Eduardo Duhalde está alejado de la exposición pública, pero no de la política. Hoy, la intención del ex presidente que timoneó el barco de la Argentina luego de la crisis del 2001 es "colaborar sin aparecer". Así lo afirmó en una entrevista radial en la que vertió duras críticas al Gobierno, pero también a la dirigencia opositora. Con todos, afirmó sin embargo, mantiene el diálogo.
Es que para Duhalde, los factores socioeconómicos que apremian a Macri y sus funcionarios tienen una solución, pero pierden el tiempo en nimiedades. "Hay una salida clara de la crisis actual, pero es imposible salir si nos seguimos peleando y perdiendo el tiempo en cosas insustanciales", aseguró Duhalde. Y añadió: "El futuro de Argentina es mucho más importante que todos estos zonzos que andan peleándose como estúpidos cuando el país se hunde".
Según el ex gobernador bonaerense, la coyuntura política actual se asemeja en cierto modo al momento previo a la crisis que sacudió al país en 2001, cuando desde amplios sectores sociales la ciudadanía expresó la desconfianza y el hartazgo hacia toda la clase política. Y la resumió en una frase contundente: "Que se vayan todos".
"Quienes estudiamos la política nos damos cuenta de que cada vez la gente quiere menos a los partidos, a las instituciones de la política y a los políticos. Precisamente porque han quedado demodé, para decirlo con una expresión delicada", afirmó el ex mandatario en diálogo con el programa Wake Up, en FM Delta.
"Hoy se habla demasiado de temas que habría que hablar menos y la Justicia trabajar más. Y el Gobierno y los medios no dar tanta manija, porque los temas jurídicos se resuelven de otra manera, no por televisión", dijo Duhalde en clara referencia a la causa denominada "de los cuadernos".
El ex gobernador bonaerense, además, habló de un nuevo "paradigma" de la política, más "moderno". "La nueva forma de gobernar es 'el que gana gobierna y el que pierde también gobierna'. Muchos dirigentes no lo entienden pero esa es la forma, gobernar juntos", amplió.
En ese sentido, afirmó que desde su lugar aporta positivamente para que al Presidente y sus funcionarios les vaya mejor. "Siempre estoy hablando con gente de este Gobierno. Mi intención es colaborar sin aparecer", dijo.
Luego le consultaron qué le diría a Mauricio Macri si este lo invitara a tomar un café en la Quinta de Olivos: "Si Macri me pregunta cómo lo veo, le diría 'como el orto'", sorprendió con su respuesta.
Y añadió: "La situación está difícil. Es un Gobierno que no escucha. Hablan de diálogo y se miran en el espejo. Un error de ellos es que creen que cuando toman una decisión en solitario les da fuerza. No saben que eso los debilita. La decisión que da fortaleza es la que uno pasa por un cúmulo de gente que entiende".
También reconoció que mantiene contacto con la dirigente opositora más importante, la ex presidente Cristina Kirchner: "Cristina me ha llamado varias veces, pero siempre digo lo mismo: no es tiempo".
Luego aclaró que "no quiere jubilar a nadie". "Yo nunca cierro puertas, pero a veces no tengo ganas de abrirlas", sostuvo.
Por último, dejó una definición pesimista sobre su partido y la tan ansiada unidad: "Al peronismo lo veo como un hormiguero pateado".
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