El ex funcionario Claudio Uberti ingresó minutos después de las 10 al despacho del juez federal Claudio Bonadio. Bajó desde el quinto piso, donde tiene su oficina el fiscal Carlos Stornelli.
Tras varias horas de declaración de Uberti ante el fiscal, el magistrado federal homologó el acuerdo que el acusado alcanzó con Stornelli para ingresar como imputado arrepentido al expediente y ordenó su liberación.
De esta manera, el ex "embajador paralelo" en Venezuela siguió el camino de otros imputados en la causa que se inició por los cuadernos de Oscar Centeno.
Para arrepentirse, un imputado debe negociar primero con el fiscal y luego conseguir una homologación del juez, quien valora si la confesión aporta datos relevantes para el futuro de la investigación. Esto fue lo que finalmente ocurrió.
Uberti, quien integró el gobierno hasta 2007, fue protagonista del escándalo de la valija de Antonini Wilson. También fue señalado como integrante de la embajada paralela que hacía negocios ilegales con Venezuela. Su oficina, la OCCOVI, administraba todas las concesiones viales.
Otros dos ex funcionarios fueron noticia esta mañana en Comodoro Py. El ex secretario de Obras Públicas, José López, regresó hoy a los tribunales federales para declarar por los cuadernos de Centeno. La semana pasada, en un juicio oral por enriquecimiento ilícito, dijo que el dinero que había en sus bolsos pertenecía a varias personas de la política, pero evitó dar sus nombres.
Martín Larraburu, ex secretario de Juan Manuel Abal Medina, pidió a través de su abogado volver a declarar en indagatoria. La primera vez que acudió a los tribunales se negó a responder preguntas, pero luego su ex jefe lo mencionó al admitir el cobro de dinero a empresarios para las campañas.
También hubo novedades vinculadas al sector empresario. Jorge Balán, de Industrias Secco, pidió ingresar al programa de arrepentidos. Y Hugo Dragonetti, presidente de la constructora Padeville, se presentó espontáneamente.