En medio de la turbulencia económica arranca la discusión sobre las tarifas en el Senado

En paralelo a las negociaciones oficiales que estableció el Gobierno con el FMI y las críticas que generó la movida política del presidente Mauricio Macri, el oficialismo se prepara para discutir en el Senado el proyecto opositor que buscar frenar la suba de tarifas.

Y lo hará en un marco de conflictividad con un sector del sindicalismo, porque la CGT anunció una movilización para manaña hacia el centro porteño en contra de la política tarifaria y del posible acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La movilización impulsada por la Conferderación General del Trabajo partirá, a las 11, desde la Plaza de Tribunales y se dirigirá hasta el Obelisco, y abrirá la semana sumando más tensión a la que ya de por sí rodea la discusión del proyecto de tarifas que se llevará adelante el miércoles en el plenario de comisiones del Senado de la Nación.

Varios dirigentes sindicales ya confirmaron su participación en la marcha de mañana, entre otros:  Juan Carlos Schmid (FeMPINRA), uno de los representantes del triunvirato que dirige la CGT, Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), Héctor González (Luz y fuerza Patagonia), Julio Piumato (Judiciales), Roberto Coria (Guincheros), Pablo Flores (Impositivos), Hugo Benítez (Textiles), Raúl Epelbaum (Señaleros), Carlos Frigerio (Cerveceros) y Sergio Sanchez (Peajes).

La medida es motivada en el marco de manifestaciones contra el tarifazo que ya habían comenzado el miércoles pasado, cuando organizaciones políticas, sociales y sindicales se congregaron en torno a Plaza Congreso, mientras en Diputados se discutía el proyecto presentado por la oposición.

El despacho que pretende atenuar los aumentos de tarifas de servicios públicos, fue aprobado finalmente en la Cámara baja con el respaldo de los bloques del Justicialismo, el Frente Renovador y el Frente para la Victoria, además de las bancadas de la izquierda.

Tras obtener la media sanción en Diputados la iniciativa fue girada a las comisiones de Derechos y Garantías; Minería, Energía y Combustibles, y Presupuesto y Hacienda. Se decidió que la Comisión que encabeza la riojana radical Olga Brizuela y Doria (Derechos y Garantías), sea la cabecera y se convocó al plenario para el próximo miércoles a las 14.

El proyecto impulsado desde la oposición retrotrae las tarifas a diciembre de 2017 y establece que, en el caso de los usuarios residenciales, se puedan actualizar en base a la variación salarial. Para el caso de las PyMEs, la actualización se definirá sobre la base del índice de precios mayoristas del Indec.

Críticas desde la oposición al acuerdo con el FMI

El presidente del interbloque Cambiemos en el Senado, Luis Naidenoff, quiso remarcar este domingo en declaraciones radiales que "desde el gobierno nacional hubo un sinceramiento en tarifas. Veníamos de 12 años de congelamiento y alguien las tiene que pagar. Yo estoy de acuerdo con los subsidios, el tema es a quien se dirigen. En el pasado 2 de cada 3 pesos fueron dirigidos a gente que podía pagar. Hubo pérdida de inversión.".

Mientras que desafió a los representantes de la oposición a dar respuestas "responsables" en medio de este escenario: "Quiero ver a los cordobeses, a Schiaretti, a ese peronismo de centro, que se presenta como renovado y republicano quiero ver a Urtubey, Bordet, Uñac y a los que están agazapados como Insfran y Verna, quiero verlos a los que quieren ser opción, si tienen responsabilidad en materia tarifaria".

"El proyecto (tarifas) en Diputados nació con buenas intenciones, de una cuestión de necesidad social y a mitad de camino salió cualquier cosa. Hay un sector que tiene buenas intenciones, muchos diputados de manera aislada. No puedo hablar de responsabilidad de aquellos bloques cuyos ex candidatos suscribieron tarifas, Stolbizer, Massa, Sanz", sumó, antes de resaltar: "Hablo con Picheto que es un interlocutor válido. Lo exceptúo al kirchnerismo, con ellos no se puede nada, están convencidos en su lógica cuanto peor, mejor".

No fueron pocas las voces opositoras que esta semana hicieron referencia a las tarifas y al anuncio del martes pasado, en el que Mauricio Macri, a partir de la escalada del dólar comunicó el comienzo de conversaciones con la titular del FMI, Christine Lagarde, a fines de desarrollar un posible acuerdo buscando el financiamento externo del país.

Entre los que manifestaron su opinión estuvieron el ex juez de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni, que en diálogo con Radio 10 puso en duda en primera instancia que vayan a darle al Gobierno los 30 mil millones de dólares que piden, ya que "es un crédito para países en quiebra, con mayores condicionamientos, y ni siquiera es al contado". Mientras que vaticinó: "El capital financiero, el capital golondrina, va a comprar los dólares y, como pasó en el 2001, nos vamos a quedar sin los dólares y con la deuda".

En el mismo sentido el diputado porteño Luis Zamora opinó que "se está discutiendo profundizar los problemas. Están discutiendo nuestros salarios, condiciones laboral más flexibilizadas, peores condiciones.". "No podemos permitir que 5 tipos en Washington decidan la vida de millones de personas", expresó, instando al "pueblo argentino" a "decir basta".

El Secretario General de SUTEBA, Robeto Baradel, manifestó que desde su gremio ven con "preocupación" el tema, al tiempo destacó "hay mucho enojo en los docentes y en los padres porque cada vez se agrava más la situación económica y social de este país".

"El gobierno pareciera que actúa con improvisación pero también es un programa económico planificado en favor de un sector y el FMI viene a garantizar eso", continuó el representante de los docentes, antes de considerar que "el acuerdo con el FMI no es para incentivar el consumo o incentivos en la producción nacional, sino para garantizar la fuga de capitales".

El ex Jefe de Gabinete del gobierno de Cristina Kirchner, Jorge Capitanich, también en declaraciones radiales, calificó la situación de "crisis autoinfligida que tiene una terminal intermedia, que es el FMI".

"Apunta a un proceso de dolarización de la economía. Lo que implicaría una devastación absoluta del aparato productivo con el consiguiente impacto en materia de desempleo y pobreza", explicó en diálogo con AM750 el actual intendente de Resistencia, Chaco, que lanzó: "Es una orgía financiera".

Otro integrante del gobierno anterior, Agustín Rossi, advirtió durante un acto en la localidad bonaerense de Junín: "Si hacen un acuerdo con el FMI de espaldas al pueblo, les advertimos que vamos a tener todo el derecho a desconocerlo cuando seamos Gobierno".

"El camino que decidió el gobierno para nosotros es un camino que va a profundizar la crisis. Eso conllevará a más endeudamiento, más ajuste, más recesión económica, así como recorte de salarios, recorte de jubilaciones, intentos de privatizaciones o flexibilización laboral, aconsejadas por el FMI", expuso el ex ministro de Defensa.

En la misma línea, en declaraciones radiales de los últimos días, destacó: "Yo estoy recorriendo, no hay nadie que esté de acuerdo con el FMI, nadie en Argentina está contento con un acuerdo con el FMI, ningún argentino mayoritariamente, los argentinos son críticos con este modelo económico y por qué la oposición tiene que estar acompañando este modelo económico".

Por su parte el diputado nacional Felipe Solá, consideró que "no está bien ser uno de los países controlados por el Fondo", argumentando que de darse un acuerdo "le van a pedir a Macri mayor ajuste, más recesión, y cambios laborales".

"Lo que le importa al Fondo es el vínculo, tenerte controlado. Y eso es una pésima situación internacional. A Ucrania le exigieron que cortara el presupuesto para las universidades nacionales", expuso.

Fotos: Comunicación HSN, Télam, Nicolás Stulberg

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