En un nuevo giro de las relaciones exteriores que lleva adelante la Argentina, y en vistas de posicionar a Mauricio Macri como un líder regional, el Gobierno buscará un acercamiento con las nuevas autoridades de Cuba y revisará su vínculo con la isla teniendo en cuenta el fin de la era castrista.
El dato concreto que cristalizará este hecho es el viaje a La Habana que realizarán el 28 de mayo próximo el jefe de Gabinete Marcos Peña y el secretario de Asuntos Estratégicos de Presidencia Fulvio Pompeo.
"La intención es restablecer relaciones, hablar de la relación histórica bilateral y los desafíos que tenemos por delante", sintetizó ante Infobae un funcionario de la Cancillería.
El acercamiento que busca Macri con Cuba se da en un contexto histórico totalmente diferente al de los años del kirchnerismo donde la Argentina tuvo un estrecho trato con el régimen de los Castro.
Ahora que Fidel Castro murió y su hermano Raúl dejo la presidencia, asumió Miguel Díaz-Canel. Este fue elegido hace menos de dos meses por la Asamblea Nacional como nuevo presidente de Cuba y sucesor de Raúl Castro, decisión que marca una nueva era a casi seis décadas de revolución socialista en la isla.
En su discurso inaugural en La Habana, Díaz-Canel dijo que su predecesor "encabezará las decisiones de mayor trascendencia para el presente y el futuro de la nación", aunque emitió un mensaje de cambios con reformas que se avecinan.
Macri cree que en este nuevo contexto se puede explotar un nuevo vínculo con Cuba. Incluso, el presidente argentino evalúa que las nuevas autoridades de Cuba podrían ser un factor más de presión sobre el régimen de Nicolás Maduro para que Venezuela regrese a la democracia. Este domingo habrá elecciones en el país caribeño, un proceso que es desconocido por la Argentina y por la OEA por irregularidades a la hora de convocar a la oposición.
Hay otro factor importante en las relaciones entre Cuba y la Argentina y es que los hermanos Castro dejaron un deuda desde la época de Juan Perón, y luego durante el mandato de Raúl Alfonsín, que hoy se acercaría, incluidos los intereses, a unos USD 11.000 millones. Sin embargo, en el Gobierno dijeron que nada de esto se prevé plantear en el viaje que Peña y Pompeo realizarán próximamente.
La idea es dar un acercamiento más político e incluso que ello sirva para forzar al país bolivariano a hacer cambios que pidieron Macri y otros presidentes para la Unasur.
Según pudo saber Infobae, el canciller Jorge Faurie reclamó ayer a Bolivia, que hoy ocupa la presidencia pro tempore de Unasur, que haya cambios inmediatos para evitar un fuga en masa de varios países de ese foro. Los países integrantes de la Unasur son: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Uruguay, Paraguay y Venezuela.
Sin embargo, tanto Argentina como Colombia, Paraguay, Brasil y Chile reclamaron que la Unasur deje de ser un foro político y pase a ser una verdadera integración económica en la región.
Quizás el acercamiento de Argentina a Cuba pueda revertir esta situación y sea un llamado de atención para muchos de los países del eje bolivariano integrado por Venezuela, Ecuador y Bolivia.
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