El amistoso que la selección argentina iba a disputar ante Israel el próximo sábado en Jerusalen quedó suspendido. La decisión se adoptó luego de que ciudadanos pro-palestinos protestaran en los alrededores de la Ciudad Deportiva de Barcelona, donde se desarrolló el entrenamiento de la Argentina, con banderas y camisetas de combinado ensangrentadas, muchas de ellas, con el dorsal 10 y el nombre de Lionel Messi.
La noticia ya forma parte de los encabezados de varios portales de Israel. Jerusalem Post encabezó su artículo con declaraciones de la ministra de Cultura Miri Regev: "Espero que la Selección argentina no ceda frente al terrorismo". "Regev sostuvo que argumentar que el partido se suspendió porque ella insistió en hacerlo en Jerusalén 'no tiene sentido' y agregó que 'algunos legisladores están actuando como caballos troyanos'".
La nota señala que el diplomático palestino Saeb Erekat le dijo a Regev que "debería entender que la comunidad internacional no va a ceder ante el gobierno israelí". "Israel no se merece un premio sino un castigo", le comunicó, según el artículo, que agrega que Erakat agradeció a la Argentina por la decisión.
Además, menciona que el canal libanés Al Mayadeen informó que "la Federación Palestina en Sudamérica alegó que las presiones vinieron de Lionel Messi, Javier Mascherano y Jorge Sampaoli".
A su vez, recoge declaraciones del legislador Ahmad Tibi: "Esto es una victoria palestina en el último minuto. Todo gracias a un gol en contra de Regev". "Quiero agradecer a Messi y a sus compañeros por tomar una decisión a favor del deporte y en contra de la politización", agregó Tibi.
De acuerdo con el periódico, Regev fue quien "presionó para modificar el lugar del encuentro, que originalmente se realizaría en Haifa. También dijo que Messi visitaría el Muro de los Lamentos y se saludarían".
Por su parte, Haaretz tituló: "El amistoso entre Argentina e Israel sería cancelado tras la presión palestina". La nota indica que el partido "corre peligro de ser cancelado" y añade que "los reportes locales dicen que la presión palestina es el motivo de la posible cancelación".
"El partido atrajo el interés de los fans israelíes, principalmente por la esperada participación de Messi", destaca el medio. También alude al llamado telefónico del primer ministro Benjamin Netanhayu al presidente Mauricio Macri para evitar la suspensión del encuentro, aunque dice que el mandatario argentino "es incapaz de influir en la decisión".
"Hay que recordar que el seleccionado argentino no quería jugar en Israel desde un primer momento para prepararse en Barcelona —explica—. En los últimos días se ejerció presión sobre Messi y la AFA para no jugar en Jerusalén; esto incluyó demostraciones en Buenos Aires y en Barcelona en frente del campo de entrenamiento nacional".
Y completa: "Jorge Sampaoli, director técnico de la Argentina, quien no estaba interesado en jugar en Israel, se quejó sobre esto recientemente. En la Argentina dicen que las chances de que Israel vaya a Barcelona son pocas y que ya están buscando otro rival".
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