El Gobierno aceptó la renuncia de Jorge Luis Ballestero a la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal.
La decisión se comunicó a través del decreto 450/2018, que se publicó este lunes en el Boletín Oficial con la firma del presidente Mauricio Macri y del ministro de Justicia y Derechos Humanos Germán Garavano.
Ballestero, quien dejará el cargo a partir del 1° de junio, es uno de los jueces que con su voto liberó al empresario Cristóbal López. El otro camarista, Eduardo Farah, fue trasladado al Tribunal Oral Penal N°1 de la Capital.
La decisión de Farah y Ballestero fue revisada por la Cámara de Casación, el tribunal penal más importante del ordenamiento jurídico argentino, y el empresario regresó a prisión.
López está acusado de haber defraudado al Estado porque una de sus empresas, Oil Combustibles, se quedó con $8.000 millones de un impuesto que se le retiene a los consumidores cuando cargan nafta.
Tanto Farah como Ballestero habían sido muy criticados por el oficialismo luego de la resolución que benefició a López. "Me indignó", dijo Macri sobre el fallo.
También la Corte Suprema les había pedido explicaciones sobre la forma en que se conformó el tribunal que revisó el procesamiento del empresario.
Ballestero –un histórico de Comodoro Py– había sido designado como titular del Juzgado Federal 2 en la década del 90 por el entonces presidente Carlos Menem.
"Paty", como todos lo conocen en tribunales, ascendió durante el kirchnerismo a camarista federal.
Integró junto a Eduardo Freiler y Farah la Sala I de la Cámara Federal, que durante los años de gobierno del kirchnerismo fue identificada como "la Sala K", por sus fallos a favor de aquel gobierno.
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