Tras más de 22 horas de debate en el Congreso, la expectativa de los diputados por el resultado de la votación que definiría el destino del proyecto de ley que propone la despenalización del aborto generaba algunas tensiones en el recinto.
Tras ausentarse durante prácticamente toda la maratónica sesión, la diputada de Cambiemos Elisa Carrió llegó esta mañana a ocupar su banca y emitir su voto. Anoche había publicado un mensaje en las redes sociales en el que sostenía que no era necesario hablar, y se mostró rezando desde una capilla.
No es necesario hablar, solo la oración que es la debilidad de Dios y el poder de los hombres. pic.twitter.com/ds9ZG04x9l
— Elisa Lilita Carrió (@elisacarrio) 13 de junio de 2018
A las 9:50 de la mañana, todo estaba definido. La ley que habilita la interrupción del embarazo dentro de las 14 semanas de gestación tuvo media sanción en Diputados, con 129 votos afirmativos y 125 negativos. La líder de la Coalición Cívica no pudo ocultar su desazón. Sus muecas evidenciaban el mal humor, el mismo que compartían a su derecha Pablo Tonelli, y a su izquierda otro ferviente defensor de las "dos vidas", Nicolás Massot.
Al mismo tiempo, varios de sus colegas de las distintas bancadas, se fundían en un abrazo victorioso, entre ellos Daniel Filmus, Daniel Grosso (FPV), Daniel Lipovetsky y Silvia Lospennato (PRO), que minutos antes había pronunciado un emotivo discurso a favor de la aprobación.
Enseguida Carrió pidió la palabra para explicar el porqué de su silencio durante las exposiciones. "Represento a una parte de la sociedad que me ha votado, respeto las otras posiciones. Solo quiero decir que he estudiado durante 40 años este tema, no he hablado para preservar la unidad de Cambiemos", dijo la diputada con un dejo de bronca. Luego, fuera de micrófono, se la escuchó recriminar a sus compañeros de bloque: "La próxima rompo".
Segundos después, y mientras el miembro informante del oficialismo leía las modificaciones al proyecto, Carrió se paró con su cartera y se dirigió hacia la salida. Pero antes de atravesar el pasillo, se frenó, se dio vuelta y le habló a la bancada de Cambiemos, mientras agitaba su mano derecha con el dedo índice extendido.
Del lado de enfrente, el bloque K empezó a abuchearla. La diputada les tiró besos. "Ya les gané", les gritó, y dejó el recinto.
Con ese final picante, y luego de casi 24 horas de una histórica sesión, la Cámara de Diputados le dio media sanción al proyecto de despenalización del aborto por una ajustada diferencia y ahora la iniciativa llegará al Senado, en donde puede recibir la sanción definitiva, ser modificado o rechazado de plano.
Seguí leyendo
Elisa Carrió: "No he hablado para preservar la unidad de Cambiemos"