Mauricio Macri estuvo reunido durante una hora en las oficinas que la empresa Mercado Libre tiene en Vicente López, pero ni él ni nadie mencionaron el problema del dólar, tampoco nadie le pidió explicaciones sobre la crisis de confianza que continuó aun después del anuncio que hizo hoy por la mañana desde la Residencia de Olivos, antes de la apertura del mercado, con el objetivo de generar certidumbre.
A la llamada "Mesa de Comercio" que había organizado el Gobierno para resolver problemas impositivos, laborales, logísticos y administrativos de la cadena comercial en el país se acercó incluso Alfredo Coto, que lidera una cámara de supermercadismo. Pero él mismo no abrió la boca durante todo el encuentro.
El Presidente estuvo flanqueado por el ministro de la Producción, Dante Sica, y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca. También estuvieron presentes el intendente de Vicente López, Jorge Macri, y el secretario de Comercio, Miguel Braun.
Las conversaciones estuvieron centradas en los problemas impositivos, en la readecuación de las leyes laborales para hacer más competitiva la cadena del sector. Los funcionarios nacionales se enfocaron en los avances realizados desde la última vez que se reunió la "mesa de comercio", en el pasado mes de abril, que ya fueron adelantados ayer por Infobae.
Una fuente vinculada al área bancaria hizo una lectura política de la reunión, resaltando que el Presidente le dio un rol especial a su primo intendente en varios tramos del encuentro. Por lo que trascendió, Jorge Macri aseguró que "se está empezando a trabajar muy rápidamente en una estandarización de las tasas en los municipios de la provincia de Buenos Aires para aliviar al sector privado".
Macri llegó puntual a las 15 al edificio de Libertador 101, casi avenida General Paz, e ingresó por una puerta trasera. El periodismo no pudo acceder al lugar de reunión ni tomar contacto con el Presidente.
Participantes del encuentro, que continuó media hora más luego de que Macri se retirara, dijeron que el Presidente ingresó con muy mala cara, con ojeras y un gesto de preocupación, y que se retiró más animado de lo que había llegado.