos y más significativos", describió el empresario.

Varios testimonios coinciden en que el pago de coimas se interrumpió momentáneamente con la muerte de Néstor Kirchner. "A partir del año 2012 se reinició el esquema de requerimiento de dinero y las oficinas del Sr. Clarens pasaron a estar en un edificio importante que está detrás del hotel Hilton de Puerto Madero", declaró Wagner, el primer empresario arrepentido.

La recaudación se extendió hasta fines de 2015. En ese momento, el dueño de ESUCO declaraba bienes en el país por $103.863.682. Más de la mitad, unos 60 millones, correspondían a dinero en efectivo.

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