El jefe de Gabinete, Marcos Peña, se alejará por unos días de la vorágine de Buenos Aires y de su rol central en el gobierno para emprender desde el lunes un periplo que tiene tan variados lugares como objetivos en carpeta: el jefe de ministros viajará a Cuba, Estados Unidos y Gran Bretaña en menos de 10 días.
No se trata de un nuevo rol que busca imponerse Peña en esta etapa del gobierno ni mucho menos. Pero su presencia en el exterior marca una nueva estrategia del gobierno si se tiene en cuenta que Peña hasta ahora no tenía una alta exposición internacional y es el hombre de mayor confianza de Mauricio Macri.
En calidad de ministro estrella, Peña llegará el lunes a La Habana para protagonizar allí un acercamiento del gobierno argentino con las nuevas autoridades de Cuba lideradas por el presiente Miguel Díaz-Canel.
"Se trata de un viaje con fin exploratorio, para relanzar las relaciones bilaterales y acercar posiciones", graficó a Infobae un funcionario de la Cancillería que negó en forma tajante que el viaje de Peña vaya a suplantar el rol que tiene el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie.
Por el contrario, el jefe de Gabinete buscará en Cuba lo que quizás el canciller argentino por su investidura y funciones no puede lograr de manera oficial: establecer un puente extraoficial con el nuevo gobierno cubano para tratar de convencer al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela a "deponer el camino de la dictadura y el fraude", como dijo un ministro. Es una estrategia que viene previendo Argentina junto con Estados Unidos para acercar posiciones con los aliados de Maduro y cercarlo en sus planes políticos.
Peña llegará a Cuba acompañado por el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo y lo espera en La Habana una agenda movida con el presidente de Díaz-Canel y el ex presidente o autoridad real en las sombras Raúl Castro. Estas reuniones las preparó el flamante embajador argentino en Cuba, Javier Figueroa, que se encuentra en la isla desde el 7 de mayo pasado por mandato de un decreto presidencial.
En el gobierno están convencidos de que las nuevas autoridades de Cuba podrían modificar la tesitura de Maduro en Venezuela y posicionar a Macri como líder regional.
No obstante, este viaje de Peña a La Habana trasluce también cierto quiebre interno en la administración de Macri respecto del régimen venezolano. Mientras que el canciller Faurie es más duro contra Venezuela; hay otro sector liderado por Peña que entiende que aún hay un resquicio de diálogo para modificar la postura de Maduro y mantener una presencia allí implicará garantizar la ayuda humanitaria a los venezolanos. El jueves, la Argentina convocó a su embajador en Venezuela en señal de protesta al régimen de Maduro. El retiro por tiempo indeterminado del Encargado de Negocios Eduardo Porretti abona hasta ahora la postura más dura contra el régimen chavista.
El viaje de Peña a Cuba también persigue la idea hipotética de recuperar parte de la deuda externa que tiene La Habana con la Argentina y que se remonta a los años 50. Esta deuda de unos USD 2.000 millones comenzó a ser aprobada desde el gobierno de Juan Domingo Perón y se ratificó más tarde durante la gestión de Raúl Alfonsín. Pero ahora, con intereses de por medio, llegaría a unos USD 10.000 millones. Existe un sector del gobierno que cree que aun puede cobrarse esa deuda.
Por otra parte, el jefe de Gabinete partirá luego de Cuba a Londres para participar el 4 de junio en un homenaje argentino a los soldados británicos caídos en la guerra de las Islas Malvinas. Esto será en una ceremonia que ofrecerá Peña en la Catedral San Paulo y forma parte de una retribución de favores al homenaje que el canciller inglés Boris Johnson esta semana rindió en Buenos Aires a los soldados argentinos caídos en combate.
En su periplo por Gran Bretaña Peña tiene previsto también un circuito de reuniones con inversores británicos que tienen interés en la Argentina en el área de minería, recursos renovables y comunicaciones, entre otros rubros. No está previsto que el jefe de Gabinete mantenga en Londres una reunión con la primer ministro Theresa May aunque se evalúan los preparativos de un encuentro de Macri con la mandataria británica para la reunión del G7 que se realizará en Canadá a fines de junio.
Luego de su viaje a Londres, el jefe de Gabinete se trasladará a Nueva York con el ministro de Finanzas Luis Caputo y el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo. Allí le depara una conferencia en el conocido círculo empresarial e intelectual Council of América liderado por Susan Segal.
"La intención es mostrar al mundo que las reformas que está haciendo el gobierno van en serio y que se quiere llegar a una reducción real del déficit público para que la Argentina sea un país confiable", expresó a Infobae un funcionario del gobierno en abierta alusión a la presencia de Peña en Nueva York.
No se descarta por ahora que el jefe de Gabinete pueda mantener también una reunión con empresarios norteamericanos y que luego se traslade a Washington para mantener contacto con las autoridades del FMI, ya que se están a punto de cerrar los detalles finos del acuerdo crediticio con la Argentina.