Con una amplia experiencia en el terreno de la diplomacia y las relaciones con la Iglesia, el histórico macrista Santiago de Estrada –trabaja junto a Macri desde hace más de 15 años– abandonará su cargo de secretario de Culto a fines de julio.
Estrada, de 82 años, afirma que está en la etapa final de su carrera política. "Cuando acepté el cargo establecimos un plazo en función de mi edad, un plazo que ya se ha cumplido con creces", aseguró apenas unos meses atrás cuando anticipó la decisión.
En su larga trayectoria política, se desempeñó como subsecretario de Seguridad Social en varios gobiernos. Además fue embajador ante la Santa Sede durante el gobierno de Raúl Alfonsín. "Que deje el puesto no significa que no siga trabajando, pero sin la responsabilidad operativa", sostiene luego de casi 50 años como funcionario público.
Su alejamiento se hará efectivo antes de la votación de la ley de aborto legal en el Senado. Es conocida su postura en este sentido. En una entrevista con Infobae y pese a que su posición es en contra de la despenalización y "en defensa de la vida", aseguró que hay que ayudar a las mujeres que abortan y no penalizarlas con la cárcel.
Con una muy buena relación personal con el Papa Francisco, De Estrada viajó el mes pasado a Roma para acercarle al sumo Pontífice "un informe completo sobre lo actuado hasta ahora en relación con el aborto", uno de los temas que más desvelan al Vaticano.
Su lugar será ocupado por el actual subsecretario del área, Alfredo Abriani. Abogado y hombre muy cercano a Marcos Peña, fue director general de Cultos de la Ciudad durante la última gestión de Macri como jefe de Gobierno.
A principio de año, Abriani fue el enviado oficial del gobierno argentino a Chile durante la visita del Papa Francisco a Latinoamérica.
Hace una semana, participó de la reunión que convocó la Iglesia para agradecerle a los diputados oficialistas y de la oposición que votaron en contra del aborto legal.
Desde agosto, Abriani se hará cargo de las relaciones entre las diversas comunidades de fe existentes en argentino y el Estado, a través del fortalecimiento y la promoción de la libertad religiosa, como así también de diálogo interreligioso e intercultural. Pero su tarea principal será la de ejercer el sutil arte del equilibrio entre el Gobierno, la Iglesia Argentina y el Vaticano.
Además, Abriani es de los funcionarios que no se pierde el "picado de los miércoles" en la Quinta Presidencial de Olivos.
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