Gustavo Mohme, presidente de la SIP: "Tenemos que establecer principios que permitan que la libertad se mantenga con responsabilidad"

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Es la decimosegunda vez que Gustavo Mohme Seminario visita la Argentina y se nota que a pesar de haber llegado el día en que el dólar pasó los $40 el viaje lo entusiasma. Director Periodístico del Grupo La República en Perú, es ingeniero y en el año 1992 su padre, Gustavo Mohme Llona, ingeniero también, periodista y político de izquierda, le encargó que se contactara con la Sociedad Interamericana de Prensa después de que el Ejército ingresara a las instalaciones del diario para controlar lo que se publicaría el día siguiente al golpe de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos.

En el 2000, Mohme Llona falleció y su hijo mayor asumió la conducción del diario y del grupo. El próximo mes de octubre, en Salta, Mohme Seminario entregará la presidencia de la SIP. "No sé cómo pero me convencieron", confiesa sobre la aceptación de este segundo mandato (el primero fue en el periodo 2014-2015) que lo llevó este último tiempo a visitar Ecuador, donde ha tenido largas charlas con el presidente Lenin Moreno, y a sumar a la CNN como miembro de la SIP en Estados Unidos. Lo obsesiona, sin embargo, Nicaragua, donde estuvo hace un mes. "En televisión se veían jóvenes cantando pero en la calle había 400 muertos", advierte. Por otra parte no lo asustan las nuevas tecnologías sino todo lo contrario: celular en mano disfruta cuando chequea  contenidos, páginas vistas y mediciones de tráfico para ganarle a la carrera de los tiempos actuales en información.

"El objetivo de mi visita es evidenciar y alertar sobre lo que está ocurriendo en América Latina sobre libertad de expresión", arranca la charla y menciona fundamentalmente Nicaragua y Venezuela.

En 1994, en México, se firmó la Declaración de Chapultepec, en el marco de la Conferencia Hemisférica sobre Libertad de Expresión, principios sobre credibilidad, libertad, censura, y obligaciones de Estados y periodismo para garantizar el derecho a la información. Con la revolución digital "notamos que había un espacio vacío", afirma Mohme y menciona las fake news, el debate intenso sobre el llamado 'derecho al olvido' (borrar algunas cosas de la nube), neutralidad de las redes, privacidad y flujo informativo, por ejemplo. Por eso en Salta se procurará firmar un nuevo tratado que contemple nuevos principios.

"Hay que establecer ciertas reglas que permitan que la libertad se mantenga con responsabilidad" propone sobre la "disrupción digital" . Para el titular de la SIP, esto no es el fin del periodismo sino una reconversión y más democracia porque "las redes han incorporado al ciudadano a este mecanismo de información" aunque lo nuevo  son "los problemas de credibilidad, las noticias falsas y la manipulación de algoritmos" que algunos niegan pero que existen, sostiene.

En ese marco para el empresario peruano es más necesario el periodismo. "La gente se va dando cuenta que el contenido es el rey", afirma y reafirma que "credibilidad" y "contenido" son las claves del presente y futuro de la profesión.

Y analiza la situación en Latinoamérica: "Es perversa una relación muy cercana con los gobiernos, los medios deben ser un poco contestatarios, deben tener relación con el gobierno porque son parte de una comunidad". Además, cuestiona que se haya generado, en Argentina o Venezuela, "un clientelismo político que no es bueno". Por eso a Salta sólo fueron invitados los presidentes de Ecuador, Colombia, Perú, Chile, Paraguay y Argentina.

Hace un mes viajó a Nicaragua: "En televisión se veían muchachos cantando sobre la libertad y la paz, no pasaba nada, como si uno quisiera ver un país que no existe. Porque si uno caminaba veía en un parque 400 cruces de muchachos muertos. Un desprecio por la vida… Increíble, ¿no?", reflexiona sobre las protestas, el gobierno de Daniel Ortega y el rol de los medios allí.

-A ningún gobierno le gusta que se cuenten cosas que no los benefician o no les agrandan…

-Es normal. Son muy pocos los tolerantes y a veces el periodismo es picante, irrita. Es preferible estos escenarios en la medida en que no se incurra en la injuria, la difamación.

-En ese contexto y frente a los desafíos que presenta internet y la voracidad de las redes sociales ¿qué tienen que hacer los periodistas y los medios?

-Tiene las mismas responsabilidades de siempre. Lo que tiene hoy es premura. El drama no es la verificación y rigor que por ejemplo nosotros siempre aplicamos. El tema es cómo le ganamos a la competencia. La otra vez hubo un incendio y las primeras noticias eran videos no de periodistas sino de gente en las redes… Lo que tiene que hacer el periodismo es investigar, como los cuadernos de la Kirchner. El periodismo puro y duro tiene larga vida, es esencial. No existe una sociedad que pueda progresar sin un periodismo independiente.

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