El nombre de Daniel Muñoz, el ex secretario privado y asesor presidencial de Néstor y Cristina Kirchner entre 2003 y 2009, aparece 154 veces en el auto de procesamiento del juez Claudio Bonadio en la causa de los cuadernos. Esa cantidad de veces solo es superada por las 161 menciones al autor de los registros que iniciaron la investigación, Oscar Centeno, las 154 veces que aparece el apellido Kirchner -en referencia a Néstor o al matrimonio presidencial-, y las 604 a Roberto Baratta.
El magistrado lo definió como "un engranaje clave en el circuito de acumulación traslado del dinero de Néstor Kirhner y Cristina Elisabet Fernández".
A lo largo de las 558 páginas del procesamiento, son múltiples los testimonios de imputados arrepentidos y testigos que confluyen en Muñoz, fallecido en 2016. Todos lo señalan como el receptor de los bolsos con cientos de miles de dólares de coimas de la obra pública, recaudados por funcionarios del Ministerio de Planificación que, según concluyó Bonadio en su investigación, estaban destinados a Néstor y Cristina Kirchner.
A ellos los sindicó como los jefes de una asociación ilícita destinada a recaudar dinero ilegal, a través del otorgamiento de contratos pagados con dinero del Estado, una parte del cual volvía luego como retorno a sus bolsillos. Primero, el Presidente hasta su muerte en 2010, y luego su esposa, "eran quienes daban las directivas y órdenes para el desarrollo de las maniobras investigadas, amén de que resultaban los beneficiarios finales de las mismas", sostuvo el magistrado en su fallo.
Pero una pieza clave de esas maniobras -sin la cual no se hubieran concretados de esa manera- era Muñoz, el secretario fiel a quien -según declaraciones de Claudio Uberti, José López y Ernesto Clarens – Néstor no dudaba en maltratar.
López, en su extensa declaración como arrepentido -y publicada completa por Infobae– expuso en detalle la forma en que Muñoz "coordinaba y era el destinatario del dinero recaudado". Ante Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli, el ex secretario de Obras Públicas explicó: "En cuanto a la dinámica del sistema, las entregas a Muñoz eran de dos a tres veces por semana entre 100 mil a 300 mil dólares o euros".
"En el mes de julio o agosto del año 2007, se hizo una entrega importante por la puerta principal de entrada del domicilio de la calle Uruguay, ahí llevaron una valija con alrededor de 8 millones de dólares que era recaudación de obras viales, ese día hable varias veces con Muñoz. Esa entrega era para la campaña del año 2007, cuando había campaña se exigían los anticipos en un solo pago y así se lograba juntar mayor cantidad de dinero, esto era a requerimiento de Muñoz y de De Vido", agregó López en otro tramo de su declaración como arrepentido.
Bonadio contabilizó al menos 87 entregas de dinero por parte de Baratta a Muñoz en el departamento del matrimonio Kirchner en Uruguay 1306, Recoleta. Eran bolsos, paquetes, sobres, valijas o cajas, pero siempre con mucho dinero. No era ese único sitio donde Muñoz recibía los pagos. Dependía del monto recaudado.
"Coordinaba luego con Daniel Muñoz para entregarle el dinero tanto en el Hotel Panamericano donde aquel tenía una habitación, que no siempre era la misma; o en el domicilio de la calle Juncal y Uruguay, del matrimonio Kirchner, en el caso de que fueran sumas más importantes. En esos casos Muñoz me esperaba en el hall de la planta baja del edificio de Juncal, yo nunca subí al departamento", aseguró Clarens en su tercera declaración que le permitió convertirse en arrepentido.
La frecuencia con que Muñoz iba al departamento del 5to piso de Uruguay 1603 fue corroborada por varios testigos. Entre ellos, el encargado del edificio Julio Silva, quien en el Juzgado declaró: "Entre 2007 y 2010, Muñoz venía con personas y he visto movimiento de bolsos y valijas con una frecuencia semanal o a veces de quince días, pero no puedo precisar cuántas veces, ellos se abrían la puerta desde el portero eléctrico. Muñoz arribaba al edificio venía con dos o tres personas y luego se retiraban".
En coincidencia con esa asiduidad, Bonadio destaca el hecho de que en el legajo personal de Muñoz, consta "una nota dirigida al Departamento de Liquidación de Haberes en la cual se desprende que tiene domicilio particular en la calle Uruguay 1306, piso 5° de esta ciudad".
Bonadio menciona, asimismo, las anotaciones de Centeno en relación a las veces que llevó a Baratta con bolsos con dinero hasta la Quinta Residencial de Olivos a reunirse con Néstor Kirchner. "(…) Luego mientras yo esperaba vino el Lic Baratta con Daniel Muñoz y se llevó todo el dinero para dentro del chalet de la Quinta de Olivos".
El traslado del dinero al sur
El juez identifica además a Muñoz como quien "también se encargaría de trasladar parte del dinero recolectado ilegalmente al sur de nuestro país, principalmente, a las ciudades de Rio Gallegos y El Calafate".
En este sentido, cita el testimonio del ex titular del OCCOVI y hoy arrepentido Uberti, quien también afirmó que "realizó entregas de dinero en el departamento de Uruguay y Juncal, oportunidad en que lo recibió Daniel Muñoz -por indicación de Néstor Kirchner-, siendo que en una de esas ocasiones subió al departamento y observó alrededor de veinte valijas de distintos tamaños con dinero, que Muñoz manifestó que las llevarían a la Provincia de Santa Cruz en el avión Tango 01".
En favor de este argumento, el juez destaca el relato del ex piloto del avión presidencial durante el mandato de Néstor Kirchner, Sergio Velázquez: "En cuatro ó cinco ocasiones volé el Tango 10 como co-piloto, y en ese vuelo que no tenía horario se trasladaba un solo secretario que por lo general era Daniel Muñoz y que iba sentado entre asientos y valijas, y generalmente viajaba el sólo con cuatro ó cinco valijas las cuales iban con candados y no eran despachas en bodega ni tampoco eran escaneadas ya que él no lo permitía. Esos viajes eran desde la ciudad de Buenos Aires hacia la ciudad de Calafate ó Río Gallegos. Creo que esos viajes eran realizados una vez por mes aproximadamente. Esos viajes realizados por Daniel Muñoz se terminaron cuando comenzó la primera presidencia de Cristina Fernández".
Según lo informado por la Secretaria General de Presidencia de la Nación, Muñoz viajó al sur del país en vuelos de la flota presidencial en 43 oportunidades entre 2003 y 2007, otras 9 veces en 2008, dos en 2009 y otras dos en 2011, cuando ya estaba fuera del gobierno. El magistrado destaca "la cercanía temporal de algunos de ellos con las reuniones mantenidas con Roberto Baratta", en el domicilio de Recoleta.
También señala en su resolución que del testimonio de Clarens surge que "Muñoz transportaba el dinero los días viernes en aviones oficiales", y siete de esos viajes realizados a Santa Cruz en 2008 y 2009 fueron en días viernes.
El enriquecimiento de Muñoz
Para Bonadio, "por el manejo de dinero realizado por Héctor Daniel Muñoz, no resulta casual el incremento patrimonial registrado por el nombrado y su grupo familiar".
Según un informe presentado por la Unidad de Información Financiera (UIF) en la causa de los cuadernos, entre los años 2010 y 2015, habría constituido en el exterior -a nombre de terceras personas de su círculo- un total de 15 sociedades, la mayoría de ellas en Miami y una en el estado norteamericano de Delaware, considerado un paraíso fiscal. A nombre del propio Muñoz y su esposa Carolina Pochetti -quien heredó sus bienes-, constituyeron otra en las Islas Vírgenes Británicas, revelada en la investigación de Panamá Papers. La constitución de estas sociedades tuvo por finalidad la compra de 17 propiedades, en Miami y 2 en Nueva York, por un valor de U$S 70 millones.
La esposa de Muñoz y quienes se sospecha que serían los testaferros de ella y su fallecido esposo, están siendo investigados en otra causa que tiene desde 2016 el juez Luis Rodríguez por presunto enriquecimiento y lavado de dinero. El fiscal en este otro expediente es también Stornelli. Es por eso que Bonadio le solicitó a Rodríguez que se inhiba por considerar que "las propiedades mencionadas fueron adquiridas por parte de las sociedades en la misma época en que se sucedían las maniobras ilícitas investigadas en estas actuaciones, y ante la falta de capacidad económica que tendrían Héctor Daniel Muñoz y el resto de las personas mencionadas para adquirir semejante cantidad de inmuebles en el exterior y a los valores consignados, resulta evidente que el dinero obtenido como consecuencia de las actividades delictivas aquí investigadas podría haber sido utilizado para la compra de tales propiedades".
Por último, Bonadio tuvo en cuenta que el ex secretario presidencial registró por lo menos 29 viajes a Uruguay en el período investigado -en uno de los cuales fue y volvió en el día-, y registra un viaje al vecino país el 15 de diciembre de 2003 en el avión presidencial.
Además, destaca que en dos oportunidad en 2008 (14 de junio y 26 de diciembre), otras dos en 2009 (23 de enero y 26 de enero) y dos en 2012 (21 de ferbero y 29 de junio), sus viajes o regresos a Uruguay se corresponden con salidas del financista Clarens.
Debido a que el ex hombre de confianza falleció en 2016 por un cáncer, Bonadio consideró extinguida la acción penal en su contra.
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