Era el 7 de noviembre de 2017. Faltaban ocho día para su desaparición, y exactamente una semana para que el capitán del ARA San Juan reportara ingreso de agua de mar por el sistema snorkel. Ese día el submarino, ante la vista de turistas, familiares, políticos de la zona, y el conocimiento de todos los mandos superiores de la Armada, estaba en Ushuaia realizando "maniobras de pruebas de evasión de lanchas antisubmarinas".
Las fotos que se publican por primera vez en esta edición de Infobae son un registro histórico de ese momento.
En ellas se puede observar al submarino navegando tranquilamente por aguas calmas y realizando las maniobras con la lancha antisubmarina de la Armada Argentina.
Después de los resultados exitosos de las tareas realizadas con parte de la flota de mar, la tripulación, al mando del Capitán de Fragata Pedro Martín Fernández, realizó la última prueba de 48 horas antes de zarpar a la patrulla –entre otras- a la denominada "Zona Juliana", donde debía realizar el control sobre los pesqueros que depredaban la Zona Económica Exclusiva de la Argentina. Como operación secundaria, el submarino tenía como misión observar y registrar los movimientos de la flota y aviación inglesa en Malvinas.
Los Mensajes Navales que ya fueron incorporados a la causa que en Caleta Olivia investiga la jueza federal Marta Yañez dan cuenta de estos ejercicios, desarrollados por el submarino sin ningún tipo de inconveniente.
Al otro día, el 8 de noviembre, el Comando de la Flota de Submarinos, a cargo del Capitán de Navío Claudio Javier Villamide, le informa al ARA San Juan a través de un Mensaje naval "secreto", la posición de varios "buques logísticos" y de los "buques militares" de la Armada Británica que estaban operando en la Zona Malvinas, como el HMS CLYDE que según la "orden de operaciones", el personal de "inteligencia Castillo" que estaba a bordo, tenía que "identificar" y "filmar y/o fotografiar".
El propio Villamide, la semana pasada, ante la Comisión Bicameral, dijo sobre el día anterior, el 6 de noviembre: "Embarqué en el ARA San Juan con el Comandante del Área Naval Austral y autoridades locales. El buque zarpó, se organizó una recorrida para visitantes por sus compartimentos, fue a inmersión en la Bahía de Ushuaia. Efectuó el lanzamiento y recuperación de una pareja de buzos tácticos, cubrió el rol de combate. Se entregó a cada una de las visitas diploma de navegación de bautismo. Salió a la superficie y amarró sin novedad realizando todas estas actividades con eficiencia y en poco más de cinco horas".
Como consta en los Mensajes Navales secretos, Villamide también le dijo a los diputados y senadores de la nación que el 8 de noviembre a las 12, "el submarino ARA San Juan zarpó de Ushuaia sin novedad".
La importancia de los documentos fotográficos que publica Infobae es porque son las últimas fotos que se tomaron del buque de guerra realizando las maniobras con parte de la flota de la Marina antes de perder contacto y no aparecer nunca más.
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