El empresario que le pagó coimas a Ricardo Jaime negó haberle entregado bolsos con dinero a Baratta

Néstor Otero, dueño de la Terminal de Ómnibus de Retiro, fue indagado ayer por el juez Claudio Bonadio. Aparece en los cuadernos del chofer Oscar Centeno

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Néstor Otero, dueño de la Terminal de Ómnibus de Retiro, ayer en los tribunales de Comodoro Py
Néstor Otero, dueño de la Terminal de Ómnibus de Retiro, ayer en los tribunales de Comodoro Py

Ricardo Jaime fue secretario de Transporte de Néstor y Cristina Kirchner. Estuvo en su cargo desde 2003 a 2009. Fue un pionero. Se supo de su afición por los bolsos y las coimas antes de que José López apareciera arrojando dólares en un convento y que se conocieran los cuadernos de la recolección de efectivo.

Fue el primer ex funcionario kirchnerista en reconocer en los tribunales que cobró coimas. Que lo coimearon empresarios a los que debía controlar como funcionario público. Admitió aquello en 2015 ante el juez Julián Ercolini y el fiscal Guillermo Marijuán.

Uno de los empresarios que lo coimeaba se llama Néstor Otero, es el dueño de la Terminal de Ómnibus de Retiro y ayer por la mañana se presentó a indagatoria ante el juez Claudio Bonadio quien investiga el caso de los cuadernos escritos por el chofer de Roberto Baratta, mano derecha de Julio De Vido en el ministerio de Planificación.

Es decir que el empresario que coimeó a Jaime es sospechado por haber integrado el círculo de hombres de negocios que llenó los bolsos que colectaba Baratta. Otero sigue a cargo de la Terminal y participó de la licitación internacional para quedarse con el control de Retiro y los enormes ingresos que ello implica por un largo tiempo más.

El ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime
El ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime

Otero coimeó a Jaime de varias formas. Una quedó plasmada en la condena que recibió el ex funcionario: el empresario, dueño de la Terminal de Ómnibus de Retiro, le pagaba el alquiler del departamento donde vivía Jaime. Lo coimeaba porque Jaime debía controlar que la Terminal funcionara bien. Y además era el funcionario que debía aprobar la extensión del contrato de explotación de la Terminal desde 2006 hasta 2015.

Jaime, además recibió varios regalos de Otero que pudo comprobar la justicia: un hotel en Carlos Paz, Córdoba y una casa en un barrio cerrado de San Isidro. Jaime fue condenado por el caso del pago de los alquileres –está preso por otros varios casos de corrupción–, en cambio Otero obtuvo una probation.

Ayer Otero fue a declarar ante Bonadio porque, en uno de los cuadernos, Centeno aseguró que Baratta fue a buscar 250.000 dólares en efectivo a las oficinas que tiene el empresario en la Terminal de Retiro.

El empresario se presentó ayer ante Bonadio e intentó defenderse con varios argumentos. Uno de ellos es que cuando Centeno cuenta que recolectaron dinero en las oficinas de la Terminal, él estaba de viaje en Paraguay. En varios de los casos de entregas de bolsos admitidos por los empresarios, no eran los dueños de las compañías quienes hacían la entrega a Baratta y sus muchachos sino algún subordinado.

Señaló, según explicaron fuentes judiciales a Infobae, que como no es contratista del Estado en relación a la obra pública no tiene contacto con el sector empresarial bajo investigación.

Y que para la fecha en que Centeno anotó el retiro de dinero –3 junio de 2015- el área de Transporte estaba en manos de Florencio Randazzo y no de Julio De Vido, jefe directo de Baratta y sospechado de integrar la asociación ilícita que se investiga en la causa.

Negó haberle entregado bolsos a Baratta, señaló que no conoce a Centeno y que sus anotaciones son falsas.

Se fue caminando desde Comodoro Py. Sus oficinas están muy cerca de los Tribunales de Retiro. El empresario que coimeó a Jaime dice que no coimeó a Baratta. Y pretende que los investigadores crean esa versión.

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