El ministro de Salud Adolfo Rubinstein fue el encargado de abrir la quinta jornada de exposiciones en el plenario de comisiones del Senado que trata el proyecto de legalización del aborto, y durante casi una hora y media expuso y respondió preguntas de los legisladores.
Durante una exposición de unos 20 minutos, Rubinstein afirmó que "en los países que tienen aborto legal ha habido una disminución de números de abortos cada mil mujeres, lo que no se ha producido en los países que tienen marcos legales más restrictivos".
Al exponer datos y estadísticas el ministro nacional además señaló que el costo para el Estado "por aborto es de $11.500 y $1.914 es la proyección para la legalización" y eso se debe a la "reducción dramática de las complicaciones" de salud que genera la interrupción voluntaria del embarazo en la clandestinidad.
"El aborto es un problema de salud pública porque produce muertes evitables y sobre todo en mujeres con alta vulnerabilidad social. Los países restrictivos no reducen la muerte por abortos e implican mayores costos para el sistema de salud", resumió Rubinstein.
Al término de su exposición, la primera en preguntar fue la senadora por Salta María Fiore Viñuales, quien había intentado, junto a Guillermo Snopek, frenar la exposición del ministro de Salud en el Senado. Durante los más de diez minutos en los que Fiore tuvo la palabra, la legisladora salteña le dijo a Rubinstein: "Su presencia en este debate me genera confusión". "El hecho de que usted esté aquí no es un tema menor porque usted es ministro de Salud Pública, y le quiero preguntar en carácter de qué nos está hablando y cuál es la postura del Gobierno en este tema".
A continuación, Fiore le recordó: "Usted dijo que esto es un problema de salud pública", y le consultó por la cantidad de mujeres que se suicidan y aquellas que mueren por enfermedades relacionadas al consumo de tabaco: "De todas las muertes que hay, ¿por qué priorizar la causa número 70 de muertes de mujeres?". A continuación, Fiore siguió hablando hasta que fue interrumpida por el senador Miguel Pichetto: "Me parece que usted no necesita de abogado defensor al presidente de la oposición, ¿no?", le consultó la salteña al ministro, en referencia a Pichetto.
A la hora de responder, Rubinstein destacó que la discusión del aborto "surgió como un gran debate social en las últimas décadas, sobre todo con el movimiento de las mujeres, y la función que yo cumplí cuando fui convocado como ministro de Salud fue fijar la posición sobre el tema y lo dije claramente, no mencioné una opinión personal, presenté los datos". En ese sentido, dijo: "No es el principal problema de salud pública, pero afecta a población vulnerable, y la legalización claramente produce resultados inmediatos. Esta es una solución que como ministro de Salud Pública no puedo desatender".
"La solución al mediano y largo plazo pasa por la reducción del aborto, y los países con aborto legal después de un tiempo empiezan a ver reducido el número de abortos porque el proyecto va acompañado de políticas activas de prevención", concluyó.
Tras una respuesta de Rubinstein, el senador Pichetto pidió la palabra, y le dijo al funcioanrio: "Si yo hubiera estado en contra de este proyecto, no le hubiera preguntado mucho porque sus respuestas han sido precisas, contundentes, con base técnica y científica".
En referencia al debate en torno a la libertad de conciencia, dijo que si el proyecto "saliera, el Poder Ejecutivo además de reglamentarla puede tener mecanismos de veto parcial en algún artículo puntual, con lo cual podríamos ordenar este tema de la objeción institucional para sanatorios de estructura económica confesional y que quieran oponerse".
En ese sentido, dijo: "Quiero ratificar que no debería correr la objeción de conciencia para los médicos que ingresan a la salud pública, que deberían aceptar todas las prácticas que la salud pública brinda. (Lo interrumpen). Estoy haciendo una reflexión, yo la escuché con respeto, senadora, y a la senadora por Salta también, aun cuando hizo un alegato. Ahora yo también estoy haciendo un alegato y también les pido que tengan tolerancia conmigo".
"Ha sido un aporte importantísimo en aras de un debate democrático que el Presidente planteó, hay que reconocerlo, y le digo más: en la evolución de este debate, quiero decirlo porque nadie lo dijo, ningún oficialista lo dijo, me llama la atención. El Presidente hace cuatro o cinco días dijo que la interrupción del embarazo era un derecho de la mujer. Me parece que hasta el propio Presidente está teniendo una evolución en el transcurso de este debate", concluyó Pichetto, que cedió la palabra sin hacerle preguntas a Rubinstein.
Esteban Bullrich fue otro de los oficialistas que tomaron la palabra, y destacó: "Me quedan aún más dudas de si estamos yendo por el camino correcto. Acordando con el senador Pichetto, que se ha vuelto macrista, por suerte, porque viene el presupuesto así que lo necesitamos de ese lado, y la verdad es que me quedan más dudas porque usted describe con precisión cómo el impacto de la política pública, han reducido el número de abortos. Entonces, me pregunto si no estamos eligiendo el camino fácil". Más tarde, Bullrich se ocupó de desmentir a Pichetto, y aseguró que Macri no cambió de opinión respecto del aborto.
En su respuesta, Rubinstein estuvo de acuerdo y concluyó que "hay que trabajar en la prevención, y esa es la única salida en el largo plazo, el tema es qué hacemos en el mientras tanto. No hay duda de que tenemos que trabajar en educación sexual integral, en anticoncepción, en sensibilización, pero eso toma tiempo, y el tema es qué hacemos en el mientras tanto".
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