Es la primera vez que sucede, a pesar de las reiteradas advertencias internacionales. Según confirmaron a este medio desde la Unidad de Información Financiera (UIF) y el Ministerio de Seguridad, el Gobierno congeló bienes y efectivo de una organización con presunta relación con Hezbollah, la agrupación vinculada al régimen iraní, por una operación en la Triple Frontera.
Se trata de la organización llamada Clan Barakat, comandado por Assad Ahmad Barakat, quién presentaría estrechos vínculos con el liderazgo de Hezbollah desde su centro de operaciones en Ciudad del Este, en Paraguay.
Tras una serie de alertas emitidas por la UIF se detectaron cobros por supuestos premios en un casino de Iguazú, en la frontera entre la Argentina, Brasil y Paraguay, por alrededor de USD 10 millones, sin ser declarados en la frontera.
Como consecuencia de un proceso de análisis de información reportada por la UIF se identificó el posible accionar delictivo de una serie de personas de nacionalidad libanesa en el país. Se sospecha que podrían estar involucradas en acciones de lavado de activos y financiamiento del terrorismo.
Hasta ahora no hay detenciones, informaron las fuentes. Pero el Gobierno avanzó en el congelamiento de los fondos a partir de las advertencias de los Estados Unidos y ante los ingresos registrados en el país de una quincena de integrantes del mencionado clan, y la sospecha del vínculo con la organización terrorista.
La UIF, liderada por Mariano Federici, alertó a miles de entidades bancarias y financieras tras el intercambio de información vinculada al lavado de dinero.
El Clan Barakat opera en la Triple Frontera en delitos relacionados con el contrabando, el lavado de activos y el tráfico de armas, vinculados al financiamiento del terrorismo.