"Falso, inexacto, irrelevante". Fueron las palabras más veces pronunciadas por quien fuera el máximo responsable de la Fuerza de Submarinos de la Armada Argentina al momento de la desaparición del ARA San Juan. Los calificativos proferidos por el ex jefe naval no aludían a informaciones de prensa, ni a expresiones de los legisladores, ni a los sólidos conceptos técnicos que expertos presentes en el Senado de la Nación pudieran haber comunicado respecto a la tragedia. Claudio Villamide le restó veracidad al informe del ex Inspector General de la Armada almirante Guillermo Luis Lezana, desmintió al actual Inspector General, almirante Pérez Bacchi, consideró inexacto el criterio profesional de su máximo jefe en el momento de la tragedia, almirante Marcelo Srur. Además, deslizó que mantenía diferencias de criterio con el Comandante del San Juan, capitán de Fragata Pedro Fernández.
En su extensa exposición, Villamide incluso contradijo conceptos elementales de funcionamiento mecánico de algunos elementos de la unidad naval, que habían sido explicados el sábado pasado por el actual responsable de la reparación del ARA Santa Cruz (gemelo del San Juan) Almirante Pérez Varela, en ocasión de la visita de los miembros de la Bicameral al complejo industrial CINAR.
Villamide se consideró así mismo como "injustamente suspendido a partir de un sumario iniciado por un capitán de fragata abogado". No supo o no quiso responder si ese oficial instructor requirió asesoramiento técnico a otros oficiales navales especialistas en submarinos antes de emitir su dictamen.
La respuesta aportada por algunos oficiales presentes en el recinto es que efectivamente como hace cualquier instructor de un sumario naval, siempre se requiere la opinión de personal técnico en condiciones de aportar los detalles que conformaran la resolución. Vale recordar que tanto Villamide como López Mazzeo se encuentran en situación de disponibilidad, acusados de presuntamente "haber puesto en riesgo a la tropa y al material confiado a su cargo".
Ante una comisión que esta vez tuvo casi asistencia perfecta y con la conducción a cargo de José Ojeda, senador por Tierra del Fuego, Villamide contó sin que se le impusiera límite de tiempo todos los detalles que a su criterio le permitieron llegar una conclusión: que el San Juan estaba en condiciones "optimas" para navegar y operar en una campaña de las más largas y complicadas que realizara desde que salió de su reparación de media vida.
A la hora de las preguntas sufrió algunos traspiés. En primer lugar, y tal vez por razones ajenas a su propia responsabilidad, quedó expuesta una realidad que al decir de los propios legisladores obedece a la carencia de controles técnicos externos a la propia armada. "No creo que sean suicidas, pero es evidente que ellos mismos no pueden hacer la norma y controlarla", declaró ante Infobae una legisladora.
En general, y tal como ocurrió con declaraciones anteriores, el problema que queda expuesto tiene que ver con el hecho de que se dan por sentadas como normales diversas irregularidades. Tal el caso de todo lo relativo a sistemas y elementos de supervivencia, trajes de salvamento, bengalas y balsas. "Es evidente que para la Armada el vencimiento de un traje de salvamento o una balsa que según el fabricante tiene una fecha de vencimiento, no es un hecho que necesariamente deban respetar ya que ellos tienen sus propias normas", fue la contundente conclusión de uno de los peritos presentes en la audiencia.
Algunos legisladores también remarcaron que, al margen de las irregularidades que se van detectando, esas falencias no terminan de aclarar las razones por las cuales el San Juan desapareció. Como contrapartida, son enfáticos en señalar que cuestiones tales como el exceso de tiempo sin que la unidad realice su mantenimiento en seco, las entradas de agua reiteradas y las recurrentes fallas en los bancos de baterías no han sido debidamente aclaradas por los declarantes hasta el momento.
Preguntas sin respuesta
Villamide, a pesar de reiterar su experiencia en la materia, no pudo responder con contundencia a los requerimientos sobre cómo fue posible que por una válvula de distribución de aire entrara agua, ni como pudo haber ordenado la zarpada del submarino si no se habían solucionado las filtraciones provenientes de las llamadas "válvulas de casco", ni tampoco la pregunta más reiterada a lo largo de toda la sesión: "¿Cuál es su opinión la razón por la cual desapareció el ARA San Juan?".
En un clima de absoluto respeto, una vez que Ojeda los habilitó, los familiares (en su mayoría esposas y madres) replicaron algunos conceptos expresados por el ex Comandante Villamide. El ex oficial había manifestado que en su visita a la unidad en Ushuaia percibió un clima de alegría y la voluntad de navegar por parte de la tripulación. Pero según los familiares presentes los tripulantes expresaron sus hogares su reticencia a zarpar por las deficiencias que presentaba el submarino. Aquí, una vez más, Villamide reiteró que el Capitán Fernández jamás le comunicó de algún problema que impidiera la zarpada.
Segunda ronda
Alrededor de las 20 fue el turno del jefe de Operaciones de la fuerza de submarinos, capitán de fragata Hugo Miguel Correa, responsable de la filtración de un papel de trabajo erróneo que ubicaba al San Juan prácticamente sobre Puerto Argentino, y que fue utilizado por el jefe de Gabinete Marcos Peña en su informe ante el Congreso Nacional. "Me equivoqué, fue un error involuntario y fui sancionado por ello", aclaró Correa.
Correa detalló cuáles son su obligaciones como jefe de operaciones y dejó en claro que por su posición jerárquica no estaba en posición de ordenar nada y que solo se ciñe a verificar la trayectoria de las unidades de la fuerza
Si bien no pudo aportar mucha información adicional a lo ya expresado por Villamide en lo atinente a los días previos a la tragedia, fue cuestionado por los familiares presentes por su comportamiento desde que se produjo la desaparición de la nave hasta la fecha. Correa mantiene una relación tirante con las madres, esposas y hermanas que aún permanecen en la base naval Mar del Plata. Incluso le atribuyen el haber manifestado fastidio personal por tenerlos allí, pero el oficial lo desmintió rotundamente.
"Toma pacífica" del Congreso y reunión con Aguad
Sobre el final de la declaración testimonial del Capitán Correa, los familiares presentes en el auditorio del piso 5° del anexo del Senado Nacional informaron que se quedarían en el lugar en una suerte de toma pacífica hasta que se hiciera presente en el lugar Oscar Aguad. Pretendían pedirle al ministro de Defensa precisiones sobre el estado de la búsqueda de la nave. Rápido de reflejos, Guillermo Montenegro, diputado oficialista y vicepresidente de la Comisión, estableció contacto con el funcionario, quien convocó a las familias a su despacho este martes.