Este domingo por la noche finalizaron los allanamientos a la casa de la ex presidente Cristina Kirchner en El Calafate, Santa Cruz.
El operativo ordenado por el juez Claudio Bonadio había empezado el viernes en un marco de tensión y polémica, con el ingreso de los efectivos a la residencia y una vigilia de periodistas y militantes no exenta de controversias.
Continuó el sábado hasta que la luz solar lo permitió. Retomó a las nueve de la mañana del domingo y finalizó antes de la medianoche.
El procedimiento fue ordenado por el juez federal Claudio Bonadio conforme lo autorizara la Cámara de Senadores por unanimidad al aprobar los allanamientos a las viviendas de la ex mandataria.
La investigación se da en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas, revelaciones de corrupción por el pago de sobornos escritas por Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta y mano derecho de Julio De Vido.
Se trató del último allanamiento a las propiedades de Cristina Kirchner. El primer domicilio inspeccionado contó con un descomunal despliegue de efectivos policiales en Juncal 1306, en el barrio porteño de Recoleta, y se extendió durante trece horas. El jueves el procedimiento continuó en la casa de Río Gallegos y finalizó el domingo luego del allanamiento en la residencia de El Calafate.
La propiedad tiene dos plantas, subsuelo y una superficie cubierta de 485 metros cuadrados, y se emplaza . En las inspecciones participaron agentes de la Policía Federal, integrantes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y perros especialmente entrenados para realizar búsquedas. La casa se ubica junto al hotel "Los Sauces", otra propiedad investigada por supuesta corrupción por el juez Claudio Bonadio.
Durante el allanamiento, se produjo una situación fuera de contexto: una señora que cuida la residencia se descompensó en pleno operativo y debieron pedir el auxilio de una ambulancia.
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