El juez Claudio Bonadio ordenó más de 15 detenciones luego de que ayer por la tarde fuera detenido Oscar Bernardo Centeno, chofer de Roberto Baratta, quien fuera secretario de Coordinación y Gestión en el ministerio de Planificación durante los 12 años del kirchnerismo.
Entre los detenidos, según explicaron a Infobae fuentes policiales, se encuentran Baratta, Walter Fagyas, ex presidente de Enarsa y otros ex integrantes de la nómina del ministerio de Planificación que encabezó Julio De Vido.
En la lista de detenidos están importantes empresarios ligados a los negocios de energía y obra pública que se manejaron desde las principales oficinas de Planificación. Bonadio ordenó la detención de Gerardo Ferreyra, dueño de Electroingeniería, una de las firmas que más creció durante el kirchnerismo y de Javier Sánchez Caballero, quien fuera gerente general de IECSA, la empresa constructora que perteneció a la familia del presidente Mauricio Macri.
También se libró orden de detención contra Carlos Wagner, de la empresa ESUCO, ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción
Ayer a la noche se especulaba en ámbitos empresariales que iba a haber movimientos relacionados con una vieja causa que está en el juzgado de Bonadio. Allí se investigó y se sobreseyó por el delito de enriquecimiento ilícito a Daniel Muñoz, quien fuera secretario privado del ex presidente Néstor Kirchner.
Pero en realidad, según pudo confirmar Infobae, las detenciones están relacionadas con la causa en la que se denunció que Centeno llevaba y traía bolsos con dinero bajo las órdenes de Baratta.
La investigación por la que fueron detenidos ex funcionarios y empresarios se inició a partir de la declaración judicial de H.H., ex mujer de Centeno, quien en noviembre pasado relató que el chofer le contaba en la intimidad cómo junto a Baratta y otros ex funcionarios de Planificación, llevaban y traían en autos oficiales bolsos repletos de dinero en efectivo. La sospecha es que eran coimas.
Según pudo reconstruir Infobae a partir de fuentes judiciales, en marzo de este año un periodista del diario La Nación le hizo entrega al fiscal Carlos Stornelli de copias de varios cuadernos que, según explicó, un allegado a Centeno había guardado en su casa a pedido del chofer de Baratta quien temía que hallaran sus anotaciones en su casa. El allegado hizo fotocopias y luego, cuando Centeno se lo solicitó, devolvió los cuadernos.
Allí Centeno –que había iniciado su relación con el mundo de Planificación como remisero de la madre de Julio De Vido– hizo una verdadera bitácora de la corrupción. Fue anotando con lujo de detalles –desde 2008 hasta 2015– cada uno de los viajes que hacían juntando bolsos con dinero. De puño y letra escribió las direcciones de las empresas a donde iban a buscar los bolsos y de los lugares donde los dejaban. A veces veía el dinero y otras veces suponía que había dinero. O sus compañeros de travesía le contaban qué habían transportado.
Escribió –según pudo saber este medio– que, por ejemplo, dejaron –siempre por orden de Baratta y otros ex funcionarios de Planificación– bolsos en la casa de Néstor y Cristina Kirchner en la calle Uruguay, en el barrio porteño de Recoleta. Y que los recibía el fallecido secretario privado del ex presidente, Daniel Muñoz. También anotó que hizo visitas con Baratta a la Quinta de Olivos para entregar bolsos. En esos casos el ex funcionario entró manejando el auto y Centeno lo esperó afuera.
Centeno describió encuentros en estacionamientos de hoteles donde se hacían intercambios de bolsos. Anotó las patentes de los autos que llegaban a esos encuentros, cuyos dueños eran fácilmente hallables. Calculaba el peso de los bolsos que a veces le hacían meter en baúl de los autos que manejaba. Apuntó todas y cada una de las direcciones a las que concurrió para dejar o llevar bolsos. Algunas de ellas son empresas, otras son casas particulares perfectamente identificables.
Centeno anotaba todo. Desde cuando llevó a Baratta a una clínica por un problema de salud hasta cuando iba a comprar bolsos en una casa del Once porque eran baratos. En algunos pasajes de sus cuadernos Centeno sugiere que intentó pedir que lo participaran de las repartijas que a veces presenciaba. Pero no tuvo la misma suerte que otros que trabajaban con Baratta. Consiguió –según había declarado H.H.– algo de dinero y que Baratta le regalara una valija, pero vacía.
A partir de los dichos de la mujer, Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli comenzaron a seguir diversas pistas y ayer ordenaron las primeras detenciones, que continuaron esta mañana.
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