La ex presidente Cristina Kirchner enfrentó este lunes su segunda indagatoria en la causa de los cuadernos de la corrupción, acusada de haber encabezado una banda que robó desde el Ministerio de Planificación en complicidad con ex funcionarios y empresarios, desde 2003, en el inicio de la gestión K, hasta diciembre de 2015.
La ex jefa de Estado fue citada por el juez Claudio Bonadio a las 11 de la mañana. Pocos minutos antes ingresó a los tribunales federales de Comodoro Py. Allí entregó su declaración por escrito, se negó a responder preguntas y se retiró sin mayores demoras a su casa.
En el escrito presentado, la ex mandataria volvió a rechazar las acusaciones en su contra, tal como lo había hecho el 13 de agosto pasado en su primera indagatoria, y protestó formalmente por los allanamientos que hiciera el juez Bonadio en sus casas de la Capital Federal, Río Gallegos y El Calafate.
"El bloque de Senadores que integro, sin dejar de enfatizar que tales procedimientos resultaban arbitrarios, desproporcionados e inconducentes hizo expresa mención sobre la necesidad de que las diligencias judiciales se llevaran a cabo de conformidad con las normas constitucionales y legales", señaló la jefa de Unidad Ciudadana.
"A pesar de tales recomendaciones, ninguno de los allanamientos fue realizado conforme a derecho", sentenció tras insistir en que le fue denegada la concurrencia de su abogado a los procedimientos y el secuestro de los atributos presidenciales. Y anticipó al juez que "habré de accionar legalmente en vuestra contra y de quienes resulten coautores, cómplices y encubridores de la maniobra".
Cristina Kirchner volvió a denunciar una persecución política en su contra y sembró sospechas porque el magistrado "no convoca a prestar a los dueños de las empresas más importantes del país que supuestamente habrían participado" de los delitos imputados. Entre ellos señaló a Mauricio Macri, quien hasta el 2006 "se encontraba al frente del grupo empresario familiar, el cual según los dichos de algún "arrepentido" también habría formado parte de la cartelización de la obra pública".
"En lugar de ello, la imputación se dirige ahora contra dirigentes de una agrupación política que nada tienen que ver con las cuestiones que aquí se investigan y que resultan un blanco predilecto para los medios de comunicación concentrados afines a este gobierno", dijo al defender los dirigentes de La Cámpora convocados en la causa.
Inquisición, irregularidades y fórum shopping
A lo largo del texto, Cristina Kirchner recordó que es la séptima convocatoria del magistrado para declarar ante su juzgado, en relación a las otras citaciones por las causas "Dólar futuro", "Los Sauces" y del Memorándum por Irán". E insistió en las "gravísimas irregularidades" en torno a la actuación del magistrado, sobre la que aseguró que "carece de todo contenido jurídico".
Con una larga enumeración, la senadora insistió que los cuadernos ("en rigor de verdad son simples fotocopias", dijo Kirchner) fueron obtenidos "de manera ilícita", e insistió que Bonadio y el fiscal federal Carlos Stornelli llevaron a cabo una "escandalosa maniobra de fórum shopping", al evitar que la causa fuera sorteada.
Además, la ex presidente destacó lo "inédito" que los arrepentidos que confiesan supuestos delitos "se van a su casa y quienes defienden su inocencia quedan presos". "Dentro del capítulo de los "liberados", aparentemente merecen un premio mayor quienes de cualquier manera puedan atribuirme algo que se parezca a un delito", consideró.
"En definitiva ni siquiera en tiempos de la inquisición se atrevieron a tanto", fustigó.
Luego de insistir en que el juez Bonadio y Stornelli carecen de imparcialidad y que incumplieron diversos procedimientos legales, negó "de manera categórica y terminante haber formado parte de algún tipo de asociación ilícita, así como haber cometido delito alguno".
"La investigación dirigida deliberadamente en mi contra, a pesar de haber arrasado todas y cada una de las garantías que hacen al debido proceso legal, no ha conseguido ni siquiera una mínima prueba que acredite los delitos que calumniosamente se me atribuyen", protestó la ex mandataria.
Una nueva citación judicial
Tras cumplirse el trámite de hoy, el juez Bonadio quedará en condiciones de dictar en los próximos días un fallo en donde definirá si procesa a los acusados. Se cree que volverá a pedir la prisión preventiva de la ex jefa de Estado, algo que ya sucedió en la causa del Memorándum con Irán. En aquel momento su detención no se concretó por sus fueros como senadora.
A través de las redes sociales, CFK les había pedido a sus seguidores que no se molesten en ir hoy a Comodoro Py 2002. El objetivo era para que la atención se concentre en los anuncios que diera la Casa Rosada. "Pongan la energía en defender la universidad y la salud pública, la ciencia y la tecnología, y ayudar a lxs que la están pasando mal que desgraciadamente no son pocxs hoy en nuestro país", escribió la ex jefa de Estado.
El 13 de agosto pasado, Kirchner recusó al juez y al fiscal Carlos Stornelli, pero su pedido fue rechazado.
El llamado a comparecer nuevamente en tribunales se debe a que las investigaciones, inicialmente fijadas entre 2008 y 2015, fueron ampliadas para que abarquen también los años que van de 2003 a 2008.
En total, se investiga todo el periodo kirchnerista: del primer gobierno del ya fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) a los dos mandatos de Cristina Kirchner, finalizados en 2015.
El juez ya interrogó la semana pasada a varios de los ex funcionarios detenidos y empresarios. Y tiene previsto indagar a fines de setiembre a tres referentes de La Cámpora y un empresario K: Andrés Larroque, Wado de Pedro, José Ottavis y Sergio Szpolski.
También el ex ministro de Planificación Federal Julio de Vido, quien está bajo prisión preventiva, tiene previsto declarar ante el juez este lunes.
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