Los bolsos con millones de dólares, anotaciones secretas y una mujer despechada

Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta

La investigación que lleva adelante el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli por el traslado de bolsos con dinero –presunto pago de coimas– tiene ribetes de serie de misterio, con una trama de miserias humanas, millones de dólares, extorsiones futuras, y una ex esposa despechada.

Todo comenzó con la aparición de una caja con cuadernos –serían ocho– con anotaciones reveladoras de puño y letra que realizó Oscar Bernardo Centeno, chofer de Roberto Baratta (detenido), quien fuera secretario de Coordinación y Gestión en el ministerio de Planificación (número dos de Julio De Vido) durante los 12 años del kirchnerismo.

El periodista Diego Cabot, del diario La Nación, recibió en sus manos el material a principio de año. Una persona –a la que prefiere mantener como anónima– sabía a quién se lo entregaba y lo que podría llegar a hacer con lo que hoy se transformó en una verdadera trama de corrupción que involucra a ex funcionarios K y a poderosos empresarios argentinos ligados a los negocios de energía y obra pública.

Baratta es arrestado este miércoles por orden del juez Bonadio (foto: Gustavo Gavotti)

En esas anotaciones, que comenzaron como un diario íntimo de un simple remisero que llevaba un registro de todos sus mandados, se revela la metodología y el recorrido de millones de dólares –las supuestas coimas– que involucran a Néstor Kirchner, pasando por De Vido y su segundo, las empresas contratistas del Estado, y que terminaban en la Quinta de Olivos o en el departamento de la familia Kirchner, en Juncal y Uruguay.

Según relató Cabot en una entrevista con Eduardo Feinmann por radio La Red, en uno de los fragmentos, Centeno brindó con lujo de detalle cómo un día llevó a Baratta hasta la Quinta presidencial de Olivos a ver al ex mandatario y le entregó un bolso con 200.000 dólares.

Recién hecha pública toda la información, surgen una serie de interrogantes relacionados a Centeno. ¿Por qué decidió anotar todo y cada uno de sus viajes? ¿Nunca cobró dinero por el delivery que realizaba? ¿Fue su ex mujer la que brindó los cuadernos con miles y miles de anotaciones comprometedoras?

Según los apuntes de Centeno, muchos bolsos tuvieron como destino la Quinta de Olivos (foto: Guille Llamos)

De acuerdo con el testimonio del periodista, la ex esposa del chofer de Baratta no entregó ese material, aunque fue el puntapié inicial de la investigación. En noviembre del año pasado la ex mujer de Centeno –a la que se identificará como H.H.– denunció que su ex esposo le había contado que era "valijero", es decir, el encargado de transportar los bolsos con dinero en autos oficiales. Esa fue la primera aproximación de la Justicia a esa pareja rota.

En aquella oportunidad, la mujer había contado que Centeno, en su calidad de chofer, acompañó a Baratta en sus recorridos para recoger y repartir dinero en efectivo en bolsos que eran buscados y dejados en diferentes lugares de la Ciudad de Buenos Aires. Dichos que coinciden con las anotaciones que llegaron luego a la justicia y que derivaron en la detención de Centeno este martes en su casa de Olivos por orden de Bonadio.

Frente del edificio en el que vive Cristina Kirchner en Juncal y Uruguay

En las últimas horas, H.H. volvió a declarar ante el juez, ahora como testigo, y le concedió veracidad a toda la metodología y el circuito conocido con los bolsos de dinero que terminaban en la casa de Néstor y Cristina Kirchner.

"Esta tarde van a caer empresarios muy poderosos –que aparecen en los cuadernos– y serán más noticia que la detención de Baratta", adelantó Cabot.

Hoy el juez Bonadio le tomará declaración a Centeno. Por el momento, como uno más de los detenidos en esta megacausa, ya que se cree que podría pedir ser alcanzado por la ley 27.304, más conocida como "ley del arrepentido", la cual fue sancionada por el Congreso a fines del año pasado.

El porqué de las anotaciones, si cobró o no dinero por el delivery o la versión de que Baratta le regaló una valija –vacía– después de entregar 4 millones de dólares, quedarán aún sin responder.

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