Cuando llegó al gobierno como secretario personal de Néstor Kirchner, en 2003, Daniel Muñoz declaró que tenía como único bien un Volkswagen Gol modelo 99. Para enero de 2015 su situación patrimonial había cambiado de tal manera que él y su esposa, Carolina Pochetti, se convirtieron en accionistas designados en Gold Black, una offshore que se había constituido en 2010 en las Islas Vírgenes Británicas –con el asesoramiento del estudio Mossack Fonseca– para invertir en el sector inmobiliario de los Estados Unidos. Cada uno con el 50 por ciento de las acciones de la sociedad.
Muñoz declaró que el origen de los fondos de la sociedad eran "ahorros personales". Así lo reveló la investigación conocida como #PanamaPapers.
De 2010 a 2015, la propiedad de la sociedad estaba basada en acciones al portador. Esta es una herramienta utilizada en los paraísos fiscales para ocultar la identidad del verdadero dueño. Es decir, que desde su constitución, Muñoz pudo haber sido el propietario de Gold Black con solo tener en su poder el certificado de las acciones. Al enterarse de la relación que unía a Muñoz con los Kirchner, el estudio Mossack Fonseca renuncia por entender que su cliente era una persona expuesta políticamente. La dimisión se concreta en junio de 2015.
El administrador de esta offshore, Sergio Todisco, explicó que era un testaferro que había aceptado que usaran su nombre por la amistad que tenía con Muñoz y su esposa. Según investiga la Justicia, Daniel Muñoz adquirió propiedades por más de USD 70 millones en Miami y Nueva York.
Pero el secretario de Kirchner, que murió en 2016, no tenía este único emprendimiento ni tarea designada por su jefe: según las anotaciones del chofer Oscar Centeno, que trabajó con el ex subsecretario de Coordinación, Roberto Baratta, recibía el dinero de las coimas que empresarios vinculados a la obra pública habrían pagado al kirchnerismo.
El entramado de sociedad offshore
Entre 2010 y julio de 2015, Todisco y su entonces mujer, la empresaria inmobiliaria Elizabeth Ortiz Municoy, crearon 13 sociedades en Miami y en el estado de Delaware, considerado un paraíso fiscal corporativo que alberga a más de 250 mil empresas. Se trata de una jurisdicción offshore donde la legislación exime de impuestos a las sociedades en manos de extranjeros siempre y cuando no operen dentro del estado.
Entre 2015 y principios de 2016, Todisco y Ortiz Municoy a través de las sociedades comerciales que habían creado se lanzan a comprar lujosos inmuebles en Miami en los que invierten casi 40 millones de dólares. La modalidad parece calcada en casi todas las operaciones. Compran a nombre de la sociedad comercial y luego transfieren esta siempre a la misma persona: Perla Aydee Puente Resendez, una panameña que se sospecha sería testaferro de Todisco y su mujer.
Ortiz Municoy había creado en Delaware la Ocean Silver Inc. y en 2014 trasladó esa firma a Miami a la que rebautizó como Ocean Silver of South Florida Inc. Es a través de esta sociedad que adquiere el 17 de diciembre de 2015 un departamento en la Torre I del complejo Brickell Icon de Miami por el que paga 350 mil dólares. A los tres días, transfiere el inmueble en una venta simulada a otra firma controlada por ella: Municoy International Properties Inc.
Mother Queen Inc. compra el 3 de diciembre de 2015 el departamento 912 de la Torre I de Brickell Icon en 380 mil dólares. Entre otros amenities tiene una piscina de 90 metros, aguas termales, pisos de mármol, bañera con hidromasaje, sauna, gimnasio y spa.
El 20 de diciembre de 2015 adquiere un centro comercial en la tradicional calle 8 de Miami por el que paga u$s 12.120.000. Hasta abril de 2016 funcionaba allí un local de una cadena de farmacias que alquila la propiedad. A esa altura la sociedad comercial ya había sido transferida a Puente Resendez.
Harbor Golden Inc., creada en 2011 por Todisco y Ortiz Municoy, fue transferida a la panameña Puente Resendez en abril de 2015. Previamente, el 6 de marzo de 2015, a través de esta sociedad compran otro centro comercial de una superficie de un cuarto de manzana, ubicado en el 9005 de Biscayne Blvd. en u$s 5.555.600. Allí funciona una sucursal del TD Bank, uno de los bancos más grandes de Estados Unidos.3
En 2012, Sergio Todisco crea otra sociedad: North Golden Inc. que transfiere en enero de 2015 a Puente Resendez. El 28 de octubre de 2015 adquiere el departamento 2303 del complejo Turnberry Ocean Colony North en el 16051 de la avenida Collins en Sunny Isles Beach. Por esta propiedad North Golden Inc. desembolsa u$s 3.600.000. Se trata de un lujoso departamento de 323 metros cuadrados con 3 habitaciones y 4 baños.
Free Experience Inc. -otra sociedad comercial de los amigos de Muñoz- compra un centro comercial, ubicado en el 14995 de la calle 88 en Miami. El 27 de agosto de 2015 se realiza la operación por una suma de u$s 6.975.000.-
En el año 2014, Sergio Todisco constituye la sociedad Dream Golden Enterprises Inc. que transfiere en 2015 a una figura ya conocida a esta altura: la panameña Puente Resendez. A través de esta empresa, el 30 de mayo del año pasado compran el departamento 23 en el lujoso complejo Regalia de Sunny Isles Beach. La propiedad tiene casi 464 metros cuadrados, 4 habitaciones y 5 baños. Por este inmueble pagaron una suma importante: u$s 10.700.000.
Un dato llamativo es el domicilio de las sociedades comerciales del dúo Todisco-Ortiz Municoy. Harbor Golden Inc., Successful Ideas Inc., South Golden Inc., Mother Queen Inc., North Golden Inc., First All Inclusive y Dream Golden Enterprises Inc., todas tienen domicilio en el 3370 de Mary St. en Coconut Grove. ¿Qué funciona allí? El estudio de abogados Roca González.
Otras tres sociedades: West Golden Inc., Ocean Golden Inc. y Lizer Investments declaran como domicilio el 304 de Palermo Avenue en Coral Gables. En ese edificio tiene sus oficinas el estudio de abogados De La Hoz & Associates.
Y queda una más: Ocean Silver of South Florida Inc. cuyo domicilio es el 801 de Brickell Avenue en Miami. Aquí ni siquiera hay un bufete de abogados, en el lugar funciona Regus, que se dedica al alquiler temporario de oficinas.
Así es como Héctor Daniel Muñoz –que comenzó como cobrador en el estudio jurídico de Néstor Kirchner y luego fue su secretario personal– movió en pocos meses casi 40 millones de dólares.
Después de que terminó el mandato de Nestor Kirchner, en 2007, y Cristina Fernández fue elegida para reemplazarlo, Muñoz pasó a formar parte del staff de la entonces presidente. Pero renunció dos años después, tras acusaciones de que había utilizado su cargo para enriquecerse. En 2013, fue investigado por sospechas de lavado de dinero por supuestamente llevar en aviones bolsas de dinero en efectivo por todo el país para los Kirchner y fue absuelto por la Justicia.
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