La jueza en lo contencioso administrativo federal María José Sarmiento rechazó un pedido de las hijas del líder y fundador del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Mario Santucho, quienes reclamaban una indemnización del Estado de $10 millones en virtud de la muerte de su papá.
De origen marxista, Santucho -nacido en Santiago del Estero en 1936- integró el Partido Revolucionario de los Trabajadores, del que surgió el ERP, su brazo armado, una de las facciones más sanguinarias de la violencia de la década del 70. La muerte, los crímenes y los secuestros eran su huella distintiva bajo la bandera de una "guerra revolucionaria y obrera" que pretendía instaurar el socialismo en la Argentina.
Al ERP se le atribuyen más de 300 muertos. Uno de esos casos es emblemático. Se trata del violento ataque que culminó con la muerte del capitán del Ejército Humberto Viola y su pequeña hija de tres años, María Cristina.
El lamentable episodio ocurrió el 1° de diciembre de 1974 en Tucumán, cuando Viola, junto a su familia, llegaba en su auto a la casa de sus padres y fue atacado a balazos por un comando del ERP. Sucedió en pleno gobierno constitucional peronista, y se convirtió en un antecedente paradigmático de la violencia guerrillera, que no dudó en disparar contra menores.
A más de cuatro décadas de aquellos hechos, la viuda de Viola, María Cristina Picón, que estaba embarazada de cinco meses cuando ocurrió el trágico crimen, todavía exige que los responsables sean castigados. Tras un largo derrotero judicial que llevó al expediente al olvido, Picón de Viola hizo una presentación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) buscando que el asesinato de su esposo y su hija sean considerados delitos de lesa humanidad y se reabra la investigación.
Las puebladas y los ataques armados del ERP se prolongaron durante varios años, primero con el objetivo de conseguir armas y dinero. Luego, amparados bajo una falsa idea de revolución.
Santucho dirigió el comando que robó más de 200 mil dólares del Banco Provincia de Belén de Escobar. Años más tarde dio un golpe mucho más grande: USD 450 mil del Banco Nacional de Desarrollo, a metros de la Casa Rosada y de la SIDE.
Al ERP se le atribuyen los crímenes del ex jefe de la Gendarmería, Pedro Agarotti; del almirante Hermes Quijada y del empresario italiano Oberdan Sallustro, además de los secuestros de Aaron Beilenson (se pagó un rescate de un millón de dólares) y del presidente de la empresa Firestone, el estadounidense John Thompson.
También el copamiento del Batallón 141 de Comunicaciones, en Córdoba -se llevaron dos toneladas de armamento-, el asalto al Comando de Sanidad del Ejército en Capital Federal y una acción en la Guarnición Militar de Azul, bajo las órdenes de Enrique Gorriarán Merlo.
Conferencia de prensa: Mario Roberto Santucho (30 de junio de 1973)
El 19 de julio de 1976, en medio de un proceso de reorganización del ERP, Santucho fue hallado en un departamento de Villa Martelli, en Florida, por un comando liderado por el capitán Juan Carlos Lonetti. Luego de un enfrentamiento a los tiros, el líder terrorista fue trasladado a Campo de Mayo. Murió en el Hospital Militar.
$750.000 por el secuestro del cuerpo
En la misma sentencia, la jueza Sarmiento avaló un resarcimiento de $250 mil a sus hijas -Ana Cristina Santucho, Marcela Eva Santucho y Gabriela Inés Santucho- por "daño moral" porque el Ejército nunca entregó el cuerpo del fundador del ERP.
Distinguió el secuestro y la muerte del guerrillero de la no entrega de su cadáver. Aseguró que la oportunidad para demandar al Estado por los daños producidos por la muerte de Santucho ya había pasado. Además, dividió las costas: la familia deberá pagar un 60% y el Estado un 40 por ciento.